Revolución y Cultura

Deteniendo La Película

Octubre 2010

Estamos en una etapa crucial, común a todo movimiento que insurge en contra de cualquier poder hegemónico. Es la coyuntura en la cual ambas partes; luego de superados los primeros momentos de sorpresa, desconcierto y desorden, ya reorganizados y  evaluados con más serenidad los hechos, corrigen los errores propios de su inicial  proceder reactivo y se preparan para el enfrentamiento definitorio. En las filas revolucionarias, si ha de conservarse el poder conquistado (en eso va  la vida) los asuntos a resolver son tremendamente complejos. No se cuenta con la ventaja de poseer, como el adversario, cuadros con amplia experiencia en el manejo del poder establecido (poder que en Venezuela la derecha conserva en alto grado) a lo que, como elite dominadora, suma una clara e inmediata percepción  estratégica de los intereses en juego a corto y largo plazo.

Esto último, como hoy puede verse claramente, les facilita las alianzas inter-pares, superando  (o postergando)  debilitantes luchas intestinas. A esto hay que sumar ¡faltaría más! el apoyo de la mayor potencia imperial que el mundo ha conocido; más peligrosa hoy, en plena decadencia.

En el otro bando; (el nuestro) aunque históricamente el poder popular se asienta en la fuerza del número;  cuando de su seno no surgen  elementos unificadores, inspiradores, orientadores, claramente percibidos por el colectivo como garantía de triunfo, luego del primer momento de movilización aluvional  la fuerza tiende a disiparse en metas dispersas e imprecisas. De darse esta situación, la entropía  desmovilizadora erosiona rápidamente el fervor, la iniciativa y creatividad revolucionaria, facilitando  la labor de la reacción, tanto  fuera como dentro de su seno.

En el caso de Venezuela, la aparición del aquél joven comandante Chávez  y su “por ahora”, galvanizó el imaginario colectivo y potenció la histórica cultura igualitaria, rebelde y corajuda de todo un pueblo a un grado que el adversario no pudo prever, ni en lo inmediato enfrentar eficazmente ("hasta  ahora").

Hoy, luego de once años de Revolución Bolivariana, detengamos un momento la película y veamos que tenemos. El último cuadro nos muestra la ominosa imagen del regreso de quienes hace  solo minutos vimos plegándose al golpismo fascista -imperialista.

El análisis de este único fotograma bastaría para revisar todo el guión en busca de las pistas que pudieran explicar (explicarnos) que pasó; y por consiguiente avizorar el progreso de la trama. Una cosa se ve clara; el pueblo, el gran protagonista; aún reconociendo  mayoritariamente el liderazgo del comandante Chávez (por quién se ha jugado la vida en mas de un lance  y sigue dispuesto a hacerlo) hoy reclama (reclamamos) de manera cada vez mas audible y urgente, una mayor participación en la escritura de la historia.

El avance dentro de nuestras filas, del camaleonismo conciliador, reformista corrupto y corruptor (estos ingredientes siempre van juntos) es de una evidencia incontestable, como también su creciente asociación con astutos capitalistas de la vieja especie, ahora impulsando una cruzada por un empresariado “socialmente sensible”, mas una especie roja-rojita, que han brotado como hongos en la parte sombría de la revolución.

Será cosa de ver como estos grupos, sumados a la oposición parlamentaria, le facilitarán al trabajo lobbista a las corporaciones del negocio transgénico, eco-bio-devastador; de la industria farmacéutica transnacional, explotadora terrorista  de  rentables neo-plagas; de la industria  turístico-culturicida; de la explotación minera, envenenadora y etnocida y de las infaltables ”industrias culturales”, cabeceras de playa de la neocolonización mental que sigue campeando intocada luego de  estos diez años.

Para quienes, entendiendo que “La Revolución; es cultural, o no es” hemos venido denunciando sus actividades y luchando por una Ley Orgánica De Cultura Permanente, se abre un nuevo escenario que debe encontrar unidos a todos quienes comparten dicho postulado.

A los proyectos de ley que pasaron por la Asamblea Nacional (¿son cinco o seis?) algunos preñados de muy malas intenciones (como el que se aprobó en primera discusión durante el período de cohabitación con “la cuarta” y que afortunadamente un grupo de patriotas logramos abortar) hoy se suma otro, que nadie fuera de Asamblea Nacional conoce, y que según su promotora de Queipo, fue consultado “con un amplio abanico de gremios y asociaciones populares.”  

Desafortunadamente, como ha venido sucediendo con los ”n” proyectos existentes, al parecer una vez más impera la carrera a última hora para lograr su aprobación a como dé lugar .

Desafortunadamente también, una vez mas habrá que salirle al paso, malgastando fuerzas y capacidades que bien pudieran emplearse en un debate mas trascendente, que no es otro que el que tiene como propósito la construcción colectiva  de una base de valores compartidos que, partiendo del inmenso legado bolivariano-robinsoniano, le de cohesión y rumbo a esta resurrección de lo mejor de este bravo, inteligente y abnegado pueblo.

Por algo es que el enemigo estratégico y sus sirvientes han movido (con éxito) importantes recursos para desnaturalizar toda disposición legal  inspirada en la definitiva soberanía nacional (Ej.; el fallo del Tribunal Supremo de Justicia que denunciara Luis Britto García y que al permitir la jurisdicción de tribunales y árbitros internacionales) deja indefensa a Venezuela frente a demandas como la adelantada contra la nación por la transnacional petrolera Exxon.

Con la estratégica legislación cultural el asalto a sido masivo; Ley del Libro; de Artesanía; Ley Resorte; de Ciencia, Tecnología e Innovación; Ley de Cine, Lopna; Ley de Derechos de autor; etc. Instrumentos que habrá que R-evisar y  R-ectificar para que la tercera “R” sea la de R-eimpulsar y no la de R-etroceder en lo moral, en lo político, en lo social, en lo territorial, en lo científico-tecnológico; en lo ideológico, es decir: en “lo cultural”.

“¡Vamos Rocinante; hacia lo Cultural; Rediez!
¡Que solo el pueblo salva al Pueblo!”

“¡Hasta cuándo yo hablo con piedras!”
Hugo Chávez
Aló Presidente 5 de diciembre de 2009

monteagudo28@gmail.com

* Comunicador visual-Docente

Gracias


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Alberto Monteagudo*

Cineasta. Artista Plástico. Profesor de Comunicación Gráfica


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