AMADOS HERMANOS Y HERMANAS que serán elegidos para participar en el tercer Congreso del PSUV.
JAMAS OLVIDEMOS que Nuestra acción de gobierno representa un gran movimiento nacional, con una doctrina propia, nueva en el campo político mundial, fundamentada en el BOLIVARIANISMO SOCIALISTA que MI comandante INMORTAL HUGO CHAVEZ supo interpretar maravillosamente BIEN.
La dificultad del SER HUMANO de Estado responsable, consiste en que está obligado a realizar cuanto afirma. Pero en principio debe reflexionar en lo siguiente:
Los valores MORALES han de compensar las euforias de las LUCHAS REVOLUCIONARIAS y las conquistas para oponer un muro infranqueable al desorden.
El BIEN y el MAL obran sobre el SER HUMANO como sobre la SOCIEDAD. De lo individual a lo colectivo sus momentos oscilan entre arrebatos místicos y paroxismos pavorosos. Una postura moral procedente de un fondo religioso sólido o de una refinada educación ética intenta estipular los límites entre posibles y tentadores extremos. El SER HUMANO en la desgracia tiende a la introversión como tiende la extraversión en la prepotencia. La duda y la soberbia, son los extremos máximos de esa oscilación, producida en ausencia de medidas suficientes. La ciencia puede resolver en la abstracción los problemas, partiendo de premisas igualmente abstractas, pero en la vida de las COMUNAS los efectos de esas oscilaciones suelen ser VARIADAS. Cuando un PUEBLO se aproxima a un momento MAGICO, sus cerebros de primera fila se preguntan si el ánimo estará debidamente preparado para las horas que se avecinan. Es forzoso plantearse la misma pregunta cuando se trata de llevar a la HUMANIDAD PLANETARIA a una edad mejor. Incumbe a la política ganar derechos, ganar justicia y elevar los niveles de la existencia. Es preciso que los VALORES MORALES creen un clima de virtud HUMANA apto para compensar en todo momento, junto a lo conquistado, lo debido. En ese aspecto la virtud reafirma su sentido de EFICIENCIA Y EFICACIA.
El AMOR entre los SERES HUMANOS ha conseguido mejores frutos en menos tiempo del que ha costado a la humanidad la siembra del RENCOR y el TERROR
Necesariamente ha debido ser larga la época de la REVOLUCION BOLIVARIANA SOCIALISTA, a la que caracterizó un adusto ceño. Todavía no puede considerársela realizada, pero es preciso que aquella interpretación de la virtud socrática esparza, junto a la conciencia de la dignidad HUMANA, otra clase de valores. Kant proclamó ante la expectación de la humanidad un credo que sólo podría hallar precedentes en los principios cristianos del amor mutuo, con la diferencia de que en este caso la enunciación afecta el rigor de la DISCIPLINA. Leemos en Empédocles que las alternativas en el predominio del AMOR y del ODIO engendran los diversos períodos en el mundo. Puede muy bien ser cierto, aunque Empédocles no buscase la misma conclusión, porque la HUMANIDAD ha conocido entre épocas de ODIO otras de un vivir con los BRAZOS ABIERTOS hacia todas las posibilidades de la HUMANA NATURALEZA. Bajo ese imperio de místicos frutos se vislumbran MUNDOS NUEVOS, se educan nacientes nacionalidades, se destruyen las BARRERAS.
El grado ETICO alcanzado por un PUEBLO imprime rumbo al PROGRESO, crea el ORDEN y asegura el uso FELIZ de la LIBERTAD
Esa virtud nos sitúa de plano en el campo de lo ético. La actitud se enfrenta con el mundo exterior. Se trata de ver hasta qué punto es susceptible de perfeccionar los módulos de la propia existencia. Aristóteles nos dice: El hombre es un SER ordenado para la convivencia social; el bien supremo no se realiza por consiguiente en la vida individual HUMANA, sino en el organismo super individual del Estado; la ETICA culmina en la POLITICA. El proceso aristotélico nos lleva un punto más lejos del proyectado. Deseamos referirnos sólo a la imposición de la convivencia sobre las proyecciones de la actitud individual. Nuestra virtud no será perfecta hasta ser completada por esa ética, que mide los valores personales. La vida de relación aparece como una eficaz medida para la HONESTIDAD con que cada SER HUMANO acepta su propio papel. De ese sentido ante la vida, que en parte muy importante procederá de la EDUCACION recibida y del clima imperante en la comunidad, depende la suerte de la COMUNIDAD misma.
Habrá pueblos con sentido ético y pueblos desprovistos de él; políticas civilizadas y salvajes; proyección de progreso ordenado o delirantes irrupciones de masas. La diferencia que media entre extraer provechosos resultados de una victoria social o anegarla en el desorden, corresponde a las dosis de ética poseídas. El progreso está, por lo demás en absoluta relación de dependencia con el grado ético alcanzado, establece la moral de las leyes y puede interpretarlas sabiamente. Para la vida pública esto significa el orden, la acción y el uso feliz de la LIBERTAD. La LIBERTAD fue primariamente sustancia del contenido ETICO de la VIDA. Pero por lo mismo, nos es imposible imaginar una vida libre sin principios ETICOS.
El sentido último de la ETICA consiste en la corrección del EGOISMO
El EGOISMO que forjó la lucha de clases e inspiró los más encendidos anatemas del materialismo, es al mismo tiempo sujeto último del proceder ETICO. Corresponde seguramente una actitud ante esa disposición cerrada que produce la sobrestimación de los intereses propios. La enunciación de tal cosa corresponde en la Historia a una sangrienta y dura evolución cuyo fin no podemos decir que se haya alcanzado aún.
Si la felicidad es el objetivo máximo, y su maximización una de las finalidades centrales del afán general, se hace visible que unos han hallado medios y recursos para procurársela y que otros no la han poseído nunca. Aquéllos han tratado de retener indefinidamente esa condición privilegiada y ello ha conducido al desquiciamiento motivado por la acción reivindicativa, no siempre pacífica, de los peor dotados. El egoísmo estaba destinado, acaso por designio providencial, a transformarse en motor de una agitada edad HUMANA. Pero el EGOISMO es antes que otra cosa, un valor negación, es la ausencia de otros valores; es como el frío, que nada significa sino ausencia de todo calor. Combatir el EGOISMO no supone una actitud armada frente al vicio sino más bien una actitud positiva destinada a fortalecer las virtudes contrarias; a sustituirlo por una amplia y generosa visión ETICA. Difundir la virtud inherente a la justicia y alcanzar el placer, no sobre el disfrute privado del bienestar, sino por la difusión de ese disfrute, abriendo sus posibilidades a sectores cada vez MAYORES de la HUMANIDAD, HE AHÍ EL SOCIALISMO BOLIVARIANO DEL SIGLO XXI.
¡QUE VIVA POR TODA LA ETERNIDAD LA HUMANIDAD PLANETARIA!
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA BOLIVARIANA SOCIALISTA!