Una lectura sobre la derrota electoral en el estado Bolívar

En todos los procesos electorales anteriores al del 14 de abril la composición de los partidos y organizaciones revolucionarias han obtenido victorias, aun en el referéndum de la reforma donde fue derrotada nacionalmente pero en el estado Bolívar obtuvimos una victoria regional, fundamentalmente en el municipio Caroní.

Ya en el proceso del 7 de octubre aunque ganamos, se veía con claridad que veníamos en franco retroceso, el agotamiento de la política del proceso revolucionario (si podríamos llamarlo así) en lo regional como en los diversos municipios es evidente, esto unido al deterioro de las empresas básicas, desmantelamiento que el ministro Rodolfo Sanz y su clan de guatireños instrumentaron en Guayana, más un movimiento sindical burocrático, que perdió su condición clasista por acuerdos burocráticos y prebendas, unidos a la división que el movimiento popular sufre permanentemente por los centros de poderes, todo esto ha permitido crear una desesperanza en el propio seno de los sectores populares.

Ya en varios escritos  diversos compañeros/as han hechos críticas a lo que viene sucediendo en el estado, sin embargo, la sordera de todos los sectores del gobierno nacional como de los diversos partidos fundamentalmente el PSUV, es crítica, mas el PSUV está dividido como en todo el país por fracciones, de los grupos de poder que dirigen los diversos cargos, sean estos gobernaciones, alcaldes, ministros etc.

Esta realidad no se puede ocultar, no tenemos un partido de combate, donde la formación de cuadros, la praxis revolucionaria y/o el debate sean instrumentos de formación de la militancia, y hablamos de un partido revolucionario donde se expresen las diversas corrientes, pero no que aniquilen a las corrientes para mantener las fracciones y termina acallando cualquier disidencia o sector crítico, lejos está el PSUV de ser un partido revolucionario.

Si se analizan las votaciones por municipios, veremos cómo hemos perdido municipios emblemáticos, pero el más significativo sin duda es Caroní y dentro de este municipio parroquias obreras, la mayor votación donde ganamos es en los sectores más empobrecidos donde el desgobierno regional y municipal es evidente.

Desde hace varios años los gobernadores y alcaldes, hablo de la época de el señor Andrés Velásquez y del compañero Clemente Escoto hasta nuestros días, han tratado de favorecer en su gestión de gobierno a los sectores de la pequeña burguesía (la llamada clase media) y no profundizan su acción de gobierno en los sectores populares, bien,  esto por supuesto tiene una concepción de clase, no hemos entendido de que se tratan los procesos revolucionarios. La pequeña burguesía cada vez mas va hacia la radicalización de la derecha y los sectores populares están cercanos  a la desesperanza. Un mandatario más que otro ha tratado de democratizar las políticas públicas, pero sin tocar la estructura del estado, en fin, en la mayoría sus políticas no pasaron del populismo.

Pero hoy es evidente la máxima burocratización tanto de la gobernación como de las alcaldías, unidas al control de las empresas básicas y de la CVG. Por parte de la gobernación, el reparto de cargos y puestos son para sus acólitos y no importa sin son conocidos o no, de allí diputados nacionales que nunca se reúnen con nadie,  así como los diputados al consejos legislativo o concejales. Una inmensa burocracia política con prebendas y privilegios como nunca, formando una cultura política muy lejos de la revolucionaria, sin duda tenemos gobernaciones, alcaldías y partidos a la imagen y semejanza de la sociedad burguesa.

Quienes hemos participados en concentraciones y/o marchas, vemos como el control de las tarimas y los micrófonos se lo pelean a sangre y fuego, discursos sin contenido político, los moderadores son un clon de Wiston Vallenilla, al parecer queremos imitar lo incorrecto, de concentraciones donde el símbolo del espíritu revolucionario debe ser la bandera, terminamos con show al estilo de latelevisión alienante, igual pasan con  las marchas terminan por las disputas de cargos y prebendas por los sectores sindicales, con amenazas y acusaciones tipo policiales.

Mientra los sectores de la burocracia ve como copar los cargos en diputa, los sectores de la contrarrevolución, principalmente fedecamara y las cámaras de industriales y bancaria (que se han beneficiados de los dólares para la importación, subsidio para la producción de alimentos etc) están llamando a un paro patronal al viejo estilo del 2002, ante estas amenazas debemos estar claro y afirmamos, fabrica cerrada fabrica tomada, comercio cerrado comercio tomado.

El movimiento revolucionario debe salirle al paso a las diputas de la burocracia y la contra, ya que mientra ellos montan sus espectáculos nosotros seguimos sufriendo la línea de los planes golpista que se manifiestan en:

  • Cortes eléctricos.
  • Encases  programada de los productos de la cesta básica y productos higiénicos.
  • Inflación y especulación.
  • Unida a una devaluación.
  • Corte de agua en barrios periféricos.
  • Burocracia y corrupción.
  • Divisiones y control por grupo de poder.

Es necesario e urgente que los sectores revolucionarios asumamos la unidad en la acción impulsando direcciones colectivas de defensa y lucha, partiendo del control territorial, asumiendo la distribución de los alimentos, no permitir el cierre ni paros patronales, fábrica o comercio cerrado, fábrica o comercio tomado, debemos en la empresas básicas implementar el control obrero de la producción, constituir los consejos de trabajadores, debemos ser gobierno obrero y revolucionario.



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Osvaldo León


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