Las organizaciones entendidas como sistemas abiertos interactúan con su entorno de diversa manera, ya que este lo integran otras entidades de similar tenor, además de grupos humanos e individuos que generan entradas y salidas en la geometría del espacio local, regional, nacional o internacional que dibujan líneas de acciones y retroacciones; para ello suelen recurrir a las tecnologías necesarias para potenciar el logro de sus objetivos estratégicos según las metas y políticas diseñadas para tales fines. Por lo que resulta interesante reflexionar sobre el valor que agrega a los quehaceres de la empresa e instituciones la tecnología, que en general constituye un producto de las ciencias aplicadas y a las que se deben adaptar una y otra organización para ser estructuras de producción y/o de servicios exitosas, según la rama de producción o naturaleza del servicio, que es de lo que se tratará más adelante en este escrito.
En la actualidad resulta arduo imaginar una organización empresarial o de servicios, como no sea en un ambiente muy bronco de comunidades apartadas del proceso civilizatorio en cuyo esquema de realización de actividades no figure algún tipo de tecnología y que dada tal circunstancia en la modernidad en virtud de la demanda de sobrevivencia, tiene la necesidad de realizar una cierta reconversión a las nuevas aplicaciones tecnológicas que potenciarán su accionar; de lo contrario estaría condenada a ser una especie de artefacto inútil a las demandas actuales de calidad en sus productos y servicios, eficacia, eficiencia y efectividad. Así, aunque se diga que cocinar con leña cierta sopa u otros menjurjes comestibles en una casa de campo u otros ambientes naturales vale más que éstos sean una excepción y no la regla, ya que la tecnología alivia mucho el esfuerzo físico para desarrollar las actividades.
Por otra parte, verdad también es que la historia social empresarial, institucional o de los procesos económicos en un marco sociocultural dado y en un tiempo y espacio determinado cronológicamente puede ofrecer, como de hecho es así, ciertas evidencias ya más propias o cercanas al patrimonio cultural edificado, que los estilos arquitectónicos, adminículos y estilos de vida retro eventualmente pueden ser muy atractivos con fines turísticos. Al respecto el Museo del Ron Habana Club, en La Habana, Cuba, representa un ejemplo de esta referencia (www.hicuba.com/articulo/
Un atractivo turístico notable en el marco de una sociedad como la cubana que arrastra un bloqueo económico por parte del gobierno norteamericano ya por más de cincuenta años, ello debido a cuestiones político-ideológicos de parte de uno de los centros más dinámicos de las llamadas sociedades abiertas a la iniciativa privada, donde las corporaciones económicas constituyen un dominio que exige apoyo constante de la tecnología más desarrollada para la sustentabilidad de la misma en el tiempo; así, la Habana Vieja y los procesos artesanales que utilizan ciertas empresas locales para fabricar sus productos únicos e irrepetibles, el uso de automóviles antiguos o con los modelos de mediados del siglo XX, contrasta enormemente con El Valle del Silicón, en el norte de California, Estados Unidos (www.hicuba.com/porv-
La Habana Vieja atrae las miradas porque constituye un espacio humanizado que ofrece un paisaje típico de la colonia hispana que fue en el siglo XIX, con la arquitectura barroca de su Catedral y Plaza mayor, entro otras edificaciones de tipo religioso, civil o militar; donde hasta el recorrido de la cuadrícula española intacta puede hacerse en un carruaje tirado por caballos, automóviles Ford Tablita o Chévrolet cuyos modelos son de 1946 o 1956, aproximadamente. Todo lo cual no deja de ser atractivo porque se crea una atmósfera antañón al modo de un flash-back, además de ser una comprobación empírica de una sociedad cuya dinámica se estancó en el plano económico, social y político. Una ciudad como detenida en el tiempo, para el goce de los anticuarios, cronistas nostálgicos y disfonías dígase de ciertas flautas ideológicas o distopías iracundas ante la modernidad del capitalismo tardío.
Cuba sin embargo y dado el proyecto político que su liderazgo revolucionario encausó el destino de esa isla se ha visto constreñida en el tiempo contemporáneo y actual a destinar su limitado presupuesto nacional a las funciones básicas: alimentación, salud, educación, deporte amateur, investigación básica y dirigida a los asuntos claves ya señalados, además de la dotación mínima de su fuerza armada revolucionaria con fines de mantener su apresto operacional; pero también, al propio tiempo, se guardan de aplicar el “piquete del progreso” mal entendido, por eso cuidan el patrimonio cultural edificado.
