Esta reunión del camarada presidente Nicolás Maduro con alcaldes y gobernadores de la oposición asentados en limitados puntos del mapa de la patria y que, quiéranlo o no, son también oficialistas en sus respectivos municipios y es estados. En tanto que gobernantes de entidades regionales y locales, como bien ironizara Maduro, fue rara pero extraordinaria y auspiciosa. O inédita, considerando la normalidad de la confrontación política que nos ha caracterizado en los últimos años. Confrontación que, dicho sea de paso no es responsabilidad única de los activistas de la revolución, sino de una caterva de opositores violentos.  

Según se pudo apreciar por VTV, que nos parece excelente que haya transmitido ese acto de la real politiqueé, fue una reunión de grandes expectativas, a los fines de la operatividad de alcaldías y gobernaciones. Esto es, delinear la posibilidad de una gestión del Estado en cohabitación y/o cooperación entre revolucionarios y opositores, muy propio del socialismo libertario en Europa, nos parece, no sé y de la modernidad contemporánea; de tal manera que puedan concretarse en esos ámbitos regionales y locales, la planificación como proceso social, 2013-2019, impulsada desde el Ejecutivo, parafraseando en esto a aquel famoso libro de George Giordani.

 De donde se puede concluir que esa susodicha reunión fue de alta implicación estratégica, y donde Maduro asumió un rol de estadista, (guste o no a ciertos sectores o individualidades, como a los genios Valderrama y Aponte, los tíos más makalacahimba del socialismo en Venezuela o mis buenos amigos Dalí Álvarez y Darío Gómez, quienes sostienen que en realidad fue que allí se estableció un pacto y que no se debe creer en la institucionalidad burguesa ); pero el presidente Maduro puso a cada uno de esos gobernantes a pensar, realmente, en cuál era su negocio, siguiendo en esto a Peter Senge: ¿la satisfacción de las necesidades de sus gobernados, por encima de las ideologías de adscripción o visiones del mundo de los líderes y sus seguidores en el nuevo mapa político de Venezuela post 8-d, 2013, donde la posición alcanzó importantes posiciones; o hacer política obstruccionista en uno u otro sector?

II

 Contrario a comentarios que sincrónicamente en el desarrollo de la reunión ya corrían por las redes sociales, donde se decía entre nuestros panas y otros que no lo son tanto, que todos esos tales gobernantes opositores no son conspicuos agentes del capital nacional o trasnacional; comentarios que por cierto no dejan de ser ciertos, en algún sentido. Sin embargo, esa noche en que según otros articulistas de aporrea VTV se metió un autogol, creemos contrariamente en esa tarde-noche la institucionalidad de Venezuela funcionó. ¡Albricias!  En otras palabras, y volviendo a citar de memoria al previamente aludido, Peter Senge en La Quinta disciplina, y que se entienda bien la expresión: se trató en la reunión gobierno-oposición, de alinear a todos los gerentes medios y operativos, de la gerencia pública, en función de alcanzar los objetivos estratégicos del Estado-Nación; y, en ello, vendría a aplicarse aquel otro principio de la teoría gerencial, pero que tanto nombrarlo para todo evento, ha estado muy banalizado, por cierto.

Es aquello de ganar-ganar. Cuando las comunidades, o los clientes, logran satisfacer sus necesidades y expectativas, de elevar la calidad de vida, por ejemplo, por la adecuada gestión de un alcalde o gobernador, todos ganan, sin importar el color de su ideología, cosa que allí se aludió y repitió varias veces. (Un adagio, por otra parte, atribuido a Mao sostiene que no importa el color del gato, lo importante es que cace ratones).

