Cualquier ser humano tiene que sentirse conmovido por la inmensa tragedia que están padeciendo los habitantes de la costa sur de USA a raíz del paso del huracán Katrina. Son nuestros hermanos y los más perjudicados, mayoritariamente, son afro-americanos o procedentes de centro América, el Caribe y Sur América, los primeros porque sus ascendientes fueron transplantados a esa tierra en condición de esclavos y los otros porque pensaban que podían conseguir mejores condiciones de vida que en sus países de origen, pero independientemente de su condición son seres humanos y como tales merecen el mismo tratamiento que cualquier otro ciudadano que sea descendiente de los que llegaron a esas tierras en el “Mayflower” en el siglo XVII.
El número de víctimas que Katrina ha dejado tras de sí aún no ha sido cuantificado y pasarán semanas o meses hasta tener un conocimiento aproximado tanto de dicho número como de la magnitud de los daños materiales. Entre tanto se ha generado una reacción popular, sobre todo de los residentes de la región afectada, por la actitud de un presidente abúlico, sometido a la voluntad de “los halcones” que lo rodean y quienes tratan de mantenerlo la mayor parte posible del tiempo en “vacaciones” para que no les estorbe en sus planes y sólo lo muestran cuando es estrictamente necesario. Esta vez se les pasó la mano y lo mantuvieron aislado de los acontecimientos más tiempo del aconsejable y, aunque lo mostraron con las mangas arremangadas nadie se traga el cuento de la preocupación que siente por un pueblo al cual le ha arrebatado un alto porcentaje de la “Guardia Nacional” para enviarla a Irak y Afganistán a masacrar a sus habitantes.
Pero el tema de este artículo es otro, que tiene que ver con nuestro país, la República Bolivariana de Venezuela, aunque tiene relación con la tragedia de los hermanos castigados por Katrina. Se refiere a la situación que están viviendo los dizque dirigentes de la ¡y que oposición!. Estos individuos estaban celebrando la aprobación por parte de la NED de los aportes para seguir “luchando por la democracia” y ya sentían los billetes verdes en los bolsillos, cuando de repente se siente en Venezuela el “coletazo” de Katrina. Una llamada de la NED les informa que no es seguro que puedan contar, de momento, con nuevos aportes porque el pueblo de USA está muy sensibilizado respecto al uso que está haciendo el gobierno federal de los fondos del tesoro, sobre todo en este momento que ha ocurrido esta catástrofe y que el presidente ha solicitado la colaboración de todos los sectores de la población, públicos y privados, para atender esta emergencia, en vista de lo cual y hasta nuevo aviso se suspenden las asignaciones a todos aquellos o aquellas que estuvieran vinculados a la nómina de la NED o dependencias similares del gobierno de USA. Este anuncio para esos dizque de la ¡y que!, equivalió a una tragedia, la cual de una vez asocian con los resultados del próximo proceso electoral, es decir una doble tragedia.