En las últimas semanas o meses, y a raíz de ciertos escritos (por supuesto, of course...EN APORREA SOLAMENTE), que independientemente de sus tonos de enunciamiento (conservadores y timoratos o desahuciadores e irreverentes) son una clara evidencia de inquietudes y preocupaciones de quienes apoyan el proceso revolucionario venezolano, se han suscitado otros escritos de quienes creen firmemente que tienen la verdad en las manos o, son los emisarios, protectores, paladines o garantes de un poder que al parecer viene desde un Olimpo al que los revolucionarios no pertenecemos o, en su defecto, no aceptamos, porque constituye la sustitución de signos de la sumisión o sus referentes; por ello, a nombre de la hermandad y la unidad, se condena a quienes luchan a cambio de su anonimato, de su exclusión, de su satanización, por parte de quienes aun cuando no estando en el poder, o asociados a Él, o, esperando formar parte de Él, esperan que haya silencio y una supuesta disciplina de la alcahuetería.
Basta con que a alguien se le ocurra insinuar que el presidente y su dirigencia se equivocó aquí o allá, para que se activen las alarmas de quienes creen que la crítica es un elemento destructivo o disociador.
No se si me tildarán de ultra-izquierda (término además inventado por la derecha de los años 60 y 70 para catalogar a la insurgencia revolucionaria que no se apegaban a la política electoral o la democracia burguesa), pero creo, con toda convicción, que en estos años se ha estado apuntalando en Venezuela una práctica política fundamentada en la obediencia a ciegas; y esa práctica, sumada a otros factores profundos, de carácter ideológico y estratégico, fue la que germinó la disolución de las organizaciones revolucionarias de los años 60, 70 y 80.
No hay un formato definitivo y elaborado del proceso venezolano, identificar por ejemplo los fundamentos del marxismo que podríamos adaptar a nuestra realidad (si es que es pertinente en algunos casos), es una tarea complicada, hace falta discutirlo, pero sucede que las actividades pragmáticas permanentes del PSUV, la dirigencia y el funcionariato, no permiten otra actividad que no sea el culto a la obediencia de las líneas que bajan de la dirección del partido, aún cuando se supone que existe un mecanismo democrático para hacer llegar propuestas y críticas a las instancias superiores, y aun cuando algunos de esos dirigentes tienen, a pesar de la pátina de grandes revolucionarios y estudiosos que se le quiere agregar, la librea de quienes se asocian al poder para obtener beneficios personales.
En cambio algunos de los líderes naturales de las comunidades (y entiendo por comunidad todo, desde el que vende periódicos hasta gremios profesionales) son absorbidos por el poderoso aparato del estado y su incansable proceso electoral y pasan a ser funcionarios públicos que pierden con el tiempo su autonomía o representatividad, y se convierten en políticos profesionales.
La clave principal del rechazo a la crítica ha sido siempre el desprecio y la satanización: Ellos (los que gobiernan) no permiten que quienes no están de acuerdo con sus políticas puedan levantar sus cabezas. El principio básico expresado a menudo abiertamente es que los críticos son disociadores, supuestos contra-revolucionarios, mezquinos y egoístas (ultraizquierdistas, término usado por los derechistas de siempre) y deben entender quien manda en esta tierra y quien puede caminar con su cabeza y mirada en alto o emitir conceptos, opiniones, o juicios de pertenencia, apegados a un supuesto pensamiento acabado y estructurado: El chavismo; que a mi entender, todavía no es sistema de pensamiento como tal, sino postura ante los hechos, que es otra cosa.
Todo proceso tiene un desarrollo: pasado, presente y devenir.
Creo con toda sinceridad que muchos de los análisis aquí expuestos tienen la suficiente enjundia como para calificarlos de ensayos breves de la situación nacional porque reflejan estas tres etapas fundamentales, que son además una característica de los organismos vivos, como creo yo que está, en carne viva, este proceso.
