Claro que no. En realidad los meses, los años ni los días, tienen atributos políticos que los califiquen, Aunque debemos recordar que "septiembre ahuya todavía", como canta Silvio Rodríguez en su Cita con ángeles, al referirse a los días 11 de septiembre de 1973 y de 2001, respectivamente.
El primero de esos 11 se impone el fascismo en Chile, luego de derrocar y asesinar al compañero Presidente socialista Salvador Allende. En este caso es el pueblo chileno el que es víctima de las prácticas genocidas, terroristas, de persecuciones, torturas, desapariciones y muertes, propias al oprobioso régimen más característico en capitalismo. El segundo sería en la terrorista implosión de las gemelas torres del Word Trade Center, por la cual se quiso reiterar la hegemonía militar y política del imperio yanqui, en el mundo entero.
La tercera pudiera ser la que, con mucha ansiedad, anuncia la derecha conspirativa que, en Venezuela, pretende derrocar al presidente Nicolás Maduro y a todo el potencial de esperanzas que representa para Nuestramérica y el mundo, la Revolución Bolivariana y Chavista.
El golpismo-insurreccionalista, guiado desde los Estados Unidos, por los aparatos de poder estratégico, invita a la creación de un clima de descomposición, inestabilidad y caos, al cual han denominado "La toma de Caracas" y disfrazado de "protesta democrática" para intentar imponer en Venezuela el imperio del fascismo, tal como lo lograron en el aludido Chile de 1973 y también en otras partes del mundo, en distintas fechas.
Este zarpazo del capitalismo arrinconado, se pretende dar en septiembre y sueña en el día 11 como fecha emblemática y cabalística para su triunfo.
Volverán a fracasar, no lo dudo, pero es urgente detener su violencia y potencial secuela de muertes. Venezuela debe seguir siendo territorio de Paz y -para que así sea-, juntos, los patriotas, debemos luchar. En la calle y en cualquier lugar. Luchar hasta vencer.