La puerta que abrimos nos golpea la cara al cerrarse

El proceso que se abrió en el 99 con el triunfo de Chávez, despertó en la gran mayoría del pueblo venezolano una nueva forma de ver las cosas y el nuevo presidente impulsó esta nueva forma de ver las cosas, impulsó cambios importantes, reformas incluyentes que calaron en el sentir del pueblo, las distintas misiones, las universidades, los barrio adentro y muchas otras cosas más, todas dentro del marco del sistema capitalista.

Uno de los principales errores, que a nuestro modo de ver cometió el presidente y que marcó el rumbo a seguir de su gobierno fue después de que el pueblo derrotó el golpe fascista de abril de 2002 y que dicha acción logró rescatar al presidente electo de manera democrática por las grandes mayorías del pueblo. En su entrada triunfal llamó a la reconciliación y absolutamente todos los fascistas (fachos) que festejaron asesinando a nuestra gente y destruyendo el hilo constitucional salieron con enormes sonrisas. Este error quedó demostrado a finales del mismo año y principios del 2003 con el paro sabotaje a PDVSA, donde el pueblo y la clase trabajadora demostraron por segunda vez el apoyo irrestricto al presidente y la capacidad y compromiso de avanzar si en cualquiera de estos dos momentos el presidente así lo hubiese decidido, pero también demostró la fortaleza que aún tenía la oposición para salir ilesos de esta encrucijada que de haberse aprovechado los hubiera barrido de la historia y no les hubiera permitido mas tarde recuperarse y conformar las “quintas columnas franquistas” en nuestras principales Empresas e Instituciones..

Con el paso del tiempo el discurso del presidente se fue radicalizando tanto que empezó a hablar del socialismo de manera abierta, contra el imperialismo, inclusive hasta llegar a declararse marxista. Esto lejos de ser malo no cumple con los principios fundamentales de construcción socialista porque una cosa es lo que se dice y otra quién la hace.

En ese sentido, después de diez años de gobierno revolucionario las cosas están tomando un matiz abiertamente distinto al discurso del presidente, fundamentalmente en las instituciones del Estado y las empresas nacionalizadas, vale decir que estas empresas fueron nacionalizadas indemnizando a los capitalistas dueños, pero en todo caso esto no es lo más dañino aunque las acciones contradigan el discurso y esto representa un atraso en la subjetividad de los colectivos.

Lo más dañino y asombroso es que absolutamente todas las instituciones y empresas del Estado están dirigidas por oportunistas y reformistas de izquierda corruptos y burócratas de oficio y por la derecha. Para muestra un botón, el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL) que nació al calor de la revolución y que con sus fortalezas y debilidades dentro de un proceso revolucionario pacífico venía dando grandes pasos hoy se encuentra sumergida en el más abyecto estancamiento con el riesgo de desaparecer.

Este instituto nació gracias a la presión que hicieron los colectivos organizados en seguridad y salud en el trabajo, los cuales lograron colocar a un candidato impulsado por ellos el Dr. Francisco González, siendo esto algo inédito en nuestra historia pasada y reciente. Esto sucedió casualmente bajo la primera gestión como ministra del trabajo de María Cristina Iglesias. El presidente, Dr. Francisco González se dio a la tarea de fortalecer este instituto así como la reforma de la ley que lo regía, la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT) creada en el año 1986, impulsando dicha reforma con una metodología de discusión a nivel nacional con los colectivos de la clase trabajadora.

Esta acción le costaría el cargo ya que en los hechos la ministra no tenía como prioridad esta reforma, demostrando con esta actitud que fue la presión de los colectivos organizados los que lograron la creación de este instituto y no la “voluntad política” de la ministra.

En las siguientes administraciones se cometieron errores que más tarde empezarían a pasar factura, fundamentalmente la de Gustavo Sequera, no queremos especular como hubiese sido con el Dr. Francisco, esto sería caer en especulaciones sin sentido, lo cierto es que este instituto hoy está en manos de un tal Néstor Ovalles (supuestamente dirigente de la FSBT) que funge como Vice Ministro de Seguridad Social y de Presidente encargado del INPSASEL, colocado en ese cargo por la Ministra María Cristina.

Es bueno hacer un aparte ya que debemos recordar que José Ramón Rivero, también de la FSBT fue ministro del trabajo y su gestión fue terrible. Recordemos que en la primera gestión de María Cristina, el hoy vice ministro del trabajo Elio Colmenares fungía como “asesor”, esto será casual o causal? analicemos un poco.

El presidente no ha pegado una con este ministerio, absolutamente todos los que ha colocado como ministros/as han resultado una manada de incapaces y estos a su vez han colocado de vice ministros a otra manada de incapaces. Esto permite que este ministerio no dé absolutamente la más mínima respuesta a la clase trabajadora y esto se puede constatar cuando nuestro trabajo es con las bases de la clase trabajadora.

Este ministerio hoy juega a la destrucción del INPSASEL y no hace lo mismo con el Seguro Social ya que al presidente de este lo nombra directamente el presidente de la república y a este le reporta.

El vice Néstor Ovalles tiene paralizado al INPSASEL, al INCRET y a la Dirección de Empleo, lo mismo podemos decir de Elio Colmenares con las inspectorías del trabajo, todo esto con el aval de María Cristina, hoy este ministerio no está dando ningún tipo de respuesta a la clase trabajadora, hacen todo lo contrario, reflejo de esto es el caso de los trabajadores de la Mitsubishi.

