"La verdad es siempre revolucionaria."
Vladimir Lenin
El proceso de estatización de las empresas de Guayana debe continuar presidente Chávez; Sidor dio inicio de la recuperación de las empresas por parte del Estado y después siguieron Orinoco Iron, Tavsa, Matesi, Venprecar, Comsigua y Cerámica Carabobo. Decisión que fue apoyada irrestrictamente por los Trabajadores de Guayana; porque significa un avance para consolidar el proceso revolucionario rumbo al socialismo. Ahora se debe impulsar la estatización de la Empresa SURAL y C.E.MINERALES DE VENEZUELA,S.A., ambas empresas con un conflicto laboral de más de dos años; las dos tienen la Solvencia Laboral suspendida por violaciones a la contratación colectiva y las normativas laborales venezolana.
Presidente Chávez le falto una planta por anunciar su Estatización, me refiero a la Planta C.E.MINERALES DE VENEZUELA, empresa dedicada a la manufactura de Alúmina electrofundida Blanca y Espinel, con una capacidad instalada 42.000mt y aproximadamente 120 trabajadores. Procesa para los mercados de refractarios, cerámicas, entre otros, de Venezuela y del Mundo. Aquí los trabajadores, han sido vejados y humillados por la Gerencia de esta empresa de capital francés, pero administrado por unos venezolanos que son lacayos de los capitalista porque han sometido a los trabajadores a maltratos y abusos, que pasa por despidos y violación de los derechos laborales y humanos, esta situación tiene que ser revisada. Son conducta que no podemos permitir en nuestro país, además estos empresarios tienen un sindicato llamado SINTRAMINERALES, sindicato patronal, donde el verdadero Secretario General es el Gerente General de esta Empresa. Entonces hay que hacer justicia social.
La otra es la empresa Suramericana de Aluminios C.A. (SURAL) SURAL, C.A. es una empresa de colada continua y laminación de aluminio y aleaciones. Produce alambrón de aluminio para uso mecánico, eléctrico y soldadura, alambre y cable para los mercados eléctrico mundial. En ella laboran aproximadamente 350 trabajadores. Actualmente, Sural posee tres plantas de fabricación localizadas en Puerto Ordaz, Venezuela; Taranto, Italia; y Quebec, Canadá.
Tiene una deuda con el Estado venezolano que alcanza aproximadamente 85 millones de dólares con Venalum. Dicha deuda se viene acumulando desde el año de 1979, más 60 millones de dólares de deudas con el SEGURO SOCIAL y el SENIAT. Además tiene deudas con la empresa Electrificación del Caroní (Edelca).
Actualmente
esta empresa está en conflicto con los trabajadores porque
se niega a honrar las 14 cláusulas contractuales contenidas en
el pliego de peticiones y menos aún el pago de las utilidades, situación
que nunca había ocurrido en la empresa, así lo han denunciado los
integrantes de la Unión Sindical de Empleados y Técnicos de la empresa
Sural, Unisinemplesur, que instaron al Estado venezolano a garantizar
el pago de sus pasivos laborales ante las amenazas de cierre técnico
de la compañía por parte de las nuevas autoridades de la empresa.
Con esta decisión se está afectado a 350 trabajadores y trabajadoras.
A juicio de los afectados, la decisión de los representantes de Sural
representa una burla no sólo para los trabajadores sino para el Estado
venezolano, luego que alegaran la firma de la nueva convención colectiva
para la obtención de mayores cantidades de aluminio por parte de CVG
Venalum. Presidente Chávez la decisión de cierre tomada por los
dueños de la empresa vulnera los beneficios contractuales de
los trabajadores de la empresa, impidiendo su derecho al trabajo y su
estabilidad laboral.
Por todos estos abusos y atropellos con los Trabajadores se deben Estatizar
Las Empresas SURAL y C.E.MINERALES DE VENEZUELA,
S.A.
