Domingo 07 de octubre, llega el final de la contienda electoral. La derecha cultural transita su etapa terminal y son varias las derrotas a cuestas: los sucesos de 13 de abril 2002 que la anuló como vocero del poder mediático; el aislamiento que vino por su rol en el sabotaje petrolero-paro patronal, allí sucumben como grupo social, al liderar junto a Carlos Ortega, aquella conjura de necios denominada Gente de la Cultura. Hoy, se movilizan cual actores sociales, ejecutan sus acciones mediáticas reagrupándose como grupúsculo llamado “Fuerza de la Cultura con Capriles”. En fin se niegan a desaparecer.
La oligarquía cultural, forma parte de la historia social del país, pertenece al proceso de formación de las élites de América del Sur, desde Europa con la mundialización capitalista, en América con la conquista y la colonización hasta 1999.El proceso revolucionario, desnudó ese poder económico y simbólico de la oligarquía cultural, antes castas novohispanas, aristócratas, mantuanos y hacendados de antaño. Hoy, esas clases sociales abrazan, igual que Vargas Llosa el neoliberalismo, son élites culturales, cónclaves económico-mediáticos y clanes hegemónicos.
Aún, cerca de su derrota histórica, como burguesía, la idealizan o subliman, añoran los viejos privilegios; sus voceros sueñan ser magnates de medios de comunicación. Pero, han olvidado, su desgracia, la de escribir seudo-géneros o tele-culebras confundiéndolos con literatura menor. Son los portadores de esteriotipos de la IV República; hijos de la televisión basura; la publicidad y la academia derechizada, absolutamente ajenos a los valores de la creatividad y el conocimiento de una sociedad.
Nuestro pueblo lo demostró el 27 y 28 de febrero 1989, cual huracán de las mayorías, rechazaron al neoliberalismo. El próximo 07 de octubre, lo hará igual, barrerá al candidato burgués, esta vez quien esta en la mira del pueblo es Capriles y su paquete “cultural”.
j.lopezmujica@laposte.net