Los críticos responsables que leo en aporrea citan con disposición de debate el pensamiento de Chávez: citan cifras, acciones, triunfos y derrotas...¿es eso pernicioso?...o no hay que hablar de ello porque la derecha tiene una ofensiva estratégica en este momento...¿o es que acaso ellos (la derecha) van a quedarse tranquilos y aceptar los cambios alguna vez y para ellos debemos actuar agachaditos?
Quienes nunca tuvieron práctica revolucionaria o militancia ajena a los beneficios que pueden ofrecer en la actualidad ciertas participaciones (¿misiones?) no saben que la condena al pensamiento crítico ha sido la piedra angular que ha hecho añicos algunas fortalezas y unidades; que la polvorienta alegría de un triunfo temporal, o la pena pasajera por una derrota operativa, no son elementos definitivos ni definitorios de un proceso que tiene como finalidad la vida misma y no la permanencia o no en el poder de un grupo de dirigentes.
Hay acuerdos que parecieran comprometer la existencia de aquellas voces que se les enuncia como radicales, aun cuando esas voces no formen parte de esa novela.
En los medios comunicacionales del gobierno venezolano, de golpe y porrazo, sacaron de circulación a pensadores y analistas experimentados, como buscando al parecer (y no hago juicios) lo que una vez llamó el nuevo Presidente la nueva ética Chavista...vaya...a unos carajitos intelectuales se les entrega la batuta de la parte analítica (que no por chamos sino por poco enjundiosos a pesar del trabajo de imagen que se les asocia)...caramba, sin que la comparación sea motivo de complejos...LEAN JUVENTUD REBELDE, de ese país que nos ayuda: CUBA; constaten allí el nivel de jóvenes que se preparan para asumir el gigantesco reto de sustituir a sus bueyes (en palabras del gran poeta y filósofo Silvio Rodríguez), sin la premura del maquillaje y el trabajo mediático...
Porque lo que está en juego en Venezuela no es la medición de audiencias o espectadores, para garantizar que ciertos mensajes lleguen a la mayoría, sino el fortalecimiento de los códigos, sistemas signicos auxiliares y modelos de pensamiento que terminen de robustecer el muy demacrado, esquelético, enclenque, raquítico y en definitiva ESCUÁLIDO, respaldo ideológico e intelectual (aclaro que un campesino que sabe cuando abre el verso y coloca la semilla es un intelectual) de los afectos al proceso provenientes de las llamadas clases populares (como si fueran operadores de romerías o ferias) ...que no va al parecer más allá de ser beneficiarios de algo.
Antes de que sea tarde, la dirigencia debe deponer su arrogancia, porque no detentan la verdad (como muchos de nos-otros), que es una cualidad de sistemas de pensamiento que se construye COLECTIVAMENTE.
Quién no conoce la verdad, es sólo un tonto. Quién la conoce y la llama una mentira, es un delincuente. Berthold Brecht.
Pareciera que la dirigencia está empeñada en imponer una doctrina que es como lo que Milovan Dilas en su libro La nueva clase define: dirigentes de la revolución que al tomar el poder se convierten en privilegiados, precisamente de lo que combatían. Fomentando sin rubor, entre otras cosas, las injusticias con sus críticos.
"Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra tí; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada."
AYN RAND (1950)
salud!!!
diegosilvasilva@cantv.net
PD. El filósofo de las burbujas que llamó mariconadas a mis opiniones en este portal, no aguanta un empujón: ni ideológico, ni moral, ni ético... ni físico...se cae solo, al igual que sus discursos.
PD. Los INQUISIDORES que se horroricen porque cito a un escritor considerado disidente (de otros sueños), recuerden que RAFAEL CADENAS fue y será un gran poeta, no importa que ya no nos acompañe, a diferencia de los que sin ningún poema que valga la pena para la existencia, se pregonan poetas creyendo los muy tontos que pueden hacerlo por publicar sus escritos...
Cuando ponías tu marca sobre mi frente, jamás pensé en el mensaje que traías, más precioso que todos los tiempos.
...Tu llameante rostro me ha perseguido y yo no supe que era para salvarme
() Gracias por apartarme. (Rafael Cadenas)