Las elecciones parlamentarias a la Asamblea Nacional y al Parlatino de Venezuela han sido una evidente muestra de Democracia Participativa frente a las previas elecciones al Legislativo venezolano que se han expresado en el muy alto índice de participación al acto de votar por dos fundamentales razones: la conciencia general en los votantes y los éxitos y los rechazos de y a las políticas revolucionarias que se has aprobado y desarrollado en revolución. Además la participación del líder de la Revolución Bolivariana y Presidente del PSUV, Hugo Rafael Chávez Frías, en el proceso previo al acto eleccionario que demostró la evidente realidad de la relación del líder con sectores sociales con conciencia telúrico-bolivariana-nacionalista. Por último, nos enseñó realidades que todo proceso revolucionario contienen en una etapa de transición; en este caso concreto, es la manifestación de las dos conciencias que se expresan en la sociedad venezolana cuando aún la conciencia capitalista-racista tiene una muy importante presencia en todos los sectores sociales de la sociedad venezolana. Nos explicaremos tratando de ser muy objetivos, realistas y sin otorgar favores.
El proceso previo al día de las elecciones, 26-S, nos mostró dos realidades: las importantes movilizaciones de masas promovidas por el PSUV conjuntamente con los factores revolucionarios y sus novedosas políticas del “casa por casa” y la importante presencia del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, por el lado revolucionario; mientras que la segunda razón está expresada en la aparente triste e innecesaria campaña de promoción política de los factores políticos que se oponen tanto a Chávez Frías como al proceso político-social de la Revolución Bolivariana. Es en esa realidad no medible, en sus momentos, donde se expresó la actual realidad política de la sociedad venezolana como un todo y producto de esa realidad, las sociedades se manifestaron en las “máquinas de votación” con los resultados conocidos. La conclusión primaria de lo antes escrito es que la Democracia está consolidada en Venezuela conjuntamente con realidades tanto en el consciente como en el inconsciente de los votantes que también se expresaron en las “urnas”.
Las elecciones parlamentarias nos han mostrado sin “miramientos ni tapujos” que la sociedad venezolana está dividida en dos grandes bloques: la revolución y la contrarrevolución lo que nos lleva a tener que admitir que la “lucha de clases” no solo está presente sino que se ha agudizado algo que, por cualesquiera hayan sido las razones, hemos tratado de ignorar por aquello de la “transición democrática y en paz” del proceso revolucionario. Tamaño error de decisión aun y cuando se estaba consciente de esa inevitable realidad; es decir, volvimos a cometer el mismo error previo al “Golpe del 11 de Abril”. Al mismo tiempo que no hemos sabido y, quizás, aceptado el profundo significado del “13 de Abril”, el “Día de la Dignidad”, excepto por Ernesto Villegas que en un programa de opinión el día de las elecciones, en VTV, hizo un llamado a repetir el “13 de Abril” en el proceso eleccionario parlamentario. Lo que es “mucho peor” no estamos entendiendo las lógicas etapas de toda revolución. ¿Debilidades en la conciencia revolucionaria y/o falta de lecturas?
La pregunta sería ¿perdió la Revolución Bolivariana y/o ganó la contrarrevolución? Pensamos que no es la pregunta correcta porque estaríamos cayendo en el juego ideológico de la Democracia Representativa en sus paradigmas ideológicos que es, en última instancia, lo que busca el proyecto contrarrevolucionario en su proyecto “vuelta al Poder”. Decimos que no es la pregunta que debemos hacernos porque nuestra Revolución Bolivariana no es copia de ninguna otra revolución que la Historia nos ha enseñado donde “beben” los ideólogos de la contrarrevolución; pero, entonces, ¿Por qué esa importante manifestación de diferentes estratos sociales a favor de la contrarrevolución como se ha manifestado en los resultados electorales-parlamentarios? Porque no le hemos puesto la suficiente atención al tema de la “conciencia” y punto. Es decir, los factores que permiten una más sólida y profunda educación en la conciencia del “todo venezolano” han fallado por las razones que fueren sin querer decir con ello que estaríamos señalando a personas en particular sino al diseño de los paradigmas educativos que nos lleven a educar a y en los diferentes estratos sociales, cada uno con sus propias características, qué es y qué significa la Revolución Bolivariana para Venezuela y para los países al sur del río Bravo.
¿Cómo actuaron los factores contrarrevolucionarios y cómo los factores revolucionarios en el día de las votaciones? Los factores contrarrevolucionarios en las clases A y B antes de las 12 del mediodía habían votado; esta realidad es muy significativa en lo que queremos demostrar porque ello contrasta con lo que expresamos más arriba sobre la “no propaganda” masiva como se dio en el campo revolucionario; es decir, las clases A y B estaban, perfectamente, conscientes de su obligación de clase de votar no por individualidades sino contra el líder de la Revolución Bolivariana y el significado de la Revolución Bolivariana donde la figura emblemática para la contrarrevolución se representó en María Corina Machado que expresa al capitalismo dependiente hacia Washington y a las derechas nacionales e internacionales, es decir, la conciencia de ese capitalismo “puntofijista” impuesto por don Rómulo Betancourt y Rafael Caldera Rodríguez durante los 40 años de la 4ta República. En ese mismo orden de ideas, ninguna figura-propuesta de la contrarrevolución tenía el carisma de clase de la mencionada. Cabe la pregunta ¿Es María Corina Machado la líder y/o el referente ideológico? Analicemos la figura de la dama en cuestión. Es blanca, se expresa como clase media, es aceptada por el Poder de Washington, es el emblema del anti-comunismo, tiene la figura de las propagandas comerciales, no es rubia y es fotogénica. ¿Dónde está la propaganda donde aparezcan los afro-descendientes de la contrarrevolución? ¿Por qué la contrarrevolución hizo propaganda en las “cableras” donde si aparecían afro-descendientes? Mucho queda por aprender, tener que aceptar sin soberbia y trabajar por la Revolución Bolivariana porque no se trata de ser más revolucionario que los demás sino de objetivar qué significa hacer la Revolución en la etapa de transición y nos parece que nos hemos olvidado que estamos en “la etapa de transición” porque nuestra realidad actual, camaradas, no es la cubana actual.
