Las abejas y las flores: su dulzura en peligro

Tu amor se marchó y atravesó mi cuerpo Como miel en el agua Como una droga en especias mezclada Como el vino diluido en el agua Versos: canciones de amor del antiguo Egipto

-escrito hace más de 3000 años.

Los egipcios fueron los primeros apicultores o colmeneros de la historia, para ellos la miel fue no sólo de uso nutricional sino también medicinal y ritual, como medicina fue aplicada como antiséptico a las heridas. Las abejas y su dorada miel tuvieron suma importancia para varios pueblos de la antigüedad. En la antigua Creta la figura de la abeja reina fue uno de los símbolos de la Diosa Madre; el gran filósofo Aristóteles fue quien bautizó a la miel como el “néctar de los dioses,” y el también griego, matemático, Pitágoras usaba la miel como alimento principal de su dieta y a esta le adjudicaba su larga vida, se sabe que vivió cerca de 100 años.

Las abejas y su miel nos son familiar tanto como símbolo de esperanza como de laboriosidad en las flores y en los colmenares, que no son sino las más eficientes factorías que se conocen. De ellas se aprende mucho en las escuelas de todo el mundo pues son el único insecto que produce un alimento consumido por los seres humanos. Una colonia de abejas contiene una sola reina, de 500 a 1000 zánganos y alrededor de 30.000 a 60.000 abejas obreras. Pero, más allá de producir miel las abejas juegan un papel fundamental en la naturaleza y en el ciclo de la vida, son vectores bióticos, como insectos y animales, cumplen una función vital en la “polinización” de los granos de la agricultura, en huertos y hábitat silvestre, llevando el polen desde los estambres hasta el estigma (u otro receptor) de las flores para que germinen sus óvulos, semillas y frutos.

El gran productor de miel es China, el segundo es Estados Unidos muy cerca Argentina, que juntos producen un poco más de la mitad del primero. En Estados Unidos donde más investigación se ha hecho sobre las abejas, se puede afirmar que desde el año 2006 estas son polinizadores de más del 80 por ciento de todos los cultivos, por otro lado en América Latina se dice que el 40 por ciento de los frutos que se consumen y el 75 por ciento de la flora silvestre es debido a la polinización de las abejas. Pese a la fascinante función de las abejas y su estigma en la historia de la humanidad no podían escapar de un sistema socio-económico en que vivimos que pareciera que su principal función es destruir toda vida, así como otras especies, recursos naturales y ecosistemas las abejas también están en peligro.

El peligro a la existencia de las abejas por su creciente mortalidad en los últimos años, es debido a varios factores según los científicos y agencias estatales, estas causas van desde los pesticidas, virus, parásitos, nutrición precaria, causas genéticas, el cambio de clima y hasta aún las torres de teléfonos móviles. De acuerdo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos, en un estudio dice que la principal causa que ataca a las abejas es un pequeño parásito llamado destructor Verroa , que tiene alta resistencia a los insecticidas, pero desde que este parásito fue descubierto en 1987 se ha desarrollado un verdadero circulo vicioso, porque las compañías agroquímicas que producen un insecticida y herbicida genéticamente modificado para combatir este parásito son responsables con este producto químico de debilitar las defensas genética natural de las abejas.

Pero todo apunta que la causa principal al exterminio de las abejas son los pesticidas neonicotinoide, que cuando aparecieron fueron bienvenidos ya que remplazaron al mortífero DDT. En Estados Unidos y Canadá donde se tiene más información sobre el uso de los pesticidas neonicotinoide -seguramente en otros países también existe información de esto-, en estos dos países estos pesticidas son corrientemente usados en un 95 por ciento en el maíz, el raps (canola), la mayoría del cultivo de remolacha, el 60 por ciento de la soja y a todos los demás granos y frutas. Hay que destacar que en E.U. la polinización de las abejas y su resultado en la producción agrícola se estima su valor en más de 40.000 millones de dólares.

Como afirmación al daño de los pesticidas neonicotenoide producidos por Bayer AG y Syngenta AG, hay un reporte que se llama TFSP (Task Force on Systemic Pesticides) que lo elaboran 50 científicos independientes en todo el mundo, que han estado analizando más de 800 estudios los últimos cuatro años sobre los pesticidas neonicotinoide, estas investigaciones prueban que estos pesticidas no solo dañan a las abejas, también a las mariposas, a los gusanos de la tierra y a los pájaros; a todo este fenómeno de colapso de las abejas se le llama CCD (Colony Collapse Disorder). El químico neonicotinoide destruye el sistema nervioso central de los insectos, no por eso se deja de usar, hoy representa el 40 por ciento del mercado de los insecticidas en el mundo, con todas las evidencias de daño que se presentan hay una resistencia de prohibirlos, por supuesto resistencia de las corporaciones agroquímicas que los producen y comercializan y también de algunos gobiernos corruptos.