Al contrario, dentro de las limitaciones de su entorno fundado en una modalidad de la filosofía política neomarxista y la autodeterminación de los pueblos, y el nacionalismo, inspirada en el político y poeta José Julián Martí Pérez (1853-1895), donde domina un modelo económico estatista e intervencionista, que ya no funciona ni para los cubanos mismos como lo admitió su líder histórico Fidel Castro en una intervención pública en 2010 (www.eluniversal.com/ 8 Sep 2010); y aprovechan el recurso de su arquitectura y vieja dotación automovilística, carruajes coloniales y demás elementos retrógrados para impulsar modestamente la llamada “Industria sin chimeneas” como es el turismo. Así, el vacacionista extranjero es quien trae dólares, beneficiándose a su vez de otras actividades conexas non sancta, que según dizque había extinguido la revolución triunfante. Bondades turísticas que son anunciadas a través del recurso de páginas web.
Ergo, el estancado modelo comunista cubano se conecta a internet con fines de promover una de las unidades de negocios adscrita a alguna corporación del Estado-Nación, ello aunque uno de sus jóvenes dirigentes revolucionarios denunciara en cierta a principios del siglo XXI cuando tuvo ocasión de realizar reflexiones que internet era una “miedda” (www.jovencuba.com/2010/06/11/
Las revoluciones tecnológicas en todos los ámbitos y en particular la de la información y la comunicación ha impactado las organizaciones, donde hasta la comunidad de inteligencia de Estados Unidos se sirve de tales aportes, además de los órganos del Departamento de Estado el Departamento de Defensa, como puede leerse el libro de Walter Martínez 365 días (www.casadellibro.com/1224665)
Por su parte, el Valle del Silicón en California, Estados Unidos, que comprende un área extensa desde el Alto, La Montaña y San José, su capital, representa un paisaje dominado por grandes estructuras modernas, con emplazamientos industriales donde desarrollan y aplican tecnologías de punta en el proceso de elaboración bienes que incluyen muchos de los adminículos más modernos que se conocen, una fuente electrónica ilustra de la siguiente manera este espectáculo del mundo industrial:
“El Silicón Valley aloja muchas de las mayores corporaciones de tecnología del mundo y miles de pequeñas empresas en formación (Star-Ups). Originalmente la denominación se relacionaba con el gran número de innovadores y fabricantes de chips de silio fabricados allí, pero definitivamente acabó haciendo referencia a todos los negocios de alta tecnología establecidos en la zona; en la actualidad es utilizado como un motónimo para el sector de alta tecnología de los Unidos (a la manera de Hollywood para el cine estadounidense). A pesar del desarrollo de otros centros económicos de alta tecnología en Estados unidos y por el mundo Silicón Valley continúa siendo el centro líder para la innovación y desarrollo de alta tecnología, recibiendo el tercio (1/3) del total de la inversión de capital de riesgo en Estados Unidos…” (www.incubate.com.ar/download/
Ser capaces de producir como afirma Fidel Castro (2016, en: Últimas Noticias, marzo, 29) en su artículo “El hermano Obama”, “…alimentos y riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo” (p. 20), requiere junto a la distensión de la relaciones políticas y comerciales, la aplicación de la tecnología adecuada, además de conseguir para Cuba mayor conectividad en la web, ya que sin el apostillamiento de la oferta turística en la red de redes el trasiego turístico sería bastante menor del mundo desarrollado hacia la mayor de la Antillas. En efecto, según fuente electrónica:
“La industria de aplicaciones informáticas, así como la ampliación de capacidades de acceso a internet…”, son prioridad actualmente en Cuba (www.cubaperiodistas.cu/index.
Otros testimonios dan cuenta de la importancia de la informática y sus aplicaciones con fines optimizar el cobro de impuestos y reinvertir tales recursos en la reparación de las vías públicas de tráfico vehicular, por eso han recurrido a medios electrónicos, mediante la instalación de plataformas virtuales. Así, en cuanto a peaje de carreteras Pérez (2016) en un reportaje periodístico, recuadre, señala que:
“En varios países desarrollados el cobro de peajes hace tiempo que pasó a electrónico con un sistema que permite realizar el pago de la tarifa sin necesidad de una transacción física, sino mediante tecnología de comunicación remota se hace la transferencia de manera automática y sin que el vehículo tenga que detenerse por completo, asegurando una velocidad constante del flujo. El sistema funciona electrónicamente entre un pórtico (estructura metálica de tres piezas) que se encuentra en la autopista el cual en su parte superior posee dispositivos denominado transponder, TAG o Televisa, el cual va montado en el parabrisas del carro que recibe y envía información al pasar por debajo del pórtico” (Pérez, M. F., 2016, 03/ 28/ en. El Impulso. Barquisimeto, p. A3).