El caos en esta institución es cada día más terrible, en las distintas Diresat no hay el suficiente personal para atender las demandas de la clase trabajadora, hay Diresat que solo tienen dos inspectores, un solo médico y a veces ninguno, no tiene abogados, enfermeras, en fin, la escasez de personal es tan notoria que el acumulado de trabajo se debe estar acercando al acumulado que hay en las inspectorías, salvando las diferencias ya que en las inspectorías es costumbre que esto suceda.

En el INPSASEL sus servidores se han caracterizado por dar respuesta, nos referimos al personal de las Diresat, pero no solo eso, también atienden a los trabajadores que son enviados desde las distintas inspectorías con problemas que no puede resolver el INPSASEL y que son exclusivos de las inspectorías, esto compañeros sin mencionar las condiciones de salario, pero más allá de eso las condiciones de trabajo de estos servidores es realmente humillante.

Esto no significa que dentro del INPSASEL no hayan personas adversas al proceso revolucionario, claro que los hay y muchos, realmente son muy pocos los que impulsan una nueva institución y todos los que la impulsan están en las bases y el 0,1% en la dirección, la gran mayoría de los directores, por alguna razón pierden los principios y pasan a ser aduladores del vice ministro, le rinden pleitesía y son incapaces de ser críticos delante de él y llevar una discusión seria que apunte a poner este instituto al servicio de la clase trabajadora o que por lo menos a que beneficie a la clase trabajadora.

El personal que están contratando es un personal que no tiene ni idea de lo que es este instituto, empezando por el mismo Néstor Ovalles que lo ha manifestado. Aquí podemos poner un ejemplo: el nuevo coordinador de seguridad, este señor cree que con llevar una franela y una cachucha con el logo del instituto se van a solucionar los problemas, para él lo más importante es la “imagen”, este mismo señor giró instrucciones por escrito a su personal de que solo se revisarían los bolsos del personal que no tuviera cargo de dirección, es decir a los directores y directoras no se les revisaría su bolso, y esto lo colocó en una cartelera, claro luego la quitaron, pero las instrucciones están giradas.

Este simple hecho indica la calidad de gente que están contratando, es lamentable que estas cosas sucedan, pero lo peor de todo es lo que está sucediendo con la formación que esta institución imparte en el seno de los delegados de prevención, este humilde servidor ha pasado por esta formación y les puedo asegurar que si lo que salió publicado el 18 de mayo en El Universal es cierto, es realmente lamentable, pero más lamentable aún sería si los colectivos de delegados no nos pronunciamos al respecto.

Esto es lo que está sucediendo con las instituciones y con el proceso revolucionario, la puerta que el pueblo abrió eligiendo a Chávez nos está golpeando la cara porque se está cerrando, producto del secuestro de estos “izquierdistas” que dirigen las instituciones y la falta de confianza en el pueblo trabajador.

ORGANIZACIÓN Y UNIDAD REMEDIO INFALIBLE CONTRA ESTE MAL

En el seno de los trabajadores del INPSASEL está ocurriendo lo que en todas las instituciones, hay una dispersión bárbara, no hay organización ni unidad y lo que es peor, hay funcionarios de base que se prestan para el sucio juego de cacería de brujas contra sus hermanos de clase, esto es realmente nefasto ya que esto reafirma y consolida la subjetividad que queremos cambiar.

Hace poco nos enteramos del lamentable acontecimiento ocurrido en la Diresat de Monagas, donde una trabajadora de la misma murió en una clínica esperando una clave para ser atendida, esto responde a que a los trabajadores del instituto le cambiaron la póliza de Seguros Venezuela por la de Seguros La Previsora, disque por orden de la Vice Presidencia, de ser esto cierto por qué las demás instituciones no la tienen, no se trata de que “obliguemos” a utilizar una compañía de seguros del Estado, se trata de que de ser así este debe garantizar la atención de los trabajadores. Pero yendo más lejos, de lo que se trata es de implementar un sistema socialista de seguridad social, en lo cual el gobierno se encuentra en deuda, absolutamente ninguna de las medidas que el gobierno ha tomado son de carácter socialista, todas son de carácter reformista capitalista.

De seguir así y de seguir con esta terrible apatía por parte de los trabajadores del INPSASEL, esta institución colapsará irremediablemente si antes la clase no se ocupa. Esperemos que no se ocupe muy tarde.

Los delegados de prevención hoy nos encontramos desamparados desde todo punto de vista, es decir, desde nuestro seno no hay organización y unidad, la mayoría de los frentes están quemándose en sus hogueras y lo peor es que hay frentes que se han dado a la tarea de sabotear como el frente donde está un tal Luna, o Utrera, Olga, Rafael y los del Zulia, entre otros. También hay frentes que se encerraron en sus fronteras y se conforman con “controlar” una Diresat como el frente Francisco de Miranda.

No todos son saboteadores y hay muchos que realmente desean un cambio revolucionario y socialista como el frente Francisco de Miranda, pero como decían los viejos, el deseo no empreña; y si estos que tienen las ideas más claras no impulsan la unidad, estamos fritos. Hay otros que están surgiendo como el de Vargas o el de Capital (que no es el de Olga ni el de Rafael), esperemos a ver que impulsan.

Bueno compañeros, solo soy un delegado que ha querido participar en la organización y unidad de todos nosotros, pero en mi silencio he notado que cada vez que intentamos organizarnos y unirnos nos dividimos más y esto solo fortalece a la oposición de derecha y de izquierda.

El socialismo solo se construirá con la organización y unidad de la diversidad, no soy un delegado con un discurso como el de muchos que he escuchado, solo quiero decir lo que veo y estoy sintiendo.

Analicen, y de ser posible, imiten mi atrevimiento.

(*) Delegado de Prevención

jose.luisperez80@hotmail.com




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José Luís Pérez (*)


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