Tomo prestado de Ramón Losada Aldana el título de su obra, editada por Monte Ávila Editores y que adquirí en la Librería del Sur en un módico precio. Allí el autor desglosa una serie de ideas desde la perspectiva conceptual, pero también afincándose en las realidades de la sociedad venezolana en transición al socialismo. Losada desarrolla su obra a partir de una serie de cortos artículos publicados en el diario VEA y la misma tiene un excelente y profundo prólogo del Sociólogo José Antonio Egido. Creo que la lectura de esta obra es muy importante para el momento que vivimos hoy, cuando la Revolución Bolivariana padece de ataques múltiples y concentrados en el plano político, económico y comunicacionales con el fin de deteriorar o socavar el apoyo popular que luego pueda justificar cualquier salida constitucional o no del gobierno bolivariano.
Es necesario profundizar en la formación del pueblo, tanto en la del pueblo chavista, para consolidar su convicción de la necesidad de las transformaciones revolucionarias en Venezuela, única forma de arrancar de raíz (de allí lo de transformación radical, estructural) los problemas de la Patria y de la sociedad contemporánea en general, sino y sobre todo del pueblo confundido ante los cantos de sirena capitalistas, esos que encantan y encandilan a quienes ideologizados, defienden a sus opresores.
Dice Losada: “el capitalismo desata guerras mundiales e impulsa conflictos entre las regiones del mundo; contamina las grande y pequeñas aguas de mares, ríos y tantas otras; despilfarra delictuosamente los recursos energéticos de la naturaleza, disloca los climas, transforma la energía nuclear en fuerza homicida, envenena la atmósfera e infecta al ambiente, empuja al recalentamiento de la tierra, provoca el deshielo, ahueca la capa de ozono, amenaza con un arsenal nuclear capaz de aniquilar la vida sobre el planeta. En síntesis, el capitalismo coloca en riesgo la supervivencia de la especie humana” (pág. 175). A esto yo le agrego que el capitalismo en Venezuela, aparte de generar enormes niveles de pobreza, marginalidad, desempleo, delincuencia y degeneración humana, hoy acapara alimentos, desaparece medicinas, artículos de la higiene diaria y de vehículos automotores, para tratar de derrocar a un gobierno legítimamente electo por el pueblo. Como dice sabiamente Alí Primera en la canción Ruperto: “El capitalismo: el causante de todos los males que está sufriendo mi pueblo”. Por ello decimos que el capitalismo no tiene patria, no tiene ética, no tiene moral, sólo defiende intereses de la clase dominante: la burguesía expresada en sus diversas manifestaciones; la burguesía financiera, industrial, comercial, de servicios, agraria.
¿Qué hacer entonces ante la barbarie capitalista? Losada (como Marx, Lenin, Trotsky, el Che, Fidel, Rosa Luxemburgo, Gramsci, Einstein, Chávez y tantos otros) lo plantean: Construir el Socialismo Revolucionario. Ahora, insiste Losada en lo siguiente( y eso lo escribe en 2.005): “Es indispensable que las fuerzas que apoyan el proceso se agrupen e integren en un sólido y único cuerpo político, con una potente dirección colectiva y claras perspectivas tácticas y estratégicas……..Ese cuerpo político ha de elaborar un programa común a todas las fuerzas del cambio, con el cual debe haber un compromiso categórico e irrenunciable……la elaboración y fidelidad a ese programa ha de comenzar por una concreta y clara definición del socialismo….que incluye la unidad cívico –militar, cuya trascendencia ya ha sido comprobada en la práctica…..dicho criterio de totalidad es un valioso antídoto contra los riesgos que corre todo proceso: el dogmatismo sectario, peligroso enemigo de la unidad de las fuerzas de cambio…Al proclamarse el Presidente por el socialismo, y al proclamarlo también por la masas emerge un peligro: la hipertrofia socialista; la mascarada para medrar individualmente, el socialismo como antifaz de la corrupción, la moda para aparentar, el envilecimiento para trocar el proceso (págs. 185-186).
Hugo Chávez nos dejó un legado, un ejemplo. Nos dejó el Programa de la Patria donde se establece claramente el rumbo a seguir en la conquista del Socialismo venezolano. Y nos dejó su ejemplo de vida entregada y comprometida con las nobles causas del pueblo. Ante la nueva arremetida de los últimos 2 años contra el proceso bolivariano se hace necesario, indispensable tener hoy la mayor claridad en las acciones a seguir: acciones en lo coyuntural (responder contundentemente ante la guerra económica, las desviaciones burocráticas y la corrupción) y acciones en lo estructural (profundizar los cambios en el nuevo modelo productivo socialista, en las mentalidades del pueblo y en la formación permanente de las mayorías).
Ya todos sabemos que es muy difícil construir el socialismo por la vía democrática con todo el poder que la burguesía nacional e internacional posee. Pero no podemos perdernos en los problemas circunstanciales que nos colocan en el camino para desviar los objetivos. Por todo ello y mucho más, la obra de Losada Aldana es, a mi juicio, esclarecedora, sencilla y por ello revolucionaria.