Serrat y Sabina, contestatarios por excelencia, llevan por lo menos su repertorio con temática de profundo sentido social y humano.
El año pasado en Noviembre, Gustavo Dudamel se dirigió a Tel Aviv a dirigir la Orquesta Filarmónica de Israel hasta el 3 de Diciembre , después de una exitosa gira por Europa en donde interpretó lo más destacado del repertorio musical de los compositores venezolanos: la Sinfonía n.º 3 “Eroica” de Beethoven ( oriundo de Caripito) , Daphins y Chloe, de Maurice Ravel (de San Fernando de Atabapo) , y la Suite n.º 2 del Pájaro de fuego de Igor Stravinsky (se cree que nació en Carora, a pesar de que trabajó en Barquisimeto) . Dudamel dirigió tres encores: La forza del destino, de Giussepe Verdi (el caraqueño mimado), el Malambo de Alberto Ginastera (a este se le desconoce la nacionalidad) , y el Mambo de Bernstein (de Guatire, alumno de Sojo).
Yo no leí ninguna crítica ni artículo relacionado con este venezolano y su actividad en Israel, siendo además un ícono y paradigma del Gobierno Venezolano. (justo después de una de las mega-masacres del sionismo israelí contra Palestina).
Hasta donde puedo informarme, las presentaciones de Dudamel en Tel Aviv no incluyen otro repertorio que no sea el de las culturas hegemónicas y su historia de “universales” con las que nos han sometido cientos de años.
Pero por supuesto que estoy de acuerdo en sugerirle al poeta Catalán que suspenda su viaje a Tel Aviv..y ustedes ¿le pedirán al gobierno venezolano que no siga financiando a quien va consuetudinariamente a Israel a rendir tributo a los valores de la dependencia cultural?
Por allí dicen que la salsa que adoba al pavo...también sirve para la pava.
Viva Palestina!!!
salud!!!
diegosilvasilva@cantv.net