Sobre la crítica necesaria

El avance hacia una cada vez mejor situación de justicia, equidad e inclusión social está movido al menos por 2 motores: el primero, la utopía como horizonte de acción, como búsqueda de una mejor sociedad para todas y todos. El segundo, la permanente crítica oportuna, positiva y propositiva sobre lo que se hace y se deja de hacer, que ayude a reajustar el camino y acelerar la marcha si ello es necesario.

El llamado del Presidente a cumplir con las 3R luego del fallido intento de aprobar la reforma constitucional en 2007 fue un importante paso hacia la crítica necesaria al funcionamiento del Estado, que lamentablemente no prosperó. Hace unos meses y reconociendo esto, el propio Presidente Chávez pidió retomar y multiplicar esta iniciativa, yendo más allá esta misma semana cuando ha pedido abrir mayores espacios para las críticas que ayuden a identificar aspectos propensos de mejora dentro del proceso revolucionario.

Detrás deben quedar las posiciones polarizadas que poco o nada aportan al avance social. La crítica requiere que quienes la eleven lo hagan con la vista puesta en supremos intereses sociales y no en mezquinas posiciones personales; y que quienes la reciban tengan la humildad necesaria para asumirla en pos del objetivo estratégico. Claro, para alcanzar esto se requiere un alto nivel de conciencia, que aunque el Estado hace esfuerzos desde hace 12 años, ejerzo mi derecho a la crítica para proponer aún mayores esfuerzos en: 1) la formación sustantiva y la superación de la consigna aislada, que ahonde en ideas y razonamientos; 2) el destierre de la intolerancia, que sin confundirse con el conformismo o el consenso, sea un canal que permita abrir espacios dialécticos para el avance; 3) la discusión propositiva, que emerge de sumar las dos anteriores y abre espacios para identificar y actuar sobre las áreas que se requiera, enmarcada en el cumplimiento de la Ley y el principio del mayor bienestar colectivo; y 4) la superación del momento reactivo, traducido en estar a la vanguardia al afinar la capacidad de proponer y limitar la mera reacción.

Desde el sujeto de a pie hasta el que ocupe la mayor jerarquía, todas y todos debemos criticar y proponer; escuchar y respetar; evolucionar y re-evolucionar para poder revolucionar. He allí el camino que necesita la Nación.

oliver.reina@gmail.com

@oliv22


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Oliver Reina

Gerundiando: Haciendo, revolucionando, sintiendo, leyendo, escribiendo, escuchando, acompañando, conversando, CREANDO. Ah, y pichón de y que fotógrafo

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