2016 ha sido un año duro, de conflictos y todo tipo de sobresaltos, propios del proceso de transformaciones en el que estamos en Venezuela. Si algo debemos entender es que ninguna revolución está libre conflictos y que sobre todo, no depende de quien circunstancialmente esté al frente de ella, sino del pueblo que la apoye o rechace.
A pesar de todo ello, logramos los venezolanos todos superar este difícil año, en medio del desplome de los precios del petróleo, saboteos eléctricos, electrónicos, ataques cibernéticos, golpes financieros, acaparamiento de alimentos y medicinas, colas inducidas para la adquisición de todo tipo de productos, especulación desatada, amenazas imperiales, intentos de golpes de estado, desestabilización generalizada, guerras mediáticas y psicológicas, intentos por llevarnos a una guerra civil. A esto, por supuesto, debemos agregar los errores cometidos por la dirigencia del proceso, errores que devienen de que estos tiempos son tan vertiginosos que nada está absolutamente planificado, y que lo que debemos evitar y combatir son los actos de corrupción, las desviaciones, las traiciones y las tergiversaciones.
El pueblo venezolano está en resistencia. Y así seguiremos en el 2017 y años subsiguientes. Lo dijo Chávez muchas veces. ¿Quién ha dicho que transformar la sociedad es fácil? Se hace necesario comprender las causas reales de lo que ocurre en Venezuela, para entender las claves de este proceso y poder asumir la vida que nos corresponde vivir, luchar y disfrutar.
En el ámbito universitario el gobierno bolivariano se despide con una serie de logros. Hemos podido avanzar mucho más. Pero ha faltado más comprensión de los procesos internos de este sector tan álgido y que ha generado tantos inconvenientes al proceso revolucionario. Sin embargo este año no hubo conflictos graves en el que podamos lamentar la pérdida de semestres y clases contra nuestros estudiantes. Se le ha cancelado ABSOLUTAMENTE TODO a nuestros trabajadores y nos preparamos para una rápida discusión de la Tercera Convención Colectiva Unificada 2017-2018. Va a depender de los gremios universitarios y de la dirigencia revolucionaria avances más acelerados en favor del pueblo universitario.
Por ello seguimos teniendo un optimismo realista. Así somos los revolucionarios. Si no, no nos adentraríamos en el complejo mundo de las transformaciones sociales hacia la consecución de una sociedad más justa, equitativa y solidaria.
El 2017 debe ser un año de agresivas políticas en pro del pueblo venezolano. De la Resistencia debemos pasar a la verdadera ofensiva que concrete las aspiraciones de la sociedad venezolana. La burguesía seguirá en su empeño de derrota a la Revolución bolivariana, chavista, anticapitalista y antimperialista. De los revolucionarios y de un pueblo consciente va a depender entonces, no sólo su defensa, sino su consolidación.