En esa misma línea argumentativa se ubica esta otra noticia de Correo del Orinoco (2016, marzo, 21): “Esta tecnología también estará en otras entidades. Drones reforzarán seguridad en actividades religiosas de Caracas” (p. 4); y agrega que la cosa consiste en lo siguiente:
“Las actividades en los principales templos de la Gran Caracas estarán vigiladas con aeronaves tripuladas a distancia (ATD), conocidos popularmente como drones, para reforzar las seguridad de los feligreses durante la Semana Santa”, se agrega que “Estas aeronaves conectadas al satélite Simón Bolívar, estarán sincronizadas con las nuevas estaciones policiales activadas en Caracas este fin de semana por el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz” e incluyen las siguientes entidades: “…Falcón, Anzoátegui, Zulia, Nueva Esparta, Vargas y la Gran Caracas serán custodiadas a través de este sistema moderno de tecnología” (Ob cit).
La conclusión es obvia, ya prácticamente no existe actividad humana bien sea de producción o servicios de diverso tenor que no esté mediada por elementos tecnológicos que optimizan el desempeño de las organizaciones, que combinado con el factor humano delinea nuevas realidades en el marco de las transformaciones sociales y una nueva relación del hombre y la mujer con la empresa y su entorno (Márquez, 2009). Igualmente, cabe recordar que las tecnologías de la información y comunicación del siglo XXI, de acuerdo con De Vita Montiel (2008) “… brindan reducción de costos, mejoran la rapidez en la comunicación, establecen interactividad entre las partes involucradas y proporcionan valor agregado a la organización” (p. 78) llegando a ser un soporte fundamental en la configuración de nuevos enfoques en la dirección de empresas.
Adicionalmente, conviene resaltar que el enfoque tradicional de las organizaciones y sus procesos tipo manufactura de lineamientos rígidos y estructuras jerárquicas aisladas, de acuerdo con Drucker (2003) ya se ha está en declive, tendiendo a la integración en redes vía internet que posibilita inclusive el teletrabajo, que es una fuerza laboral nueva destacando en ese contexto la noción de capital intelectual que supone reelaborar las estrategias de las políticas de las empresas en una nueva economía, pues como señala Castell (en De Vita Montiel, ob cit), las tecnologías tienen un evidente impacto social; también Drucker (ob cit) acota otros datos en este sentido:
“La Revolución de la Información era sólo uno de los factores y, tal vez, ni siquiera el más poderoso. La demografía era, por lo menos, igual de importante, sobre todo la tasa de natalidad de los países desarrollados y en vías de desarrollo, que bajaba a un ritmo constante, con el resultado de una rápida disminución en el número y proporción de jóvenes y el índice de formación de familias. Y mientras que la Revolución de la Información no era sino la culminación de una tendencia que llevaba más de un siglo en marcha, la disminución de la población joven era un cambio radical y sin precedentes. Pero hay también otro cambio radical, el constante declive de la industria como proveedora de riqueza y puestos de trabajo, hasta el punto de que, en los países desarrollados, está llegando a ser marginal económicamente pero, al mismo tiempo, en una aparente paradoja, ganando todavía más poder políticamente. Está –de nuevo algo sin precedentes- la transformación de la fuerza laboral y su fragmentación” (p. 10).
Los actuales cambios del entorno generados por la tecnología han tenido impacto indudable en el plano cultural y los valores, así como en el mercado, donde se ha generado nuevas maneras de actuar de los oferentes y consumidores, lo que ha derivado en un creciente dinamismo; ello obliga a que las organizaciones deben aprovechar sus ventajas competitivas. El nuevo enfoque gerencial de integración en redes como ya se ha dicho aquí incorpora la tic, maneja una estructura más flexible y proactiva, dado que la conectividad en internet ahora en la nube permite que su comunicación sea en un tiempo de mayor rapidez o en tiempo real, con ello además ahorra costos; y con la incorporación de nuevos elementos (hardware y software, equipos computarizados y programas informáticos básicos y específicos, según la naturaleza de la organización) facilitan el esfuerzo humano y soportan el desarrollo y crecimiento, además de sortear las amenazas, alcanzar éxito y mantenerse en el tiempo, todo lo cual actúa como factor de sustentabilidad, (De vital Montiel, ob cit).