Primer aniversario del nacimiento de nuestro querido comandante máximo que no está con nosotros. En honor a él y a su gesta patriótica y revolucionaria van estas líneas. A pesar de la tensión que se observa en cada rincón de la patria debido a la crisis de legitimidad en torno a los principios y ética de la revolución bolivariana, nuestra percepción de la totalidad es que vamos avanzando hacia la construcción del socialismo bolivariano. Sabemos de las profundas contradicciones ideológicas que minan la labor diaria, sobretodo en funcionarios políticos y líderes que no tienen el apoyo de las bases. Conocemos del dolor que hay en el pueblo cuando persiste el legado satánico de la 4ta república y sus antivalores en nuestro proceso camino al socialismo. Y la candela aumenta en la medida en que se aproxima el 8 de diciembre. Ambiciones personales escondidas tras el velo de un falso discurso chavista. La cúpula, la elite, el cogollo, que impide a la mayoría no sólo expresarse sino hacer cumplir sus derechos dentro y fuera de las estructuras políticas y administrativas, en los consejos comunales y de trabajadores, etc. Todo lo cual no sólo es una afrenta al legado de nuestro querido comandante sino un duro golpe a nuestra convicción chavista de crear, construir y dejar a nuestros hijos la Venezuela Potencia que anhelamos.
Nunca vamos a construir una comunidad justa y soberana con el veneno del egoísmo individualista. Tenemos constitución, tenemos reglamentos y estatutos del partido socialista, lo que no tenemos es coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. “En el partido no puede haber ningún ladrón, corrupto, irresponsable, borracho”, nos decía el 15 de Diciembre del 2006. Señalaba con agudo ojo que el partido debía trascender lo electoral. En permanente estado de prevención, vigilancia, supervisión, seguimiento control y evaluación para concretar con los objetivos y metas de cada comunidad organizada. Pero al trancarse el juego mediante falsos dirigentes en los consejos comunales secuestrados por las cúpulas que atienden al dictado de sus “jefes” por supuesto que el control socialista se diluye, se gasifica, se disuelve…volviendo al pasado capitalista y fascista.
La nueva ética socialista, la suprema felicidad social, la democracia protagónica y participativa, la nueva geopolítica nacional e internacional y la Venezuela potencia no tendrá lugar conservando el semillero de falsos revolucionarios que esconden sus agallas y antivalores capitalistas con el discurso de nuestro máximo líder en sus bocas. Para nosotros en este sagrado e histórico día patrio es de fundamental importancia no sólo conservar el legado moral y revolucionario de Hugo Chávez sino aplicarlo en la práctica cotidiana. Jamás le haremos honor a su gesta libertadora en lo político, en lo ético, en lo social contradiciendo con nuestros actos su legado socialista y bolivariano. En todas las esferas del vivir viviendo nuestro americano, en cada escenario desde donde se practique el socialismo chavista le haremos honor y cumpliremos nuestra promesa revolucionaria al comandante eterno siempre que sigamos los principios desde los cuales está basado nuestro aporte al mundo en crisis permanente, nuestro sembrar revolución bolivariana y chavista en la Patria socialista. Aquellos que usan nuestras banderas, nuestros principios, nuestra lucha para convencer a resentidos, a desesperados y a los que ya están disociados por dentro, les tocará retorcerse de la rabia y tragar la arena de la derrota, ya que todos los días el legado chavista va encontrando verdaderos corazones receptivos a su amor patrio. El tiempo ira dejando atrás los vicios que estos traidores inculcan con sus actos y conductas antichavistas. Y la conciencia política y revolucionaria irá expandiendo sus raíces en la medida en que el compromiso ético con los más necesitados, con los menos privilegiados sea una práctica religiosa, es decir de todos los días. El capitalismo quiere convertir a nuestro líder en un mito. Vedrán los días en que hasta los más recalcitrantes enemigos usarán sus discursos, imagen, sonidos y práctica para confundir a las nuevas generaciones. Sin embargo, y al mismo tiempo nacerán todos los días más seguidores fieles y leales a su filosofía revolucionaria.
Hoy celebramos su cumpleaños con la fuerza, la convicción y la esperanza de seguir venciendo al enemigo interno y externo donde quiera que se encuentre, sea en las filas abiertas de los fascistas opositores que buscan la unidad contrarrevolucionaria continental, sea en los falsos chavistas que usan los emblemas, colores y símbolos como discurso para hacer creer que siguen a Chávez. Estamos bajo las influencias de tiempos críticos donde el capitalismo no tiene límites ni escrúpulos a la hora de imponer su régimen esclavista y asesino. Lo vemos a diario en el mundo, esto debe llamarnos a la reflexión. Celebramos el día que trajo al mundo al hombre convertido en multitud debido a su amor patrio como nadie antes lo había demostrado. Su coherencia revolucionaria impulsó todos los movimientos progresistas del continente, lo hace hoy en países europeos que sobreviven la dictadura capitalista. Chávez es bandera revolucionaria en pueblos y naciones que luchan contra la opresión y el yugo fascista. Su voz, su humanismo, su contribución histórica es permanente en cada rincón donde la humanidad lucha contra el egoísmo y la falta de solidaridad. Nosotros rendimos honor y gloria a su legado político, ético y revolucionario y llamamos a la unidad con palabras de nuestro padre espiritual Simón Bolívar “Es la unión la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración” en su Carta de Jamaica. El egoísmo lleva inexorablemente a los intereses de la individualidad y esta a fomentar el modelo capitalista, modelo que viene tras los siglos en una carrera permanente de guerra y muerte de la mayoría socializando la miseria, la explotación y la esclavitud. El amor de Hugo Chávez nos lleva hacia el polo opuesto. Nos conduce hacia un modelo desde el cual se socializa la riqueza de los recursos naturales y de los valores patrios transformando al modelo asesino de niños en uno que los protege, los educa para la vida, les enseña a defender el trabajo sobre el capital, y aquí está la clave del éxito revolucionario, el modelo chavista de comunidad es uno que canaliza el esfuerzo productivo del pueblo para generar soberanía, justicia e independencia revolucionarias.
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