Al lograr la estatización de SURAL se fusionara con Cabelum y con la ampliación de estas plantas transformadoras de aluminio se estaría utilizando el 40% de la producción de las empresas Alcasa y Venalum, y así estaremos dando mayor valor agregado a nuestro aluminio primario.
Ante este cuadro de empresas estatizadas corresponde a la clase obrera tener una organización solida de lucha y una unidad solidaria con claridad revolucionaria, La clase trabajadora ha recibido el mensaje del presidente Chávez para que asuma su papel histórico de conducir el proceso revolucionario, pero primero tiene que levantar el nivel de compromiso. Tiene que constituirse en clase de vanguardia, porque es la más consecuente, su lucha no tiene otro fin que no sea el de llevar la revolución a la victoria, lograr el derrocamiento de la burguesía. La clase obrera es la que garantiza el proceso revolucionario no solo por ser la clase más grande en esta sociedad capitalista, sino por ser la clase mejor organizada y con mayor conciencia política entre todos los trabajadores.
La depuración se debe dar en el movimiento de los trabajadores. Aún no ser tiene el control en los Sindicatos de las empresas básicas de Guayana, la mayoría de los sindicatos de las empresas básicas los controla la derecha, algunos con vínculos con golpistas. Los sectores del oportunismo, quienes se llenan la boca de la palabra lucha, unidad y revolución hacen lo contrario en los hechos, para los que no aspiran ningún cambio y son útiles al sistema. Si no hay el control en la mayoría de los sindicatos es por los errores y vicios conocidos, se venden al patronos y tratan de servir de colchón de contención en las luchas y dejando a merced de los patronos a los trabajadores. Nuestro sindicalismo se basa solo en las luchas monetaristas, sino repasemos los últimos conflictos en las empresas del aluminio; Entendemos que aún tenemos una economía de mercado y que los capitalistas y especuladores golpistas cada día merman el poder adquisitivo de los trabajadores, creando una inflación por la ola especulativa de los productos alimentarios y los bienes y servicios.
Los gobiernos están en la obligación de respetar los compromisos laborales que son constitucionales, que están bajo el amparo de las leyes y en las contrataciones colectivas. Creo que por ese axioma deben regirse las relaciones trabajadores- patronos. El respeto y el compromiso adquirido. Los trabajadores y la dirigencia sindical tienen que ser atendidos y oír sus planteamientos, porque si realmente estamos comprometidos con el país y con el modelo del proceso socialista bolivariano; eso hay que discutirlo y debatirlo con sinceridad, con responsabilidad sin doble discurso. Decirnos la verdad, aunque a veces es dolorosa, pero es la verdad. Pero los dirigentes sindicales tienen que tener la suficiente madurez y ética y moral revolucionaria para saber hasta dónde se pueden llegar con las aspiraciones económicas, que actualmente la lucha no es por aumento de nominas ni salarios, la lucha es por la estabilidad laboral y el rescate de las empresas. Hacer las inversiones necesarias para mantenerlas productivas. De parte del Estado, está en la obligación de colocar en los cargos gerenciales de las empresas a personas probas, idóneas, honestas responsables y eficientes. Dando ejemplos, no se puede permitir que un Gerente quiebre una empresa y no pase nada, que se pierda la vida de un trabajador en un accidente laboral y no pase nada. Hay que ejercer acciones administrativas y penales para que asuman sus responsabilidades.
Los trabajadores venezolanos para logras avances en este proceso debemos emprender la gran tarea de organizarnos, proceso que tiene que comenzar con la organización dentro de la empresa o fabrica. Los trabajadores tienen que asumir la dirección de las empresas y transformarse en dueños y organizadores de la producción, confiados en sí mismos, exaltados por el orgulloso sentimiento de estar cooperando activamente para que surja una nueva humanidad. Hay que dar pasos firmes para la conformación de los consejos obreros son la forma de control de la empresa. Los Consejos Obreros son la forma de organización durante el período de transición socialista en el cual la clase trabajadora está luchando por el predominio, está destruyendo al capitalismo y organizando la producción social.