"Una cosa es el error y otra cosa es el engaño: nosotros bien podemos equivocarnos, pero mal podemos engañarnos".
Hugo Rafael Chávez Frías (Aló Presidente N. 243)
Hemos hecho referencia en reiteradas oportunidades a la opinión pública nacional sobre la situación vivida por un colectivo de jubilados de la industria petrolera y petroquímica, quienes hemos sido excluidos por directivos de Pdvsa de turno y en especial, por la gerencia corporativa de RRHH ante justos reclamos que están amparados por la LOT y otras leyes orgánicas de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).
La situación que venía siendo ocultada desde la IV República por directivos de la industria y la "Gente del Petróleo", como herencia de las empresas transnacionales, todavía se mantiene en la Pdvsa roja rojita, y se pretende ocultar, incluso ante el primer mandatario nacional, Nicolás Maduro Moros.
Un colectivo que se acerca a los 28 mil jubilados fuimos excluidos de legítimos derechos laborales, por el capricho de un alto ejecutivo de la industria petrolera, quien ganó puntos con escapulario ajeno y engañó al comandante Chávez suministrándole presuntamente recursos que no eran del Estado, sino producto del ahorro de los trabajadores petroleros, hoy jubilados.
Los recursos que según las leyes financieras y los estatutos de un Fondo de Pensiones, legítimamente registrado ante los organismos del Estado, fueron utilizados por capricho, sobre todo los haberes que se habían manejado en divisas y generaban, jugosos intereses para quienes por largos años dedicamos parte de nuestra vida a la industria petrolera y al Estado venezolano.
Asesorado por eruditos conocedores de los adefesios jurídicos, en un "madrugonazo", cambiaron los estatutos y reglamentos del Fondo de