"Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de género nuevo; porque la tela nueva encoge; tira la tela vieja, y se hace más grande la rotura" (Marcos, 3, 21)
Algo anda mal por estos días o meses entre el gobierno bolivariano y los trabajadores en Venezuela, desconoce las contrataciones colectivas y acepta entregar la soberanía en las enigmática Zonas Económicas Especiales, como se oyó recientemente en una reunión de grupos revolucionarios, hay un giro del gobierno hacia la derecha y ha descuidado a los trabajadores, principalmente del sector público: educadores, trabajadores administrativos de escuelas, liceos y universidades, así como médicos, enfermeros, así como otros sectores.
Es una cosa que no se entiende. Desde la perspectiva revolucionaria, eso viene siendo discutida. Se pensaba que revolución supone crear todo de nuevo. No hacer remiendos. Como en la metáfora del Evangelio de Marcos, pero el gobierno este de Maduro, pretende ahora unir tela nueva con otras viejas, o sea las viejas formas de relacionamiento entre la fuerza laboral, el Estado y las empresas. Pues resulta que la ONAPRE, por todos conocida y bien amada roba los salarios y bonos a los humildes trabajadores públicos en general.
Pues, sí. Ahora resulta que se ha formado una triste polémica entre el gobierno y los trabajadores de Venezuela. Parece que fue de esa forma cómo el ministro de planificación y sus subalternos, toda una punta de conspiradores (porque de otra manera no se entiende), descubrieron que así es cómo tumbarán al gobierno de Maduro. Es decir, desde un organismo interno que maneja aspectos muy sensibles como los salarios, bonos y prestaciones sociales. Debe ser.
¿Qué le pasa al ministro de planificación, Ricardo Menéndez? Geógrafo, magister, doctor en urbanismo. Teórico de la geometría del poder, escritor. Profesor de la ucv, pero que de tanto ser ministro inamovible de Chávez y Maduro, ya se ha olvidado de sus colegas. Seguramente los ve por encima del hombro, sentirá conmiseración desde su sitial encumbrado, sobre todo con quienes sabe que no son de su misma ideología.
Pero, bueno. Como ahora ambos, es decir, Maduro y Menéndez, se han vuelto neo liberales, sobre todo con esas desiguales zonas entregadas a capitales golondrinas, las contrataciones colectivas se las pasan por el arco del triunfo y también el socialismo. ¡Quien lo pudiera haber previsto semejante situación!
Así, creemos que los trabajadores venezolanos no estarán muy dispuestos a reelegir a los susodichos en 2024, ¿cómo van a convalidar semejante situación? Porque si de esta manera tratan a los trabajadores en general, ¿qué no harán con los trabajadores de las zonas de rabioso neoliberalismo? Eso es el pleno canibalismo social, ha dicho Luis Britto García. ¡verga por donde hemos recalado en Venezuela con Maduro y su combo de neoliberales! Respaldados por los hijos de un padre socialista como Jorge Rodríguez padre, además, se ha dicho que el mismo Maduro dizque era del partido Liga Socialista, ¿cuál socialismo? ¿Ese que roba los bonos y demás beneficios a los trabajadores? ¡Qué decepción!