"La técnica es una herramienta más que te da acceso a un cierto nivel de forma deportista,
pero esa técnica no debe hacernos olvidar otras cosas más importantes: la táctica, la prepa-
ración física, la comprensión del juego, la condición psicológica, la actitud para enfrentar el reto,
la capacidad para sobreponerse a la derrota o para no enceguecerse con la victoria."
Ildemaro Sánchez.
Ex-entrenador de la selección nacional
de ESGRIMA.
Nunca me había propuesto, o no se había presentado la oportunidad de escribir sobre el deporte, y menos aún sobre un deporte que no se identifica para nada con nosotros, o mejor dicho, que no es nada popular, o que no se adapta a nuestra cultura. Ven!!! Ya estoy todo enredado, pero con el corazón grandote por esa satisfacción que nos dio Ruben Limardo Gascon, al ponerse en el pecho esa medalla dorada y pasar a la historia Olímpica y a la historia deportiva nacional. Si les soy sincero, no creía que jamás obtendríamos una medalla en ese deporte que se ve tan facilito. Le creía más a la posibilidad que Daniela Larreal, o uno de esos boxeadores, nos trajeran una medalla de plata o de bronce. Pero fué este joven Oriental, Limardo, quien con táctica, con física, con psicología, con actitud de orgullo patrio, con humildad para no creerse el más poderoso, se "coló" entre los más encumbrados espadachines y con espíritu guerrero arrebató el oro Olímpico al espigado y temible Noruego.
No tengo los elementos técnicos necesarios para apoyar la idea que me rondó en la cabeza cuando ví la gran diferencia en tamaño entre nuestro Limardo y ese señor Noruego casi Polaco. Pero lo que llaman "la lógica" me hacía razonar que los brazos de Bartosz Piasecki eran mas largos que los de Limardo y que con la extensión de la espada le llevaba clara ventaja a Rubén. Me dije: "Cónchale! Por qué somos tan bajitos aquí en venezuela?" Gracias a Dios, en este deporte como que no vale eso de ser más alto, sino ser más grande.
Fuí un deportista de mediana competencia con la Ilustre Universidad de Los Andes en dos deportes que para la época demandaban lo que se llama "un buen físico: baseball y football. En baseball me destaqué como pitcher, buen pitcher, a pesar de medir solo 1.67. Los compañeros de esa época deben recordar cómo mi hermano Gemelo Octavio y yo nos esforzábamos extra para lograr el extra que no nos daba el tamaño, Ese trabajo fue duro, durísimo. Carlos Adcox, aquel noble entrenador americano al servicio de la ULA, nos miraba con cariño y valoraba el esfuerzo extra.Teodoro Obregón aportaba lo técnico, lo humano, lo táctico. Hicimos el equipo. Los que salieron, altotes , prepotentes, se enojaron porque dos chiquitos habían hecho el equipo. Carlos Adcox y Teodoro Obregón fueron muy criticados, pero Universitarios fué el Campeón de los Juegos Universitarios. En footbal fuí un veloz puntero, escurridizo, driblador. De esos que centraban la pelota para que Carvajal la cabeceara en el punto penalty! ¡Qué época, Dios mío! En football, Juvines, muchos campeonatos, Nunca pude "hacer" lo necesario para ser profesional!
Pienso, hoy, después de tantos años de entrenamiento extenuante, cuán duro habrá trabajado nuestro Joven Héroe Limardo para llegar tan lejos, al Olimpo. Las veces que salí a pitchear confieso que salí con mucho "nervio", pero me sentía con dominio sobre mi brazo, la pelota, los movimientos, los lanzamientos. Pero ciertamente, no sobre el bateador, quien (supongo) se sentía dominador del bate. Imagino a Limardo seguro de su zurda, seguro de su técnica, seguro de su táctica, seguro de su sueño, seguro de su preparación física, seguro de su conocimiento de ese deporte. Y también respetuoso del contrario, quizá temeroso de lo grandote que se veía el Noruego.
Cuando un atleta llega al lugar de la competencia, llega sin saber qué es lo que puede acontecer. Todo se concentra en el momento del "enfrentamiento", por decirlo de una manera. Es allí cuando surgen las amenazas, y florecen las esperanzas. Cuando Limardo hizo esa ejecución excelente, nos mostró lo que estaba escondido detrás de su entrega diaria, mañanera, decembrina, sabatina, dominguera. Porque mientras usted y yo estamos de "rumba" o de "vacaciones" , Limardo está entrenando, puliéndose, para concretar"un logro de luz", para hacer aparecer el Oro, después de 44 años de sequía.
¡Dios te bendiga, Limardo! ¡Dios cuide a Morochito Rodríguez!
Al final,me gustaría terminar estas disparatadas ideas después de "emborracharme" con el triunfo de Limardo, con dos pensamientos de un excelente deportista Venezolano:
" El atleta aporta más al país de lo que recibe." Néstor Nieves,atleta de pista, Oro Panamericano.
" El Atleta jamás tiene vacaciones" Néstor Nieves,atleta de pista, Oro Panamericano.
Enviado a través de villegas_41@hotmail.com
Profesor .
Universidad Politécnica Territorial de Mérida "Kléber Ramírez"
Ejido, Mérida.
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