En el diario El Nacional del día domingo 23 de junio de 2013 afirmaba la diputada María Corina Machado que “Latinoamérica traicionó a Venezuela” señalando como inaceptable que Brasil, Chile, México y Perú “no apoyen la democracia Venezolana”. Tan disparatada afirmación se sustenta en el planteamiento de que el continente mencionado y los países puntualmente citados debieron desconocer la voluntad político electoral de los venezolanos y en vez de reconocer a Nicolás Maduro como presidente constitucional de Venezuela debieron –según la pintoresca parlamentaria- darle su apoyo al candidato derrotado por el pueblo, que fue, como todos sabemos, Enrique Capriles.
Es notorio que la señora María Corina ha tejido una alfombra de mentiras de la que no quiere bajarse sin importar el tiempo que haya pasado e hila reiteradamente la palabra falsa en un intento desesperado por consolidar la idea de la mentira con la intención de convertirla en opinión aceptada.
En palabra y parecer de la diputada Machado los gobiernos del continente debieron aplaudir a Capriles y trabajar denodadamente por la salida de Nicolás Maduro, sin importar para nada que el pueblo venezolano lo haya elegido presidente. En modo alguno debió importar el pueblo, sino que aquello que ha debido tomarse en cuenta como fundamental y verdaderamente determinante es la voluntad de la burguesía que ya no se cala mas a un presidente que exprese los intereses de los sectores humildes y mucho menos que asuma la bandera del socialismo y el legado de Chávez como asuntos vitales para la articulación estratégica de su gestión gubernamental.
En esa mirada inversa que puebla la retina de María Corina, ella sólo reconoce como democracia todos aquellos actos que desarrollan sus copartidarios y por tanto únicamente reconoce como expresión democrática el triunfo de los gobernadores de Lara y Miranda, además de los doce asesinatos ocurridos en Venezuela por adeptos a la democracia de Capriles, que una vez arengados por su prócer, salieron a la calle a construir una democrática matanza de la que no se salvó ni siquiera los niños. Una muestra irreductible de democracia lo constituyó también la incineración de las cajas y listados de las elecciones internas de la MUD así como también las democráticas solicitudes a diversas instancias extranjeras, realizadas por políticos de oposición , para que intervengan en nuestro país y se nos someta a procesos de agresión y de aniquilamiento, todo para salir al fin del gobierno que los venezolanos nos hemos dado.
Es claro que la mencionada diputada mira las cosas de una forma distinta a la mayoría de los venezolanos y resulta claro también que la verdad y la razón fueron las primeras víctimas de la oposición venezolana que tiene el vergonzoso privilegio de ser el estamento político más antinacional y traidor desde los tiempos en que grupos de venezolanos apoyaban a la corona española y enfrentaban a quienes construían la causa independentista. Seguramente muchos antepasados de la elite que dirige a la oposición estaba entre los gozosos y leales súbditos de la corona española que felices tenían toda la disposición de seguir entregando nuestra patria al imperio de entonces, así como los opositores de hoy quieren entregar nuestra patria al imperio estadounidense.
Pareciera que hay algunas cosas que no cambian. La oligarquía tratando de hipotecar nuestra patria y el bravo pueblo siempre luchando por salvarla y mantenerla digna y libre.