No puede existir nada tan triste que escribir con dolor y mas cuando este involucra a millones de seres humanos, quizás cientos de un sinnúmero de todos los habitantes de este sufrido planeta. Tampoco nunca tantos venezolanos habíamos estado tan tristes y haber llorado todos juntos como lo estamos pasando ahora por el fallecimiento del gran eterno Padre Presidente Hugo Chávez Frías.
Chávez, tu pasión vehemente estalla en cualquier sitio de las quimeras de la tierra. Ni hasta el fin de los días si es que existen dejaríamos de llorarte, extrañarte y citarte, estamos montados sobre tus sueños, legado y valor. Siempre hasta más allá Comandante Presidente, hasta lo más lejos de la tierra, ningún viento detendrá tu amor.
Chávez, tu que amas, amaste a este mundo sin final, como únicamente los más valientes y sabios lo hacen. Así ese amor no te de paz tu seguirás amando sin acabar tu valor el cual es la base del confín de nuestros cielos y aun hasta más allá de la vida cuando nos llegué el día posterior de las aras no escritas todavía en La Mar seguiremos necios tras tus ejemplos.
Tu Chávez que te atreviste a llevarle palabras al oprimido, quien pensó proyectos, sueños y letras dedicadas a aquellos años olvidados de ancianos enfermos, jóvenes sin casa y enseñó que la vida vale hasta después de los confines de cualquier alejado planeta.
Chávez, simpatía sin gambox. Prenda encantada de afecto. Ternura abrigadora de los otoños y de las primaveras. A nadie fatiga tu cariño, es tu pasión la que el mundo empezará a extrañar ahora.
Cuantos quedarán desamparados sin una palabra tuya, cuantos en el mundo hoy estarán acostándose sin una sopa caliente en sus estómagos. Cuantos empezarán a cuajar de nuevo la cobardía.
Ya no se cerrarán los mares. Los ángeles por los cuales cantaste te cuidan desde tus pasos y ahora esperaremos en la paciencia las promesas de Mario Moronta quien nos ha prometido que quien cree en la muerte resucitará.
Chávez los nuevos pasos vienen comandados desde el sur. Las aguas tristes te bendicen desde sus esperanzas esparcidas como estrellas por ríos fecundos. Seremos miel en vez de sal.
Chávez tu grandeza esta esparcida en los millones que en esta hora lloramos por ti…
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