Don Simon Rodrigues decía: "No hay interés donde no se entrevé el fin de la acción. Lo que no se hace sentir no se entiende, y lo que no se entiende no interesa"
Bolívar decía: "Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros, las lecciones que hemos recibido y los ejemplos que hemos estudiado, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia. Semejante a un robusto ciego que, instigado por el sentimiento de su fuerza, marcha con la seguridad del hombre más perspicaz, y dando en todos los escollos no puede rectificar sus pasos. Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud; que el imperio de las leyes es más poderoso que el de los tiranos, porque son más inflexibles, y todo debe someterse a su benéfico rigor; que las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad".
El poeta, dramaturgo y revolucionario Bertolt Brecht decía: "El peor analfabeto es el analfabeto político. Él no oye, no habla ni participa en los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pescado, de la harina, del alquiler, del calzado y de las medicinas dependen de las decisiones políticas. El analfabeto político es tan animal que se enorgullece e hincha el pecho al decir que odia la política. No sabe el imbécil que de su ignorancia política proviene la prostituta, el menor abandonado, el asaltador, y el peor de los bandidos, que es el político aprovechador, embaucador y corrompido, lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".
Esas tres grandes reflexiones apuntan a que todo ciudadano esta en la responsabilidad de encarar conscientemente su papel histórico, de asumirse como sujeto político activo en la construcción de la sociedad acordada.
Pero mientras sigamos viendo la política como disciplina especifica, como una actividad de profesionales, difícil para el común del ciudadano; seguiremos siendo simplemente comentaristas políticos aficionados. Seguirá siendo la política, el béisbol y ahora un poco el futbol; el tema de conversación preferido en el autobús, el abasto, el trabajo o cualquier reunión social y así como cuestionamos y presentamos propuestas de cómo debe ser la estrategia del director técnico de la vinotinto o como debe estar compuesto el róster de los Navegantes del Magallanes o Leones del Caracas así muy deportivamente continuaremos tratando el tema político; mentándole la madre a los gobernantes y dirigentes políticos como se la mentamos a los managers o directores técnicos de los equipos . En el futbol o el béisbol no todos podemos ejecutar esas actividades y lo que nos queda es ser simple comentaristas aficionados pero en la política no; en el tema político todos somos jugadores, todos somos actores y no podemos estar sentados en la banca simplemente comentando y acudir al juego solamente el día de las elecciones. Hacer eso significa dejar de cumplir con nuestro deber y darles el poder de decisión a otros que tal vez no lo harán de la mejor forma.
En el caso venezolano, el gran acuerdo aprobado en diciembre de 1999 lo expresa claramente en su artículo 132. "Toda persona tiene el deber de cumplir sus responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social".
En consonancia con el tema tratado concluyo compartiendo el significado de la palabra idiota que según su etimología empezó usándose en la antigua Grecia para definir a un ciudadano privado y egoísta que no se ocupaba de los asuntos públicos o sea que no se ocupaba de la política.
Yo creo que estamos en el momento de grandes acontecimientos donde debemos confirmar que somos sujetos políticos o somos idiotas.
ABREBRECHA Y DESPUES HABLAMOS