¿Recuerdan cuando Mike Tyson desesperado ante una derrota inminente, utilizó el sucio recurso de morderle, hasta seccionarle una buena parte, la oreja a su contendor Holyfield?.
Pues bien, sabemos que no le funcionó pero es un buen ejemplo para constatar de hasta donde se puede llegar cuando se está acorralado, como ahora mismo sucede con esa especie de cuota inicial de candidato opositor, en una contienda política como la que está en sus últimos rounds en este país, con miras a las elecciones del 07 de octubre.
A estas alturas la enorme diferencia, entre ese peso pesado, campeón en mil batallas que es Chávez, y el majunche, es algo que ni sus más acérrimos enemigos pueden negar, a pesar de lo que dicen boca afuera, como para darle contentillo a los cada vez menos seguidores de lo peorcito que la historia política venezolana pueda recordar, sobre un candidato de oposición como el que, irrespetando la tradición democrática del pueblo de Bolívar, el oposicionismo venezolano ha presentado para la desigual contienda.
Por eso cual a Tyson,le vemos casi a diario, por los medios a la derecha, muestras desesperadas de estado de ánimo, y recurren a prácticas reñidas con la moral y la ética como lo hemos visto con la horrible cuña necrofílica o lo de del billete de 100 ambas publicidades producto de una mente retorcida, que además sirve para mostrarnos la bajísima calaña de quienes pretenden tomar el poder a cualquier costo.
Por ello, ejemplos vivientes de ese grupo de periodistas, dueños de medios y opinadores que son fichas de una derecha perversa, que no tienen otra arma para disparar sus dardos venenosos que la mentira; basta leer al plumoso de Peñaranda en sus RUNRUNES para comprobar como sin pestañear, lanza afirmaciones, si no recordemos cuando aseguró lo de la fractura de fémur del Comandante como consecuencia de metástasis por el cáncer, para sólo mencionar uno de sus bodrios periodísticos, desmentidos por la realidad, pero además la interminable lista de porquerías que han resultado falsas y que sólo pueden ser creídas, por quienes ya es imposible rescatar del lodo en que se están consumiendo y que son su único capital electoral, al que están intentando conservar a como dé lugar, pues bien saben que hagan lo que hagan van a salir derrotados.
Y no hablemos del choro que dirige “Tal Cual”, un tipejo que si tuviese un ápice de vergüenza, ni siquiera debería abrir su boca, por su pasado impresentable contra el pueblo venezolano, cuando asumió su condición de traidor a sus principios y le dio la espalda al pueblo que una vez le adosó su confianza cuando enarbolaba las banderas del socialismo del cual ahora reniega.
El comportamiento, por ejemplo, mostrado ante el accidente (¿?) de Amuay, que no sólo este escribidor, sino muchos otros vislumbramos como un verdadero boomerang que les explotaría en la cara y los dejaría desnudos ante los venezolanos, las declaraciones del cura Lucker, increíbles por salir de la boca de un prelado de la iglesia católica, de quien se esperan palabras consoladoras ante una tragedia como la vivida y no una especie de gargarismos cloacales como lo que dijo por un canal extranjero, lo que a diario, las 24 horas del día sale de los albañales mediáticos de la derecha, sobre todo por un canal que delinque abiertamente como globovisión, camarógrafos armados de ese canal que se atreven a dispararle a un ciudadano, son pruebas más que evidentes de que como saben que ya no es posible derrotar la Revolución por las vías normales, asumen la de la desestabilización, la del terrorismo, la de la guerra sucia, se unen con el mismísimo demonio, hecho carne y hueso en la perversidad de personajes como Uribe y J.J Rendón, y ya no tienen empacho en dejar ver que no les importaría que corra la sangre una vez revelado un triunfo del candidato de la Patria, por contundente que este sea.
Por ello los revolucionarios debemos estar preparados, somos más, tenemos con qué, tenemos la experiencia del 13 de abril del 2002, cuando los sacamos corriendo como ratas y ya les hemos anunciado que si vienen de nuevo volverá el heroico 13 pero con más fuerza, sin perdones pero con justicia, sin el Cristo de el Calvario pero si con el del templo que con látigo en la mano echó a los escuálidos de la época que irrespetaban la casa de Dios, bajo la dirección del líder quien por ser el corazón del pueblo, tiene que latir al unísono con los millones de corazones que estaremos con él para defender el futuro de las generaciones por venir. Falta poco y estamos preparados.
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