III

 Finalmente, en cuanto al estado Lara, una vez instalados frente al aparato de televisión en mi cuartucho del barrio Voz de Lara, y como una forma de participar de alguna manera también del evento de marras, pudimos notar que muchas de las intervenciones de los gobernantes opositores más bien fueron prometedoras, unas y otras más bien movidas por humor involuntario o la comicidad ramplona; de donde se tiene que todo hay en La Viña del Señor.  Se notaba así, por encima de la ropa, como se dice por acá entre los pobres que estaban complacidos de estar ahí en Miraflores y tutearon al presidente, como si antes jugaran metras con él. Pero con quienes nos carcajeamos hasta agarrarnos y echar las tripas, fue con las intervenciones de nuestros flamantes gobernantes larenses, (bueno del municipio Iribarren y el gober; el sargento de Nirgua y el sindicalista patronal). Un poquito más y lloraban a lágrima suelta. O, mejor, sí lloraron, pues como dijo en su muro la amiga Floriman, Maduro los puso a pedir: dennos plata, plata, plata, que la basura nos ahoga, el empleo y el mercado tal y cual, pero lo que queremos es plata.  Sin la teta del gobierno nacional no hay paraíso en el municipio Iribarren y el estado Lara en general; o en otros estados y municipios tambiénPero uno puede pensar que la plata no servirá de nada sin tener una planificación regional y local de desarrollo, sin eso es inútil; y lo que pudo observarse fue eso: los gobernantes opositores no tienen un plan común. Sino un conjunto de acciones fragmentarias, que si la obra tal o cual, pienso esto pero me vine con las manos vacías, etc., pero lo que queremos es plata y el Plan de la Patria es esto y aquello, porque la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, que antes combatí y despotriqué, es con quien ahora me caso, el pato y la guacharaca ¡Qué enredo, madre mía tienen esos señores! Maduro tiene ahora el reconocimiento de todos pero también regaño, dicho sea coloquialmente a muchos ahí, porque a unos, como el alcalde de San Cristóbal, les explotaron las cotufas. Pero también regañó a los chavistas bate quebraos; que engañan al pueblo. Como aquellos que instalaron un planta eléctrica en una región remota y no servía, se dañó a los dos días, y de paso acató que fue por esa la mala gestión de muchos, dizque revolucionarios, que se perdieron ciertas alcaldías. Entre ellas Iribarren, dice uno.  Ello aunque ciertos miembros dela directiva del psuv-Lara, de cuyos nombres no quiero acordarme ni será cuestión de someterlos al escarnio público, ya que al menos dieron la cara, dicen que están muy satisfechos.

Eso sí es muy raro, un oximorón, una aporía; una vaina contradictoria, pues. Como en esa vieja canción de Juancho Lucena, de que Llorando también se goza. Nos explicamos, ¿cómo es que vas a estar satisfecho si pierdes la alcaldía de la ciudad capital del estado? ¿Qué no es preocupado cómo debes estar?  Señaló también ahí el presidente Nicolás Maduro algo atinente a la información que ya manejaban en la sala situacional: sabía que perderían ciertas alcaldías importantes, interpreta uno, entre ellas la socorrida de Barquisimeto; y por ello, ratifica el voto de confianza que el pueblo le concediera al sindicalista patronal Alfredo Ramos, aquel de la Cajita feliz y otras menudencias. Aunque el presidente lo calificó de muy honesto, por encima de las diferencias ideológicas. Bueno, ellos se conocerán.  La comprensión del entorno o la lectura del contexto regional y local, siguiendo criterios de la planificación estratégica, hacían prever los resultados que el psuv obtuvo, en Lara y otras regiones del mapa de Venezuela. Listo, se reconoce al que ganó: que haya espacio para la ciudadanía, seguridad y paz, que la discusión política se haga en términos racionales. Cese la diatriba, el argumento ad homini, la descalificación porque sino aquí terminamos todos tirándonos las sillas. Hay heridas que todavía sangran, ocasionadas por toda esa trabilla de angelitos y niños de pecho, alguno de los cuales, por cierto, estaba reunido en Miraflores con sus galas de ocasión, verbigracia, el vampiro alcalde mayor de la Gran Caracas.  

En esa línea de argumentación, cabe preguntar, volviendo nuevamente la mirada a Barquisimeto y el estado Lara ¿el comportamiento del votante en el municipio Iribarren, a cuáles variables obedece? ¿Son estocásticas, aleatorias, pues; y en cada evento electoral asumen diversos valores estadísticos? Y, renunciando a toda retórica, cabría preguntarse si las frecuentes derrotas del chavismo en Barquisimeto, ¿no obedecen más bien a una tendencia social y política de mediana o corta duración? ¡Una corriente, digamos, que cuya fuerza es la insatisfacción por la gestión precaria de la ex alcaldes y gobernadores del tiempo inmediato pasado, muy escaos en iniciativas gerenciales de planificación y ejecución de obras relevantes, por diversas razones; junto a motivaciones ideológicas democrático-liberales! Como fuere, allí hay un mensaje importante.  ¿Qué pasa con los nuevos liderazgos en el chavismos? ¿Van a padecer y repetir los viejos errores de las organizaciones políticas de la IV República, donde la vieja guarida hundió a la juventud y paralelamente hundieron también al modelo de democracia del 1958? ¿No advirtieron que esa generación había perdido su liderazgo? ¿Será que prosperá la renovación de las autoridades del psuv-Lara, pues a pesar de que se ganaron 6 de 9 alcaldías, ¡que no es poca cosa! Seamos honestos en el discurso, pero se perdieron las de ciudades muy simbólicas: Barquisimeto, Cabudare y Quíbor? Como dijo Carlos Roldán, en el programa En Contacto, por Primar tv, haciendo un símil: cuando un equipo de béisbol, o de futbol viven, una seguidilla de derrotas que ponen en peligro la organización misma, y su negocio, pues, el tren directivo renuncia; o lo botan, sencillamente. Eso depende de los accionistas de tales organizaciones comerciales, de los gerentes del nivel estratégico más elevado, o de las bases, en este caso Pero en Lara nadie quiere agarrar ese trompo en la uña.