En estos momentos, el mundo nos habla de una crisis estructural por la naturaleza en su funcionamiento y refleja un carácter global. Porque, viene afectando a todos los estamentos de nuestra sociedad y particularmente al Estado. Siendo, el gran problema la función de costo, donde los grandes capitalistas a través de sus empresas, devienen obligados a planificar su función económica y acelerar la innovación tecnológica para crear menos empleo. Para ellos, solo importa la circulación de capitales en un circuito especulativo, donde la emisión monetaria parece excedentaria a las necesidades de circulación en la moneda por parte de la población, provocando un circuito en la acumulación de riquezas que se da de una manera incesante por la vía especulativa.
Esto, origina un mercado financiero controlado, que financia el consumo, produciendo mayor inflación y desde allí operan los monopolios jerarquizados por fábricas fantasmas.Lo llamó crisis sistémica porque la población vive un mundo unipolar, cuando la realidad es bipolar.La guerra económica de nuestros días busca depreciaciones ficticias que regula el movimiento de capitales y por medio de reglas establecidas por el gobierno para contener el fraude, buscan un patron bloque que tenga como tendencia imponerse como moneda fuerte de pago para crear apreciaciones de una función inflaccionaria negativa que destabiliza el Estado. Lo llamamos dólar paralelo que debe ser eliminado.
Los ciudadanos son obligados a utilizar sus ahorros con una orientación especulativa, siendo la taza de inversión muy inferior a la reflejada por los grandes capitales.
La estructura productiva, inflación e inversión son afectados por la intensidad del movimiento de capitales, donde el sistema especulativo solo benéficia a los países emisores de monedas dominantes, afectando a países cuyas monedas no tienen más poder que el de circulación local. Quienes provocaron la guerra económica, solo buscan una recesión con el único interés de derrotar al gobierno bolivariano del dirigente obrero Nicolás Maduro.
En el año 2000, el Banco Central Europeo fue incapaz de prever la crisis y tomo medidas de retraso para intervenir con sus políticas ya programadas en los países energéticos, originar controversias entre consumidores y productores por el acceso a la financiación y el consumo de alimentos, el fenómeno se expandio por los países europeos, sufriendo algunos graves efectos.
Los Estados Unidos, la economía más grande del mndo, entró en 2008 con una grave crisis crediticia e hipotecaria que afectó la fuente burbúja inmobilaria que venían padeciendo, así como un valor del dólar anormalmente bajo.
Venezuela, en su contexto, ha venido conteniendo fases de una devaluación global y sus programas sociales plantea nuevos escenarios para el 2014 para ayudar al pueblo a mediano plazo. Los proyectos productivos buscan depender más del Estado, porque, campesinos y ciudadanos reflejaron una gran debilidad con los créditos otorgados para acelerar la producción local, mediante cooperativas.
En Venezuela, seguiremos siendo soberanos construyendo el socialismo, ajustando la moneda. Colocando a nuestro pueblo por encima de los íntereses del gran capital transnacional y, debemos estar alertas ante la escalada de un golpe financiero internacional. Por esto, China y Rusia se unen para enfrentar la plataforma económica estadounidense, juegan algunos oposisionistas a la inestabiidad política y buscan desligitimar al gobierno bolivariano. La década de los años 2000 fue testigo del incremento de los precios de las materias primas, tras su abarataiento en el período 1998- 2000, Aumentó tanto que comenzo a causar verdaderos daños económicos, amenazando a países de la integración sureña.
