Después de una precampaña atiborrada de propagandas para elegir entre los lechuguinos, quedó el salido, el que aprehende, interviene embajadas, se tatúa en el cogote, envía documentos forjados; el del perfil requerido por las corporaciones apandilladas en gringolandia y sionistolandia, secuaces, los reversos ex y de estos los ex. No rebobinan, no quieren aceptar que pasó su cuarto de hora. Cuando Ha muchacho pa bobo arrancó la pendencia en febrero, al principio como zombi, a continuación amnésico, después como que le pusieron carburo y se lanzó a millón, aunque con escuálidas manifestaciones de apoyo. Marinero de agua dulce, con una caterva de veintinueve organizaciones políticas, redición del chiripero, pero con otro gusarapo y sus cabecillas, articulados en el carrusel político, un sube y baja, arriba en la tarima, abajo tírame algo y rallarse con la figura del chofer del autobús, quien sin perder la maña, cobra peaje y de paso repele a los igualados.
En esa mezcla desigual, incongruente, sin aliño, que se autocalifican de capitalistas moderados, de centro izquierda, pero denigran del socialismo, son enemigos del comunismo; los veteranos socialdemócratas, viejos zorros que tiran el escardillaso y esconden los propósitos; pasando a jugar banco, calculando cosechas en otros tiempos por venir, en éste no van para el baile. Los socialcristianos camuflados y anticuados entre lechuguinos, capitalizan el estado en verbenas para pobres, visitas de barrios, pueblos y localidades, donde montan operativos relámpagos de talla y foto de estiramiento, descorriendo la tramoya. Cada vez menos, vuelven a campañas de ayer y asesoría de míster danger.
Faltando unas tres semanas de campaña, cinco partidos levantaron vuelo y el autobús con un viaje de puestos vacíos; expulsados un trío, dos se rasgan las vestiduras, cuestionando el guacal de chayotas empaquetadas, para pasarla como manzanas. Luego un tal Caldera con su cara de yo no fui, atrapado con las manos en la masa sin ser abril; mientras Capri, el otro, con su face de yo tampoco, sin ton ni son, lo desconoce. El mismito petulante, que no se atreve, que no enfrenta responsabilidades, escabulléndose cual guabina, si te vi no me acuerdo, no te conozco, por lo de amnésico, no.
Venezuela ya no es la que fue, hoy la Quinta República, Bolivariana de Venezuela, tiene quien vele por ella, se desprende de los lastres que el burguesito quiere reditar, hombre de poca fe, por más que se tongolee, más le arde el rancho y en desesperación actúan como lo que son, sobrados, sin cautela, en un escenario descubierto se observa el apresto para la confrontación. Los emisarios de la guerra expresan acabar con todo, con tal de salir de Chávez, de los chavistas, los socialistas, progresistas, y qué garantiza lo que se ha logrado avanzar, y el consolidado en democracia participativa y democrática, protagonizada por cada ciudadano consciente, los que le han visto el queso a la tostada que sólo la revolución ha procurado para los más necesitados, por las vidas de millones de venezolanos y venezolanas encaramados en los cerros, porque no se les permitió vivir, carencias producto de la no distribución de la renta petrolera, de paso tienen el tupe de increparle al gobierno por los males del Estado de hace un siglo, como si Chávez tuviera gobernando hace cincuenta años, no juegue.
Cuidado, no subestimemos al enemigo, no son adversarios dignos de confrontar, son fútiles y cobardes, acordémonos cuando recién atacaron las fortalezas del Comandante y sus más cercanos colaboradores. Luego hurgaron en el dolor ajeno, de familiares, amigos y compatriotas, ante el percance en la humanidad del hombre que el soberano ungió con la majestad otorgada. Que podemos esperar de quienes han actuado con bajeza, utilizando la enfermedad de un ser humano, aprovechándose para sacar votos. Además participan con foráneos mal poniendo a nuestro país en el exterior; acaso no son, lamentablemente los pueblos en esas naciones las que están en crisis, caos en los que los sumió el capitalismo, los neoliberales.
A la par de averiguaciones abiertas, para determinar cuáles fueron las causas de los últimos hechos que conmocionaron a Venezuela, ahora aparecen los que faltaban, saldrán otros a pescar en río revuelto, como estos conspicuos seguidores de la ultraderecha, que ya están ofreciendo plomo, patadas, piedras y demás lisonjas para acabar con los chavistas; una caterva de energúmenos de uso corriente, que se codean como caimanes en boca de caño, , el único antídoto ante tales ponzoñas es salir a votar todos masivamente, para conjurar los augurios necrófilos y cavernarios de los mercenarios de la extrema derecha ojo, guerra avisada no mata soldado dice un viejo refrán.
Hasta la victoria siempre, continuaremos venciendo el siete de octubre.
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