¿Hasta cuándo gobernar sin adecuados métodos?

Con todo respeto por la decisión del Presidente Nicolás Maduro, en su bien intencionada iniciativa de convocar al Congreso extraordinario de delegados del PSUV y otras instancias partidistas para debatir en estos días, pienso que seguimos cometiendo garrafales errores de MÉTODO y de PERSONAJES.

Todo proceso de planificación que pretenda ser, realmente, una herramienta de cambio y transformación requiere al menos responder estas interrogantes: ¿Qué quiero hacer? ¿Para qué lo haré? ¿Por qué lo haré? ¿Dónde lo haré? ¿Cuándo y cuánto tiempo dedicaré? ¿Con qué recursos cuento y cuántos necesito para hacerlo? Y hay dos preguntas claves a las que hay que prestar mucho cuidado: ¿Quiénes participarán y quiénes dirigirán? Y, finalmente: ¿Cómo lo haré o qué método utilizaré? El método y los personajes, o actores, son dos cosas claves.

Lo importante en este momento, como método robinsoniano, es preguntarles a quienes votaron en contra nuestra y, sobre todo, a quienes se abstuvieron y, por supuesto, a quienes con dudas o sin ellas, nos acompañaron: ¿Por qué lo hicieron? ¿Qué los llevó, a algun@s de ell@s, a no continuar acompañándonos? ¿Por qué, quienes antes votaban por nosotros ahora no lo hicieron? ¿Cuál es su malestar? ¿Será porque no recibieron las dádivas y regalos a los que los tenemos mal acostumbrad@s, sobre todo, en época de elecciones? ¿Será su bajo nivel de conciencia y compromiso político? ¿Será que ya se cansaron de un «socialismo» que, en la vida cotidiana, es peor que el capitalismo? ¿Será que no quieren saber nada de socialismo y revolución? ¿O acaso la oposición nos ganó en el terreno de la guerra psicológica y de la batalla por el control de la mente?, ¿Tendrá algo que ver que Maduro no tiene el liderazgo y el carisma de Chávez? ¿O será acaso que estamos cansados de ver tanta corrupción e impunidad, tanto burocratismo e ineficiencia gubernamental? ¿Acaso será por la escasez, el desabastecimiento, el acaparamiento, la especulación, la baja calidad de los productos, la hiperinflación, el endeudamiento externo, la dependencia científica tecnológica, las expropiaciones improvisadas, la incapacidad de gestionar con eficiencia las empresas sociales y del Estado? ¿Acaso existe alguna incomodidad por el elevado peso de los militares, o ex militares, en la conducción del Estado, de empresas y gobiernos regionales y municipales...?

En resumen: ¿Cuáles son las verdaderas y más importantes causas claves de la crisis o las razones que nos llevaron a esta situación de derrota electoral y de retroceso o estancamiento del proceso social, económico y político que hemos vivido? ¿Será la baja de los precios del petróleo, o la muerte de Chávez, la causa clave de este «descalabro»? Como parte de un buen método debemos comenzar haciéndonos preguntas como las anteriores.

Esto es parte fundamental del método científico, racional, creativo, práctico y robinsionano, para encontrar respuestas contundentes a nuestros males. Ya lo decía Simón Rodríguez, hace muchos años: "Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les mande hacer; se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, no a la costumbre como los estúpidos». Es así como las respuestas a estas interrogantes nos ayudarán a identificar, con prontitud, los nudos críticos que están causando muchos de estos síntomas o manifestaciones de la realidad, sino seguiremos dando bandazos y estaremos como niñ@s desesperad@s queriéndole dar un fuerte golpe a una piñata que aún no sabemos dónde está o que sólo existe en nuestra imaginación. Por ejemplo, vale la pena interrogarse:

¿Es la guerra económica, en realidad, la causante de nuestros males y la que nos propició la derrota o es acaso nuestra incapacidad para gobernar procesos complejos, creativos, plenos de incertidumbre y de poder compartido? ¿Es el imperialismo, la CIA, el Departamento de Estado, el Mossad, Isis, el fenómeno del niño o la niña, el recalentamiento de la tierra… o es nuestra incompetencia, nuestras fallas y desaciertos…los principales responsables de lo que vivimos? ¿Tenía razón Olafo cuando dijo: "Al fin descubrí al enemigo: Somos nosotros mismos"? ¿Cuándo vamos a dejar de buscar sólo afuera las causas de nuestras derrotas y asumir con entereza y dignidad que nos hemos equivocado? ¿Acaso no vamos a comprender las señales que nuestro pueblo nos está dando?

Estoy convencido que uno de los problemas más importantes que tenemos, desde que comenzamos a gobernar en febrero de 1999, es la carencia de adecuados MÉTODOS DE GOBIERNO. Lo hemos venido alertando con angustia y sin encontrar oídos receptivos, desde el mismo 6D de 1998.

Deberíamos preguntarnos sin que pretenda valorar o enjuiciar a nadie: ¿son las personas propuestas para coordinar los debates, del consejo extraordinario del PSUV, los más adecuados para dirigir una cuestión tan importante como esa? ¿Sólo vamos a opinar y reunirnos los «derrotados»? y ¿los «vencedores»… no tienen nada que decirnos? ¿No hay, entre nosotros, gente más capacitada técnica, política y éticamente para coordinar estas u otras comisiones? ¿Vamos a seguir con más de lo mismo y con los mismos que hoy están cuestionados por las bases y por la realidad? ¿Acaso no hay pueblo entre los «vencedores» que puedan también opinar, e incluso, ayudarnos a salir de la crisis interna y externa que vivimos? ¿Tod@s ustedes saben quiénes son realmente los que dirigirán las comisiones o el Congreso? ¿Conocen de verdad verdad a estos personajes? ¿Quién los eligió y les dio nuevas responsabilidades: El Presidente Maduro, la dirección del GPP o del PSUV, el azar o la casualidad, las mafias o los grupos de poder enquistados dentro de la estructura partidista? ¿se ofrecieron ell@s voluntariamente, los colocó alli el destino o las bases del partido? ¿Tienen conocimiento, liderazgo y experiencia?

En resumen: vamos a seguir, con los mismos métodos anticuados y los mismos personajes cuestionados, queriendo pedirle peras al HORNO, como lo hace quien, si nos descuidamos, es uno de los potenciales candidatos de la «unidad» a la Presidencia? ¿Hasta cuándo vamos a aguantar tanta incompetencia, mediocridad y desaciertos? Al fallar el MÉTODO, el contenido es lo de menos.

Si fallamos en la selección de los personajes, la cosa se torna más grave. Creo que hemos perdido el azimut y queremos llegar por tanteo o por «ensayo y error» a conseguir lo que un buen gobernante hubiera visualizado desde hace años, con o sin la ayuda de sus dirigidos.

Recordemos siempre aquel pensamiento de Albert Enistein:

"No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo… La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia"

Aporto en este espacio de encuentro estas reflexiones, estando consciente que, por ahora, es poco lo que podemos incidir desde este lugar donde escribo, en medio de este cantar de gallos que me acompaña y me sirve para hacer catarsis y estimular el debate, más allá de las apariencias fenoménicas y la disciplina mal entendida. Es tiempo de crear e inventar, ya está bueno de errar.

hugomoyer@gmail.com

 



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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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