Analicemos dónde se perdió y dónde se empató, por ahora. Primeramente, en el Oriente de la Patria. ¿Qué pasó en Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta? Primeramente, recordemos un poco de Historia y permítasenos antes comunicar que el ideólogo de la contrarrevolución es una persona, intelectualmente, estudiosa, analítica, profunda, conocedora tanto de la Historia de Venezuela como de la Historia de la Revolución Bolchevique (ya Fidel sabe a quién me refiero), objetiva y fría en sus diseños, objetivos y conclusiones y nada burócrata. Regresemos a la Historia de Venezuela. Cuando Acción Democrática se dividió con el cariñosamente llamado el “Viejo Prieto”, don Rómulo Betancourt lanzó aquella frase del “we will come back” y como tal, inmediatamente, después de las elecciones comenzó su arduo trabajo de recuperar el “partido blanco” realizando su primera visita al pueblo de Cariaco, es decir, en el Oriente adeco. Cabe la pregunta ¿Cómo hemos trabajado en la conciencia de los habitantes del Oriente del país para desmontar esos paradigmas adecos en Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta? En Monagas, cuna de aquel político anti-comunista del “Inciso 6to”, don Alfaro Ucero, estado adeco por excelencia, fue donde Diosdado Cabello arrasó con su trabajo permanente y constante. Trasladémosno al Occidente, Táchira y Zulia. Es un error grave “meter en el mismo saco” a estas dos entidades estadales porque son profundamente diferentes en toda su estructura no solo geográfica sino social y cultural. El Táchira es conservador, tradicional, con niveles de cultura andina y zona fronteriza; siempre hemos considerado que la sociedad tachirense como la bogotana aún viven en aquella sociedad descrita por Pío Baroja. El estado Zulia es un estado que se considera “fuera de Venezuela”, cuya teluridad viene del campo desmontado y del petróleo descubierto, con una idiosincrasia sólida y consolidada donde el líder fundamental ni siquiera es zuliano y donde sus dirigencias socio-económicas miran al norte excepto por algunas ráfagas hacia las derechas europeas. Por último, Miranda, caso muy particular en estas elecciones porque demostró la realidad actual de la “lucha de clases”. Por el lado de la Revolución Bolivariana debemos destacar los contundentes triunfos en los estados Vargas, Barinas, Portuguesa, Trujillo y Yaracuy. Destacamos los triunfos donde el PSUV dobló los elegidos de la MUD. Caso particular es Guárico. Triste caso sería el del PPT.
La Democracia Participativa ha triunfado y se ha consolidado; lo que deberíamos destacar es que las derechas venezolanas no se han percatado no solo de esa realidad sino que “han participado” de y en esa realidad y ello se debe, fundamental y objetivamente, al trabajo del Consejo Nacional Electoral con su “trabajo de hormiguita” expandiendo el concepto del significado de “Democracia Participativa” al llevar todos y cada uno de sus paradigmas a la conciencia del venezolano como elector. Pero ello es puntual. La Revolución y, particularmente, la Revolución Bolivariana es un proceso global que tiene muchas y diferentes variables que se deben precisar, desarrollar y aplicar en sus praxis globales. Por otro lado, la figura del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, se ha consolidado aun mas en los sectores de las clases populares y está “calando” en sectores de la clase media y ráfagas en las clases A y B.
¿Qué hacer? Tratemos de analizar la actual realidad post-elecciones parlamentarias. En primer lugar, no debemos caer en la “trampita” de un parlamento pluricolor y democrático al mejor estilo de la Democracia Representativa. El PSUV tiene la mayoría de parlamentarios con conciencia revolucionaria y con experiencia legislativa; la oposición ha estado fuera del Legislativo y ello tiene su peso específico. Desde la presente fecha hasta la nueva Legislatura se debe profundizar el trabajo revolucionario en el seno de la Cámara, mejorar el Diario de Debates, realizar praxis de Democracia Participativa, movilizar a los sectores sociales donde el PSUV y el PCV tuvieron importantes y fundamentales triunfos para la praxis popular logrando profundizar el Poder Popular, aplicar las tesis de Mao de consolidar donde se es sólido sin miramientos, sin mirar a los lados porque estamos en Revolución porque las derechas trataran de sabotear, desmontar, alargar los debates, desmoralizar a aquellos parlamentarios con “debilidades de conciencia” lo que nos obliga a una mayor y permanente praxis cotidiana.
La Revolución Bolivariana ha entrado en una nueva etapa revolucionaria donde el “frente externo” jugará un papel fundamental, particularmente, en el Parlatino donde la claridad de objetivos es fundamental. El líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, se ha crecido no solo por su contacto con el Poder Popular porque Chávez Frías sino que se crece cuando las batallas son asimétricas y es cuando el líder popular se torna “muy revolucionario”. Para decirlo en frase llanera: “llanero no levanta muerto por rabo”. Chávez Frías sabe y conoce de los errores y de las soluciones y los grandes líderes toman decisiones difíciles en estos momentos de “crisis de crecimiento”. Debemos conversar y tenderle una mano a aquellos factores revolucionarios que se equivocaron porque sumar es de sabios y la contrarrevolución sabe y conoce que el consumismo es su mayor fortaleza. Desarrollemos la conciencia revolucionaria.
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