Leyendo el amplio despliegue que en el portal APORREA tuvo la rueda de prensa que dieron algunos de los exministros de Chávez (y hoy recalcitrantes opositores de Maduro) me surgieron algunas reflexiones que comparto con ustedes.
Uno de los problemas graves que tienen los procesos revolucionarios son las enormes divisiones internas que los mismos generan, bien sea por incomprensión de los procesos sociales, por las ambiciones personales o grupales o por la amplia capacidad de crítica de los mismos que se dicen revolucionarios.
Así pasó históricamente en Rusia en la confrontación Bolcheviques-mencheviques, o entre Stalin y Trotsky, o entre Mao y los opositores al maoísmo tradicional encabezados por Deng Xiao Ping, o entre Fidel, El Che y cubanos revolucionarios apartados del proceso, o en Chile, entre Allende y el MIR, y en tantos otros procesos revolucionarios. En Nicaragua muchos de los que tomaron el poder por las armas luego se separaron del FMLN y se pasaron a la derecha. La Venezuela revolucionaria no escapa a estas realidades. Hace algún tiempo escribí un artículo titulado "Los odios históricos de la izquierda venezolana" http://www.aporrea.org/oposicion/a215799.html, donde exponía parte de las diatribas que la izquierda genera permanentemente. ¿Será que esa es su naturaleza, como la del alacrán?
Hoy vemos a otros exlíderes del chavismo apartarse y cuestionar el rumbo actual del gobierno de Maduro http://www.aporrea.org/ideologia/n294054.html. Algunos, como Juan Barreto comienzan a "desmarcarse" del gobierno bolivariano y huyen hacia adelante planteando que ojalá y la crítica no sea usada como elemento que genere discriminación entre los revolucionarios. Otros han surgido como los exministros Giordani, Héctor Navarro, Ana Osorio, Gustavo Márquez (a nuestro entender, uno de los más grises ministros que ha tenido el bolivarianismo), al igual que intelectuales a quienes respeto, pero de quienes discrepo en la actualidad como Freddy Gutiérrez, Edgardo Lander, Gonzalo Gómez y Esteban Monsonyi y el militar Clíver Alcalá. Por supuesto acá debemos incorporar al internacional Heinz Dieterich.
Los primeros han usado como elemento diferenciador de la fase actual del proceso bolivariano el tema del Arco Minero y otros han tomado el caso del referendo revocatorio presidencial.
Lo cierto es que usan diversas plataformas de información (APORREA, GLOBOVISIÓN, EL NACIONAL, EL UNIVERSAL), que son tomadas luego por la prensa derechista internacional y por páginas contrarrevolucionarias como "Dólar Today", "La Patilla" y toda la parafernalia mediática derechista para demostrarle al mundo que estos exchavistas se han lanzado contra el gobierno de Maduro y que esto es parte del fin del chavismo.
A estos podemos interponer los planteamientos claros de otros intelectuales leales al proceso como José Vicente Rangel, "los Robertos", Britto García, Gustavo Pereira, Néstor Francia, Buen Abad, militares leales al proceso como el propio Padrino López, Pérez Arcay, García Carneiro, Mata Figueroa, entra tantos otros. Sin ignorar los graves problemas que padecemos y hasta los errores cometidos han permanecido leales al proceso revolucionario que lidera Nicolás maduro, por encomienda de Chávez y decisión del pueblo venezolano.
Podemos entender que haya críticas hacia los errores del proceso bolivariano. Maduro los ha cometido, pero Chávez también lo hizo y JAMÁS vimos ni leímos nada que estos compatriotas dijeran nada contra los errores que Chávez cometió y que hoy cuestionan de manera inclemente a Maduro contra quien el imperio, la derecha fascista internacional y nacional ha lanzado todo tipo de ataques, tratando de horadar el compromiso y la convicción de millones de chavistas que creemos que no es un hombre quien determina este proceso, sino un pueblo que se ha convertido en sujeto de la Revolución.
Reiteramos que la crítica es importante, pero una vez más recordamos al Gigante Chávez cuando expresó el 8 de diciembre de 2012, a casi tres meses de su tránsito hacia la eternidad: "No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria."
Considero que los compatriotas de Marea Socialista, los exministros, militares e intelectuales mencionados tiene una posición crítica, pero que no podemos avalar, puesto que, por ejemplo, en cuanto al referendo revocatorio al que invocan, como si fuesen de la MUD, no han hecho la más mínima crítica al fraude monumental que ha hecho la oposición al proceso revolucionario. Miles de firmas de fallecidos, de menores de edad, de persona a quienes no les corresponde la cédula, es decir, más de 600 mil firmas anuladas, no pueden pasarse por debajo de la mesa.
Los revolucionarios no tememos el referendo si se activa de manera adecuada. El mismo Chávez lo rechazó en el 2003, y sólo en el 2004, cuando la oposición de entonces demostró que si había recogido las firmas legalmente, Chávez aceptó ir a referendo y nos convocó a la Batalla de Santa Inés. Igual ocurre con la Guerra No Convencional que implica la guerra económica. Marea Socialista y estos exministros e intelectuales al parecer no la ven. Sólo aprecian los errores del gobierno revolucionario.
Bien, tienen derecho a hacerlo, pero no pueden esperar que sus apreciaciones y críticas desmedidas, las aceptemos de manera natural. No. Serán combatidas, siempre en el terreno de las ideas.
En el terreno de la crítica revolucionaria coincidimos, en el terreno de la traición o de convertirse en tránsfuga. No. Suficientes argumentos hay para seguir defendiendo el proceso revolucionario contra la derecha nacional e internacional y contra tránsfugas, ó conversos, herejes y renegados, como los calificó hace algún tiempo el poeta Gustavo Pereira. xa.yimg.com/kq/groups/9509988/891373247/name/Herejes
