Escribo con la intensión de hacer algunos aportes positivos sobre la crisis que actualmente padecemos todos los venezolanos, menos un pequeño grupo de propietarios de la acumulación del gran capital o clase alta burgués.
La crisis económica nos ha descapitalizado a muchos, hasta el punto de vernos en la necesidad de vender algunos bienes; además, no existe salario que se ajuste a la desmedida e incontrolada inflación que nos agobia.
Pero bien, pese a todo, los venezolanos nos hemos visto en la perentoria necesidad de ahorrar. Desde todos los aspectos, comenzamos a ser comedidos en el consumo de comida, de electricidad, de agua y hasta en la obtención de bienes y servicios. Como resultado de la crisis, ha disminuido el dispendio de comida y el volumen de desperdicios y basura, lo cual ha contribuido positivamente en menos contaminación ambiental. Nos hemos estado convirtiendo en personas más conscientes y racionales en cuanto el consumo y uso de las cosas. Nos vemos obligados a experimentar y a explotar nuestras potencialidades; ahora somos más trabajadores, nos esforzamos más para conseguir lo que necesitamos, y nos hemos convertidos –también- en creadores e innovadores. En mi caso particular, puedo decir que ha sido en medio de esta "crisis" que he descubierto mis potencialidades. Quedé sorprendida al percatarme de todo lo que puedo hacer y que lo ignoraba; porque, en otrora siempre tuve la solvencia económica y, por ende, la comodidad para comprar y adquirir todo, sin necesidad de hacerlo.
También esta coyuntura ha servido para cambiar un poco la concepción del mundo y las cosas; ahora somos menos egoísta y más solidarios, porque entendimos que así se vive mejor y la carga entre varios se hace más llevadera. La necesidad a muchos nos ha obligado también a cultivar en nuestros patios y a comer del fruto de nuestra tierra, experimentando lo gratificante que es.
Ahora tenemos mejor salud porque caminamos más y qué decir de nuestra condición física; la obesidad está disminuyendo porque llevamos una alimentación más sana y con menos consumo de comida chatarra, menos grasas y azúcares. Comer en la calle se ha convertido en un lujo inasequible para quienes vivimos de un salario.
Hemos aprendido a valorar lo que tenemos, somos más felices pero no lo queremos aceptar, ahora cuidamos todo: la casa, el vehículo, los electrodomésticos, reparamos todo y no desechamos nada. Estamos en aprendiendo y acostumbrándonos a no seguir siendo consumistas, sino consumidores de sólo lo que necesitamos. Así debió ser siempre!!!
Puedo concluir que esta crisis venezolana, que no es eterna sino circunstancial, tiene sus aspectos positivos y ha servido para forjarnos como nuevos ciudadanos, más saludables, luchadores, trabajadores, conscientes, racionales y solidarios. Con todas estas cualidades y potencialidades, sólo hace falta sumar voluntades para que todos unidos superemos esta crisis y construyamos, desde lo positivo de la experiencia vivida, la Patria Grande que soñaron Bolívar y Chávez.
Un fuerte abrazo para aquéllos que no huyeron, ni se acobardaron, de pie y conscientes de su sacrificio luchan cada día por construir un país mejor, ante la adversidad asumimos el reto y somos tan grandes como nuestro histórico compromiso con la patria.
Un fuerte abrazo al pueblo digno, luchador y combativo, ése es el glorioso pueblo CHAVIZTA.
Orgullosamente chavizta