PRIMERO
Poco le duró el disimulo, jamás una oposición había desarrollado una abundancia tal de hipocresía y fariseísmo. Perdieron la oportunidad para demostrar algo de condición humana. Claro, era de esperarse después de esa campaña de necrofilia que desarrollaron en unos medios que no escatimaron esfuerzos para tratar de llenar de inmundicias e improperios a una vida dedicada a los excluidos, al venezolano común olvidado durante tantos años, a esos abuelos de la tercera edad a quienes les concedió una pensión digna. Jamás presidente alguno fue tan calumniado y descalificado. ¿Cómo era posible que un pate en el suelo llegara a presidente. Un simple muchacho de Sabaneta de Barinas , vendedor de “arañas”se colara hasta la presidencia? Cosas de Dios, digo yo.
SEGUNDO
A los que habían perdido la visión se la restituyó con la Misión Milagro, Le dio la luz del entendimientos a los analfabetos con la Misión Robinson, a los que no pudieron terminar sus estudios de bachillerato les dio la Misión Ribas, a los que no pudieron completar una carrera universitaria les creó la Misión Sucre. A los desempleados les entregó la Misión Saber y Trabajo, a los más pobres, a las madres del barrio, a los discapacitados, a las madres precoces embarazadas les dio protección. Bajó los índices de pobreza y la pobreza extrema. Dió pan al hambriento, a los niños de la calle y dignificó a los indigentes. Rescató el honor y la dignidad de la Fuerza Armada y las convirtió en pueblo armado. Nos aseguró el alimento de cada día a través de una política alimentaria que hoy se expande por el mundo como un ejemplo. Pisó callos y tocó intereses jamás vulnerados de las clases más pudientes. Le desearon la muerte porque creyeron que así se terminaban sus pesadillas oligarcas.¡Cúan equivocados están!
TERCERO
Nos rescató los símbolos patrios. La bandera ahora flamea con sus ochos estrellas. El caballo del escudo mira hacia donde tiene que mirar y trotar y para no alargar una lista interminable de logros; nos enseñó a comprender y amar a Simón el libertador, a Robinson el Educador, a Miranda el precursor y a Zamora, el general del pueblo soberano. Supimos por él quienes eran en verdad Guaicaipuro, José Leonardo Chirinos y todos nuestros héroes que la burguesía criolla y sus políticos serviles había echado al olvido. Rescató nuestra memoria y sembró en nosotros un amor que se ha multiplicado en el tiempo. Le dio un corazón nuevo a la Patria. Nos enseñó la voracidad del capitalismo y nos dio un sentimiento antiimperialista. Señaló a los apátridas y lacayos y nos llevó a entender lo que significaba la soberanía y solidaridad latinoamericana y del Caribe. Abrió las puertas de las relaciones diplomáticas internacionales con todo el mundo a travez de una visión multipolar y rescató nuestro Petróleo para entregárselo al pueblo, cumpliendo de este modo con las metas del milenio. PETROCARIBE, el ALBA, CELAC, UNASUR, el BANCO del SUR y el SUCRE fueron también sus logros.
CUARTO
¿Y entonces?,. Miserables opositores derechistas? ¿De que se asombran y se quejan de esas interminables colas de más de doce horas que hacen todas las clases sociales para despedirse de su cuerpo, jurarle fidelidad eterna y seguir su legado? ¿Porqué tanto mandatarios, aún los que no compartieron sus ideas le rinden homenaje? Eso no lo entenderán nunca porque el país que saquearon y destruyeron se quedó en ese pasado cuarto republicano. ¿Cómo es posible que una feroz opositora viaje centenares de kilómetros, saliendo en su vehículo a las nueve pm, llegar a las 9 am y hacer una larga cola durante 12 horas para ver al presidente y despedirse y exclamar... ¡Perdóname Chávez por no haberte comprendido y apoyarte, juro por Dios que recuperaré el tiempo perdido, mi comandante!... Tengo este testimonio en un correo que me envió esta antichavista furibunda, quien respondía mis artículos en Aporrea con una sarta de groserías que harían ruborizar a un hombre.
QUINTO
Estos cadáveres políticos opositores de la MUD no tienen remedio. Están condenados a desaparecer de la política. Vendrá una nueva oposición con todo el derecho que le da la constitución bolivariana de disentir y tener sus diferencias dentro de una democracia por la que tanto luchó nuestro inolvidable comandante. Ahora es que hay Chávez para siempre. Ya verán la terrible derrota que sufrirá su mediocre candidato que a majunche ni siquiera llega. Los Guillermito Aveledo y sus compinches están muertos –políticamente hablando—a cuidar nietos y a darle comida a las gallinas.
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