Con el debido respeto a los seres humanos, y en atención a las compras nerviosas de productos de primera necesidad, destinadas a la reventa que origina grandes sumas de dinero para un grupito determinado de hambreadores del pueblo dedicados a este “nuevo oficio”, es que obedece este artículo. La chispa criolla ha etiquetado al bachaquero humano como aquel que se pone de acuerdo con varias personas, para comprar cierta cantidad de productos, que van a parar en manos de una sola persona o negocio, que son transportados por ellos en forma rápida y las veces que pueda, hasta que dicha mercancía se termine de vender. Analizando el punto, podemos observar ciertas semejanzas entre el bachaco hormiga grande, de la familia de los formícidos y los bachaqueros humanos, comenzando por la anatomía del bachaco u hormiga grande, que está compuesta por ojos, cabeza, cerebro, tórax, corazón, estómago, tracto digestivo, abdomen y recto. Los humanos tenemos estos mismos órganos. Qué casualidad que la anatomía de los bachacos hormigas, sea casi igual a la de los humanos; con sus diferencias, por supuesto. Los bachacos hormigas, son laboriosos, trabajan sin parar hasta terminar el acarreo o transportación de lo que consideran alimento necesario para la subsistencia. Los bachaqueros humanos también son laboriosos, bachaquean hasta llevarse toda la mercancía. La comunicación entre bachacos hormigas es muy eficaz empleando mecanismos vibratorios e incluso auditivos. Al humano le vibra el celular o acuden muy temprano a comprar lo que vendan. Un bachaco explorador, alerta a la colonia y la dirección a que deben dirigirse sus excitados compañeros. El humano explorador alerta a los bachacos compradores para que se dirijan al sitio donde están los productos.
Continuando con las comparaciones entre la actividad de carreteo normal o transporte rápido masivo, con la agilidad que tienen los bachacos para efectuar el acarreo de su alimento y la organización que tiene esta especie para tal fin, podemos precisar que es la misma organización y agilidad que tienen los bachacos humanos para desarrollar dicha actividad. En cada hueco, construido por los bachacos hormigas, habitan miles de familias de los formícidos, que transportan hasta allí sus alimentos para almacenarlos. También hay familias bachaqueras, que llevan familiares y vecinos para adquirir cantidades de productos a precios módicos o regulados para almacenarlos para su consumo y revenderlos.
Las investigaciones de campo y de contacto personal, dan como resultado que muchas personas han renunciado a sus trabajos habituales, para dedicarse a esta actividad anti pueblo. Los bachaqueros humanos, sostienen que definitivamente el bachaqueo llegó para quedarse. Pero deben entender que lo único que llegó para quedarse ha sido la revolución bolivariana, de manos del Comandante Supremo Hugo Chávez, que como legado eterno defenderemos los chavistas de verdad, por encima de todas las circunstancias adversas, bajo la égida del Presidente Obrero Nicolás Maduro. Recuerden señores bachaqueros, que el golpe más criminal contra Venezuela, fue el paro petrolero del 2002, con pérdidas por el orden de 20 mil millones de dólares para la nación y una paralización total de actividades económicas del país; sin embargo, la revolución triunfó venciendo a los golpistas apátridas, cuando apostaban a que era el fin de la revolución. Esto demuestra, que los revolucionarios estamos forrados de guáramo puro, que no se rompe fácilmente. Tampoco olviden el “carmonazo” y secuestro del presidente Chávez, rescatado por el pueblo y la Fuerza Armada. La conducta bachaquera va en camino a la extinción. Ya lo verán. De vainas peores ha salido victoriosa la revolución. ¡CON CHÁVEZ, DIOSDADO Y MADURO A LA OPOSICIÓN LE SEGUIMOS DANDO DURO! ¡LOS LÍDERES NUNCA MUEREN! ¡CHÁVEZ VUELVE! Y hasta la próxima, si Dios quiere.