El más grande logro de la Revolución

No hay duda para quienes militamos en el proceso Bolivariano que el logro más importante de la Revolución, es la Humanización de la conciencia ciudadana; nuestra sabiduría, conocimiento o razón, hasta la llegada de Hugo Chávez, estaba al servicio del egoísmo, los que vivíamos, lo hacíamos solo para nosotros mismos, Venezuela estaba dividida en dos toletes, pero no era gobierno y oposición, no, era privilegiados y excluidos; los que vivíamos y los que subsistían; unos pocos controlando todo, porque para ellos hasta la miseria era y sigue siendo un negocio y una gran mayoría conformando los cordones de miseria, desnutridos, padeciendo todo tipo de enfermedades, al margen del sistema educativo, en condiciones infrahumanas.

Entonces llegó el despertar, la humanización de la conciencia y Hugo Chávez nos enseñó a sentir a ese 80 % de excluidos como hermanos, como iguales, como humanos y merecedores de vivir con dignidad; y comenzamos a practicar la equidad, aquella de la que escuchamos hablar alguna vez en la facultad de derecho (dar a cada quien de acuerdo a su necesidad y pedirle de acuerdo a su capacidad) y empezamos a practicar la justicia; y surgieron las misiones y con la práctica de la equidad se acercó la justicia al pueblo que había sido execrado de la estructura del Estado, privilegiando a quienes eran rentables para los gobiernos cuarto republicanos por ser expertos negociantes.

Y Hugo Chávez ganó las elecciones en 1998 con dos ofertas fundamentales, celebrar la Asamblea Nacional Constituyente y devolverle el poder al pueblo.

La Constituyente se celebró con éxito, gracias a esa humanización de la conciencia colectiva que nos condujo a asumir la solución de la problemática social como un todo y para todos; y allí nos encontramos hoy día, constituyendo Consejos Comunales, en el seno de nuestras comunidades, para conformar comunas y edificar el Estado Comunal con sus instancias de poder a través de las cuales potenciar el ejercicio del poder popular, asumir el control de nuestros medios de producción, producir lo que requerimos para alcanzar el bien común y apropiarnos de la distribución y el intercambio, para fundar un Estado Socialista donde todas y todos tengamos un mejor vivir, con amor, respeto, solidaridad, compasión, en paz y libertad; vivir en Comuna es posible, gracias a la humanización de la conciencia colectiva.

Sin embargo es menester señalar, que esa misma humanización es lo que ha permitido garantizar salud a ese hombre y esa mujer consciente, por ello la revolución entonces nos trajo Barrio Adentro, llevando la atención preventiva y curativa a las comunidades en un acto de justicia social.

Pero hombre y mujer conscientes y sanos deben alimentarse y el Gobierno Bolivariano creó los Mercal, Pdval, Casa; ahora, esos nuevos ciudadanos (as) con conciencia del valor del ser humano, sanos y nutridos, requieren formación y el Gobierno Revolucionario, habiendo alfabetizado más de un millón y medio de personas, puso en marcha la Misión Ribas y la Misión Sucre.

Consciente, sano, alimentado, académicamente formado, el pueblo requiere vivienda y el Gobierno Revolucionario asumió con seriedad en el oportuno momento histórico la satisfacción de la necesidad de un techo digno para millones de familias que fueron condenadas a los cordones de miseria, al hacinamiento y a la explotación de quienes se adueñaron ilegalmente de los terrenos que son de todos y todas.

Satisfechas las necesidades básicas, la Revolución también se ocupa de la salud psíquica de su pueblo y en ese sentido ha rescatado para su disfrute, espacios que por años les fueron vetados.

La humanización de la conciencia colectiva también exige de quienes inmersos en el proceso de cambio apostamos a una transformación, trabajar a lo interno en la transformación integral de cada uno de nosotros; se impone la necesidad de volver a nuestro origen, cuando nacimos no trajimos rencores, resentimientos ni egoísmos, fuimos puro amor; es menester retornar al amor incondicional, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”; solo el amor nos hará libres de nuestras miserias humanas, solo el amor al prójimo nos conducirá a vivir como humanos, con respeto por nosotros y por el otro, con honestidad, con solidaridad, en justicia y equidad, con responsabilidad y en paz. Asumamos con conciencia, nuestras debilidades y decidamos hoy transformarlas en fortalezas.

Que Dios bendiga a Hugo Chávez, le sane definitivamente y le permita encontrar el equilibrio de su mente, cuerpo y alma para que siga conduciendo nuestro destino, el de toda Latinoamérica y el de los pueblos hermanos del mundo.


Vice Presidenta del Frente Nacional de Abogados Bolivarianos

minnorij@yahoo.com


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Minnori Martinez Gómez


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