En muchos de sus escritos sobre el tema de las y los afrodescendientes, el investigador, activista y militante Afro, Jesús Chucho García, hace referencia a la etnocomprensión como una premisa básica para la verdadera relación intercultural e integración nuestroamericana, de alguna manera el proceso bolivariano y su excepcional constitución del año 1999 (CRBV), reconoce de manera expresa y escrita, a los pueblos y comunidades indígenas como una de las culturas constitutivas de la venezolanidad, posteriormente en el año 2002 el presidente Hugo Chávez cambió el sentido de lo que significó el día 12 de octubre de 1492, dándole fortaleza a la resistencia indígena contra los invasores, con la presencia de los llamados descubridores, colonizadores, conquistadores y propietarios que luego forzarían la traída de hombres, mujeres y niños subsaharianos de tez oscura a estas tierras, en condición de esclavizados como mercancía animal.
En un escrito del año pasado titulado, ¿Somos o no somos una etnia AFRO? (http://www.aporrea.org/actualidad/a158063.html) se asomaba la lectura que se dió a través del censo del año 2011, en cuanto al reconocimiento étnico de los venezolanos, donde nuevamente insisto: que el auto reconocimiento fue desdibujado por las mismas razones del color de la piel, el biotipo, la música, la espiritualidad y otros elementos que no fueron reconocidos, arrojando unos resultados que no reflejan la importancia social de un movimiento naciente, susceptible de generar políticas públicas para todos sus militantes. En la construcción del socialismo del siglo XXI, como lo dice Jesús Chucho García, Sin etnocomprensión la integración es hipocresía. Reafirmando también la Afroepistemología, en la construcción de conocimiento a partir de la militancia AFRO, en experiencias como el Centro de Estudios Integrales de Barlovento CEIBA-, la Red de Investigación Militante Afro en Paraparal Edo. Carabobo, La Escuela de Cuadros AFRO en San José de Barlovento, la propuesta de Afroindianidad en los Valles del Tuy, también referidas en otro escrito (http://www.aporrea.org/tiburon/a170414.html) con la intención de llamar la atención a ese auto reconocimiento que parte de las raíces étnicas de los pobladores originarios y quienes posteriormente vinieron y siguen viniendo para conformar un mestizaje honesto, de reconocimiento de nuestros orígenes.
Para quienes han dejado de existir hasta finales del siglo XX y no han podido continuar con el debate sobre las y los afrodescedientes y sobre la afrodescendencia misma, como lo dice uno de nuestros mentores de origen europeo y aliado fundamental en la materia, el Dr. Esteban Emilio Mosonyi, en su ponencia realizada especialmente para un diplomado que llevan adelante otros compañeros militantes afrovenezolanos y anteriormente en un escrito titulado Madre España, Madre África donde se señala que no podemos hablar de afrodescendencia, sin reconocer la herencia africana y por supuesto la comprensión étnica a la cual nos referimos, como lo expresa el mismo Chucho García cuando señala:
La cultura afrodescendiente es UNA CULTURA DE RESISTENCIA sustentada por los códigos ancestrales afro-subsaharianos que lograron permanecer a través del tiempo, en una lucha desigual contra todos los paradigmas hegemónicos coloniales en sus diferentes modalidades: lingüísticas, inquisitoriales, estéticas, musicales y negadores de toda humanidad e intelectualidad de origen afro-subsahariano.
AFROPARADIGMAS Culturales- Abril 2014.
Mas allá del color de la piel y de la folklorización habitual, se hace necesario dar una nueva lectura al mestizaje hipócrita existente, donde priva el endoracismo, la vergüenza étnica y la desinformación, para adentrarnos en un esfuerzo colectivo y comunitario donde el aporte de formas organizativas como el Cumbe, la pedagogía del cimarronaje, la filosofía espiritual afrovenezolana, la afroindianidad y otros valores subyacentes, deben ser visibilizados. Llevamos apenas nueve años con el reconocimiento formal y jurídico de la identidad étnica como lo señala el articulo 100 de la Constitución del 1999 CRBV- cuando se habla de las culturas constitutivas de la venezolanidad y de la interculturalidad.
Con el advenimiento del decenio de los pueblos y comunidades afrodescendientes a partir del año 2015 desde la ONU, se están organizando diferentes eventos y actividades que seguramente arrojarán resultados positivos, como lo fue el caso del decenio de los pueblos indígenas, siendo aun insuficientes, puesto que se trata del compromiso cotidiano de sus actores fundamentales en cada uno de esos espacios.
Este año 2014 nos ha permitido por segunda vez consecutiva rememorar y dar un sencillo y merecido reconocimiento a nuestro gran líder afroindígena, (http://www.aporrea.org/actualidad/a160853.html) Comandante supremo y eterno, Hugo Chávez Frías, así como a nuestro héroe emblemático, el zambo José Leonardo Chirino también afroindígena, para incorporar a nuevos y nuevas protagonistas del siglo pasado y en lo adelante re-significar o re-semantizar como dicen algunos, la cuestión del color de la piel y la etnicidad, acordándose para nuestro continente en el año 2000 en Santiago de Chile, pasar de negros(as) a la nomenclatura de afrodescendientes y luego ser confirmada en la III Conferencia Mundial contra el Racismo (Durban, Sudáfrica) al año siguiente.
Estos pasos dados por los afrodescendientes, africanos y su diáspora nos permiten y facilitan la relación del Estado y sus gobiernos con los nuevos movimientos sociales en lo concerniente a políticas públicas, por ello intentamos sensibilizar a partir de figuras como la afroguerrillera, Argelia Laya, la actual diputada a la Asamblea Nacional, María León, quien se reconoce como Afrodescendiente. Cultores fallecidos, como Cruz Quinal, de San Lorenzo en el estado Sucre, el dirigente sindical nacido en los Valles del Tuy llamado cariñosamente el Negro Cruz Villegas, también eran y son afrodescendientes notables.
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