En los últimos 12 años tanto Estados Unidos como la Unión Europea han estado presentando reportes anuales de pérdidas de más del 30 por ciento de las abejas, pero ésta pérdida ha aumenta hasta el 50 por ciento en los últimos tiempos. En Estados Unidos el año pasado los apicultores reportaron que han perdido el 42 por ciento de sus colonias (colmenares) el segundo índice más alto en nueve años, también se reportó que por primera vez mueren más abejas en verano que en invierno como es normal. En E.U. hoy las colonias llegan a 2 millones y medio, muy distante a los 3 millones el año 1990 y seis millones el año 1947. Sin embargo frente a todo este desastre, el gobierno de la provincia de Ontario en Canadá es el primero en restringir los pesticidas neonicotinoide en Norteamérica, aunque no los prohíba es algo, el gobierno de Ontario con esta medida piensa reducir por lo menos la mortandad de las abejas en un 15 por ciento, esto requiere algún tiempo para verificarse. Por otro lado, en caso que lo peor venga departamentos científicos han empezado a juntar esperma y plasma germinal de las abejas.

No hay duda que la baja o eliminación de la población de las abejas tiene grandes consecuencias a la cadena alimenticia que usamos, significando una amenaza a la vida humana. Continuamente algunos científicos y organizaciones defensoras del medio ambiente reportan que especies del mar y de la tierra están en extinción u otras ya extinguidas en un índice alarmante y que también están involucradas en la cadena alimenticia, como las mismas abejas de la miel. Este desastre que supuestamente es de conocimiento general es debido: a la polución, a la creciente temperatura del agua y la pérdida de hábitat o entorno natural.

Quizás el camino se va estrechando cada vez más, con la contradicción más grave que hemos tenido en la historia, la propia destrucción consciente del medio ambiente. Aunque algunos representantes corporativos, politiqueros de turno y tantos otros que se hacen los indiferentes sin dar opinión pero que igual la tienen, todos estos muestren una actitud surrealista de falso optimismo usando muchas veces como pretexto la adoración a que la tecnología va a resolverlo todo; por otro lado también hay otros que al parecer no pueden definir esta tragedia porque viven aplastados y víctimas de la ideología totalitaria de occidente.

David Suzuki un renombrado canadiense, científico, documentalista y activista que ha luchado por más de 50 años por la defensa del medio ambiente, fue entrevistado por el periódico canadiense Globe and Mail; en esta entrevista como en tantas otras oportunidades la prensa oficial (la empresarial) muestran al defensor del medio ambiente como motivado por un capricho personal y no la realidad que este es un asunto de todos y universal. Así el titulo de la entrevista dice “La Agonía de Suzuki”, pero él mismo sorprendió a la periodista diciendo: “Que sí, como usted afirma, el movimiento de defensa del medio ambiente se está acercando a su final ya que hay una hostilidad del gobierno y de las empresas que no ha cambiado, y además nosotros no hemos vendido el correcto mensaje, sino en que el medio ambiente podría coexistir con el crecimiento económico”, y además agrega con un ejemplo algo muy importante: “Nosotros pensábamos que si parábamos la construcción de una represa, parábamos la tala de los árboles involucrados en el área del proyecto, y eso era un gran triunfo, pero no lidiamos con la mentalidad que estaba dispuesta a cortar el bosque y quería construir la represa”.

La silueta de las abejas sólo quedará estampada en una foto, en una pintura o en una pantalla y también seguramente en nuestra memoria, si no se llega a torcer el destino que está planteado y está al acecho; y se crea otro paradigma alternativo al estilo de vida que llevamos hoy y se desarrolla una economía al servicio de todos, desencadenándonos a todos del destino de la destrucción de la vida. Para mientras tanto seguiremos siendo testigo día tras día, año tras año, no sólo de la contaminación del aire y del agua, sino también del exterminio de especies vitales en la cadena de vida, como las propias abejas de la miel. Exterminio llevado adelante por el cruel capricho y mandato de pocos, pero al parecer aceptado por muchos.


mrfernandezcanada@gmail.com



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Mario R. Fernández

Investigador y analista independiente

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