Por favor, un poco de coherencia ...entiendo que el eufemismo legal en Venezuela coloca a veces a los delincuentes como “presuntos” y una vez que se les ha demostrado su culpabilidad en un delito se les sigue llamando “imputados”, y que al delito se le llama “hechos”...todo un maquillaje lingüístico que no hace sino empoderar a los criminales.
Pero en el caso del ATENTADO contra la vida de Eduardo Samán se debería ser tan determinante como cuando se habla de magnicidio en contra de la figura del Presidente.
Para todos es conocido que Eduardo es objetivo estratégico de la derecha violenta, que su accionar se ha caracterizado siempre por “no pactar con corruptos” o edulcorar los procedimientos, independientemente de que un decreto, publicado en la Gaceta Oficial, le cercenó la posibilidad de destituir y cambiar parte del personal bajo sus órdenes.
En efecto el funcionario había comenzado una purga en el INDEPABIS una vez que se hizo evidente el elevado grado de corrupción de muchos de sus fiscales y funcionarios archivistas y de informática.
Quienes conocemos un poquitico a Samán sabemos que: con costo acepta la escolta;...que no posee otros bienes de fortuna que no sean los de un profesor universitario decente (no de los corruptos que se apropian de los bienes de todos los estudiantes de las universidades); que no es dado a derroches y jergas nocturnas en costosos establecimientos; que viste de modo muy austero; y que no se deja llevar por chismes e intrigas...
¿Quién o quienes están detrás de este atentado?...con todo respeto al gobierno...Samán es hoy día, tan odiado por los acaparadores, saboteadores y agiotistas de la oposición, como por el sector corrupto del funcionariado gubernamental (carajo, no digan que no son un sector poderoso).
Claro, los tres delincuentes fueron abatidos por los escoltas...no podía ser de otra, no siempre se tiene la oportunidad de atrapar con vida a un criminal en estado de nerviosismo que además, si llega a delatar sus empleadores se convierte en un cadáver ambulante.
Ningún delincuente se lanza así a la suerte sin hacer un trabajo mínimo de investigación relacionado con su víctima, de hecho, para operar en esa zona específica debe saber además que lo que más deambula a altas horas de la noche son personas dedicadas a la prostitución y sus proxenetas.
Lo mínimo que se puede aceptar es que iba a ser objeto de un SECUESTRO, pero ni jugando vamos a creer que tres inexpertos delincuentes no sabían de quien se trataba...justo en las inmediaciones de su oficina en la avenida Libertador.
Libertad para Asier Guridi y Julián Conrado
Purga inmediata en los organismos públicos
salud!!!
