Los enormes esfuerzos realizados por el Comandante Hugo Chávez y el proceso revolucionario venezolano centrados en el fortalecimiento del Poder Popular se ven retados en esta particular circunstancia de la Revolución Bolivariana. Estos tiempos representan uno de los desafíos más peligrosos que hemos tenido, pues, como se ha dicho reiteradas veces no tenemos hoy al líder que representó Chávez quien con su olfato político lograba convertir las derrotas en victorias y las arremetidas de la burguesía y el imperialismo en impulsos del proceso revolucionario.
Plantea Néstor Francia en su análisis del entorno de fecha 3 de agosto 2015 que: "Además de la guerra económica macro, estamos ante una micro guerra económica que afecta directamente a los ciudadanos en su vida cotidiana. Al ejército enemigo de esta micro guerra pertenecen no solo los bachaqueros, sino también numerosos regentes de comercios medianos y pequeños que especulan a placer sin ningún control ¿Puede el Gobierno derrotar la micro guerra económica? Difícilmente sin la ayuda del pueblo organizado…… Ahora bien, surge entonces otro problema: las grandes falencias de las que adolece todavía el Poder Popular. En nuestra parroquia, por ejemplo, hay unos cuantos consejos comunales, pero actúan dispersos y hasta compiten entre sí, conformando feudos y cotos territoriales. Si se unieran todos, podrían conformar un poder real que ayudara contra la micro guerra económica. Pero dispersos como están no pasan de ser organismos gestores sin poder real".
En el artículo 8 de la Ley Orgánica del poder Popular, se define a éste como: "El Poder Popular es el ejercicio pleno de la soberanía por parte del pueblo en lo político, económico, social, cultural, ambiental, internacional y en todo ámbito del desenvolvimiento y desarrollo de la sociedad, a través de sus disímiles y diversas formas de organización, que edifican el estado comunal". Y recordemos que soberanía tiene que ver con el autogobierno, el control de los procesos por parte del pueblo.
Este proceso revolucionario, junto al pueblo y a la fuerza armada, han venido constituyendo, al sujeto de la Revolución que no es como en la revolución rusa, la clase obrera, ni como en la revolución china o vietnamita, el campesinado, sino que el sujeto de la revolución en más amplio, es el pueblo organizado, consciente de la necesidad de las transformaciones profundas de la sociedad capitalista con todos sus males y antivalores humanos.
Sin embargo, Ante la actual coyuntura de guerra económica, de guerra de IV Generación, de la amenaza imperialista: debemos preguntarnos: ¿Dónde está el Poder Popular? ¿Es sólo discurso demagógico o arraigo en la verdadera fuerza del pueblo?. Ante los fenómenos sociales puntuales como el "bachaqueo" y los "raspacupos". ¿Hemos avanzado o retrocedido en la conciencia popular? ¿Dónde están las más de 1.200 Comunas registradas, los más de 40.000 Consejos Comunales y los cientos de Movimientos Sociales que apoyan la Revolución?.
En el texto "Del Estado burocrático al estado comunal" plantea Víctor Alvarez: "Una vez que la vanguardia política ha conquistado el gobierno y ha logrado también el control del estado, la misma está llamada a profundizar y acelerar la transferencia del poder al pueblo para erradicar así las condiciones que permiten la reproducción del estado burocrático, sustituyéndolo por un nuevo estado comunal que permita la organización y empoderamiento del pueblo trabajador como clase dominante". En Venezuela desde 1999 se conquistó el gobierno, pero no se ha logrado el control del estado y lamentablemente, uno de los poderes del estado que se pretendía instalar, pero de manera verdadera es el poder popular, sin que se haya logrado plenamente. No basta con denominar a los ministerios, como lo hizo Chávez, ministerio xxxxx del poder popular para… sino que hay que pasar de la ley a la cotidianidad, a hacer concreto lo que está en la teoría. Y he allí las grandes dificultades que se han tenido.
Por ello se hace necesario y más que eso, imprescindible, si queremos lograr el socialismo, que el Poder Popular sea una realidad. Allí la formación teórica, la formación del pueblo es vital para poder entender las claves de los retos que nos coloca la historia. Sólo el pueblo salva al pueblo, decía Lina Ron y eso es verdad. El gobierno bolivariano, el pueblo organizado deben redoblar los esfuerzos para que esta coyuntura cese y o se convierta en lo que la burguesía ansía, es decir, revertir los avances logrados en estos 15 años.
Se hace necesario que en las comunidades populares, en los barrios, en los liceos, universidades, en los consejos comunales, en las comunas y en los movimientos sociales se profundice en la caracterización de lo que se está jugando hoy la revolución bolivariana. No podemos caer en los valores capitalistas del egoísmo, el individualismo y el aprovechamiento inmediato de los problemas económicos que han significado precisamente estos fenómenos impulsados por la burguesía (y a veces por nuestros propios errores) como los son el "bachaqueo" y los "raspacupos". Debemos derrotarlos, pues son contrarios a nuestros valores de solidaridad, justicia y equidad que caracterizan la nueva sociedad socialista que luchamos por construir.