La revolución acaba de sufrir una contundente derrota política en las elecciones a la Asamblea Nacional, derrota en la cual ha jugado un papel central el sistema electoral aprobado por los propios diputados chavistas en años anteriores.
Yo lo denomino sistema electoral chacumbele, porque se ha revertido contra el propio PSUV. En cualquier país del mundo, un partido que obtiene casi el 40 % de los votos es una fuerza decisiva en el parlamento. Pero estos genios del PSUV se pasaron de vivitos, y crearon un sistema electoral que es muy favorable si eres el partido ganador, pero que te condena a una derrota aplastante si no logras ganar.
Eso ha ocurrido con el PSUV, el cual obtuvo el 38,9 % de los votos emitidos, y sólo obtiene el 32 % de los diputados. En cambio, la fuerza ganadora, la MUD, le duplica en diputados y un poco más, a pesar de obtener solamente el 53 % de los votos emitidos. Mientras el PSUV ha sacado 55 diputados con casi el 40% de los votos, la MUD obtiene dos tercios de la asamblea, 112 diputados, con apenas un poco más de la mitad de los votos emitidos, 53 %.
Les ha pasado como chacumbele, ellos mismos se mataron. Su cerebro no les permitió prever que el sistema que estaban aprobando era un verdadero bumerán, que funcionaba mientras se fuera la mayoría, pero que te castigaba durísimo si pasabas a ser minoría.
Ya en documentos de años anteriores hemos criticado duramente este sistema electoral impuesto por la burocracia chavista, por ser absolutamente antidemocrático, además de violentar el principio constitucional de representación proporcional de las minorías.
Este absurdo sistema electoral chacumbele creado por los inteligentísimos diputados del PSUV es el que le ha abierto un camino al imperialismo gringo y sus representantes de la derecha criolla (MUD) para asumir el control total de la Asamblea Nacional, la cual tendrá plenos poderes para deshacer todas las instituciones y leyes creadas por la revolución, además de destituir funcionarios revolucionarios y designar allí fieles fichas del imperio. La nueva AN tendrá poder incluso para promover a corto plazo la destitución del presidente Maduro y acabar con el proceso revolucionario bolivariano iniciado en 1999.
Si se hubiera aplicado otro sistema electoral, más democrático y representativo de las minorías, la MUD no tendría el poder que ahora tendrá a partir del 5 de enero de 2016.
Esta profunda metida de pata es sólo un elemento más para solicitar de inmediato la renuncia de toda la dirección político-militar del PSUV y proceder a una reorganización general de la conducción política del proceso revolucionario, CREANDO UN CONSEJO POPULAR REVOLUCIONARIO, CON REPRESENTANTES DE TODAS LAS FUERZAS POLÍTICAS Y SOCIALES QUE SE SUMEN A DEFENDER EL LEGADO DE CHÁVEZ Y EL PLAN DE LA PATRIA, encabezado por el presidente Maduro, pero prescindiendo de todo el tren ministerial actual.
Para salvar la revolución se requieren MEDIDAS REVOLUCIONARIAS. No hay término medio. Hay que actuar revolucionariamente, y se comienza por acudir a verdaderos revolucionarios para que asuman el mando de este barco que amenaza con hundirse en los próximos meses.
En Maracaibo, Tierra del Sol Amada. A 8 de diciembre de 2015.