Por incumplir el mandato cristiano que data de más de 2012 años “ama a tu prójimo como a ti mismo”, es que tenemos Inseguridad, Delincuencia y Funcionarios negligentes, deshonestos y abusadores, entre otros males, como los de la PNB que vi hoy en la Avenida Nueva Granada, maltratando a una madre de familia que se gana la vida vendiendo chucherías en las busetas.
La delincuencia se genera por la falta de amor que forja embarazo precoz y consumo de alcohol y otras drogas.
Como acabamos con el consumo de droga? , amándonos a nosotros mismos y desde ese profundo amor hacia nosotros, amando a nuestro prójimo (niño, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos). Así evitamos que se sientan abandonados, excluidos, desatendidos, incomprendidos y tengan necesidad de consumir; así acabamos con los consumidores, el embarazo precoz, y por consecuencia con la delincuencia.
Si logramos acabar con el consumo, desaparecerán los distribuidores y por consiguiente los carteles. Hoy día nadie anda en carreta, la sustituyo el motor, hoy día nadie usa máquina de escribir, la sustituyo la computadora, hoy día nadie usa Lp, lo sustituyo el CD, hoy día nadie usa vela, la sustituyo la bombilla incandescente, un día la droga será sustituida por el amor. Habrá sacrificios humanos, seguramente que si, pero valdrá la pena, los ha habido a lo largo de la historia de la humanidad, los hay hoy día, por nada; vale la pena por el amor. Si nos ocupamos de nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, lo que en la estructura del Estado se conoce como pueblo y desde el desarrollo de una política basada en el cultivo de valores de convivencia humana, nos formamos todos y todas y comenzamos la práctica del amor al prójimo generaremos cambios. “Amar al prójimo como a ti mismo”, comporta cuatro elementos determinantes: ser agradecido, solidario, compasivo y servicial.
La solidaridad es el acompañamiento consciente del otro en sus alegrías y en sus penas, con respeto, honestidad, responsabilidad y compromiso.
El respeto lleva implícita la sinceridad en cada acto, la puntualidad, la tolerancia, la verdad y el desinterés. Soy compasivo, cuando me pongo en tu zapato para entender como te sientes, porque actuaste de esa manera, sin juzgarte, solo para apoyarte desde mi profundo amor.
Sirvo desinteresadamente desde mi profundo amor, ayudándote en lo que necesites; siempre que no signifique sacrificio para mí porque entonces me estaría comportando como un servil; sin esperar nada a cambio, no para pasarte factura, sino por el placer de servir, con una gran humildad.
Cuando todos y todas actuemos desde el amor, esto es, no desde el dolor, no desde el temor, no desde el rencor, no desde el resentimiento, no desde el odio, no desde la venganza; sino con solidaridad, compasión y vocación de servicio, con respeto del otro, de su derecho, de lo ajeno, se acabarán los hurtos, robos, estafas, apropiación indebida, la corrupción administrativa y hasta el adulterio; cuando para todos y todas la vida sea un valor, se acabarán los homicidios.
Por falta de amor al prójimo es que Barak Obama y sus antecesores han enviado soldados a la muerte y a asesinar a otros hermanos.
Por falta de amor al prójimo es que la oposición venezolana, necesaria por demás para: contribuir a mejorar la gestión pública, con programas; para controlar la gestión del gobierno; planea y ejecuta golpes de Estado, genera la campaña de odio y terror que ejecuta a través de algunas emisoras de radio y televisión privadas, disociando psicológicamente a un 40% de la población, de los cuales, más de la mitad, recibe atención médica y educación gratuita, alimentación permanente y solidaria, se está apuntando en la misión vivienda y pide que se vaya Chávez; es gente que no se ama a si misma y en consecuencia no ama a nadie, practica la cultura del desamor: indolencia, irrespeto, deshonestidad, irresponsabilidad, queja; ignora lo que significa servir; práctica también de muchos de nuestros funcionarios públicos que llegan tarde y no atienden a nadie, ni dan respuesta oportuna y precisa, violando el artículo 51 constitucional e irrespetando a aquellos a quienes se deben.
Es necesario que nos reconciliemos con la humildad y nos divorciemos de la queja; concientes que la humildad nada tiene que ver con pobreza ni exclusión; es nuestra capacidad de obrar sin echonería, con sencillez, sin egocentrismo, reconocer los desaciertos, pedir perdón y perdonar. Estoy convencida que no podemos cambiar el mundo, no podemos cambiar el país, pero podemos ser mejores personas cada día cambiando nosotros, con nuestro ejemplo, podemos ayudar a otros a cambiar, porque cuando vemos que otros vuelan, comenzamos a ver que nosotros también tenemos alas.
Desde las instituciones podemos impulsar una campaña de formación con valores y principios de convivencia humana, sirviéndonos del sistema de Medios Públicos y en cumplimiento del artículo 108 constitucional que les impone el deber de contribuir con la formación ciudadana; que nos induzca a cultivar los valores del socialismo, esto es, principios y normas que orientan la acción humana, entre otros el amor al prójimo, mediante la práctica de la gratitud, la solidaridad, la compasión y el servicio con responsabilidad, honestidad, tolerancia, compromiso y humildad.
Conscientes que el cambio es una decisión y que comienza por cada uno de nosotros; nadie va a cambiar porque le digamos, porque se oye mas duro lo que hacemos que lo que decimos, enseñamos con el ejemplo y trabajar en la prevención para evitar la comisión de hechos generadores de sanción o dolor, convencidos que si la represión hubiese funcionado no tendríamos cárceles hoy día, debe ser el norte de esta Revolución de amor.
Cuando padres y madres aprendan a amarse se acabará el abandono y el maltrato infantil. Cuando hombres y mujeres aprendan a amarse se acabará la violencia de género y comenzaremos a ver los pasos agigantados de la Revolución.
Abogada Bolivariana
minnorij@yahoo.com