Se ha dicho que el doctor Abreu, el magnate de la gigantesca corporación de orquestas y organizaciones asociadas a la música en Venezuela (que ahora al parecer alcanza otras áreas...el teatro infantil), ha sido propuesto para recibir el Nobel de la Paz en una que otra oportunidad.
Actualmente, un grupo de parlamentarios de la coalición de izquierdas en Uruguay ha propuesto al presidente José Mujica como candidato a ese galardón.
Imagino entonces el cabildo asociado a las dos figuras y sus elementos comparativos: Mujica representa un ejemplo de vida, que se aprecia en su trayectoria personal, las prioridades que ha tenido en tanto gobernante con respecto a problemas que son de la humanidad toda...en cambio, los intereses que defiende el doctor Abreu son solo de una parte de la humanidad: de las culturas y potencias hegemónicas.
En cuanto a el estilo de vida austero y solidario de Mujica, es elocuente y de gran notoriedad: su forma de vestir, sus relaciones interpersonales...caray, como puede compararse eso con la vida ostentosa del doctor Abreu en sus constantes viajes y suntuosos encuentros con las desteñidas monarquías europeas (ahora se suman las saudíes) y otras representaciones de los grandes poderes económicos.
Mujica fue encarcelado durante la última dictadura militar de Uruguay y permaneció entre rejas por más de una década en condiciones no aptas para la vida humana. Abreu en cambio, gozó de privilegios y apoyos fácticos de todos los gobiernos en Venezuela, en especial cabe destacar que durante los sucesos acaecidos como resultado de la rebelión militar que lideró Chávez el 4 de febrero, Abreu era Flamante ministro de Carlos Andrés Pérez y condenó la rebelión.
No sería extraño que el fallo se inclinara por la ostentación y la marquesina del espectáculo, ya que si los jurados del Comité Nobel Noruego perdieron la cordura al entregar ese galardón a Barak Obama...que podemos esperar..pero de recibirlo el Uruguayo luminoso, estará el Comité Nobel Noruego recobrando la sindéresis, como cuando se lo otorgaron a Nelson Mandela en 1933, a Martin Luther King en 1964, a la madre Teresa de Calcuta en 1979 y a Rigoberta Menchú en 1992.
Es muy notoria la comparación entre todas estas figuras para que los venezolanos se tomen un mínimo de tiempo evaluando los intereses de lo que representan cada uno de ellos.
En el caso actual, y de estar Abreu propuesto para el Nobel, sabemos que el elemento mediático tendrá un papel decisivo: si nos detenemos a pensar a que intereses sirven los valores que se manifiesta con preeminencia en las orquestas del doctor (por la forma en que están concebidas), podemos explicarnos las razones por las cuales en casi todo el mundo los editores de periódicos, políticos de alta jerarquía, funcionarios y jefes de la industria están conectados entre sí a través de una red de lealtades con lo que representa el doctor Abreu (además de viejas amistades, dentro de Venezuela)..¿o me van a decir que esta oligarquía empresarial y del dinero es filantrópica?
Por supuesto, no es sólo la prensa privada que despliega sus credenciales de periodismo serio para promover la gran narrativa que rodea al líder de la élite cultural de las orquestas. Las naves insignia venezolanas de la prensa escrita oficial, y la audiovisual, también juegan sin descanso a esta apología.
Esperemos entonces que la fibra humanística se apodere del sistema nacional de medios y apoyen al Primer Mandatario Uruguayo.
Respaldemos la propuesta de los luchadores sociales y humanistas Uruguayos: MUJICA PREMIO NOBEL DE LA PAZ Y EJEMPLO DE VIDA.
salud!!!
¡VIVA CHÁVEZ Y SU LEGADO HUMANO, SENCILLO COMO EL PAN, PERO IRREVERENTE Y DESCOLONIZADOR! PREMIO NOBEL DE LA DIGNIDAD.
PD. Por cierto, hablando de valores, el joven ministro de cultura Victor Clark, nos dio una demostración de fortaleza, coherencia, convicción y formación (como cuadro resultante del proceso en Venezuela), en su alocución el día 3 de Febrero en el acto conmemorativo de los 219 años del natalicio del Gran Mariscal Sucre, ante una nutrida concentración de jóvenes que le miraban y escuchaban con admiración y respeto; es este tipo de dirigentes que exigimos al gobierno a estas alturas del proceso. Tan fogoso, sustancial y convincente fue su discurso, que al entregarle el micrófono a Diosdado (crecido y emocionado), tuvo este que sacar sus más profundas convicciones para volar con las alas del chavalo que le precedió y llegarnos a todos hasta nuestras reservas morales más sentidas...gracias por eso.
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