¿De dónde se apoya el gobierno de Maduro para justificar su alianza con el capitalismo? Se apoya de una supuesta "interpretación" (otorgando el beneficio de la duda) del Plan de la Patria de Chávez, específicamente de la idea de la Venezuela Productiva, para luego falsificarlo con ella (con lo que se supone es una "interpretación") de manera definitiva. Pero, la verdad es que esa adulteración-falsificación del Plan de la Patria, es otro plan alternativo al de Chávez, de signo reformista y liberal, al cual se le superpuso el Plan original.
Se hizo de manera tal que las frases con principios socialistas justificaran aquellos gazapos, muy específicos, redactados como una ley, los cuales esconden la instalación de un plan de restauración, o más bien de consolidación del capitalismo en las áreas de producción petrolera, minera y manufacturera. Esto se hizo en cada Objetivo Histórico donde el socialismo les resultaba incómodo: calumniar al socialismo de prácticas capitalistas.
Se puede leer en el Objetivo Estratégico número tres, del Plan modificado, un párrafo completo el cual llama a defender al socialismo seguido de otros puntos que casi reglamentan cómo se va a operar con inversiones, con las empresas, con el financiamiento y los estímulos a los Capitales Privados, nacionales y extranjeros. Y más adelante como va operar la devastación, etc. Con el caso de las industrias manufactureras, según lo que parece, los llamados "estímulos a la inversión" son para reducir costos de producción a las empresas y aumentar sus ganancias hasta los niveles de las "Maquilas" mexicanas, nadie puede pensar que son "hermanitas de la caridad" que vienen a salvar al país.
La "adulteración" al Plan está, o se siente en la vergüenza pacata del gobierno para no imponer su propio Plan Reformista, de manera directa, clara, con valentía y sin miedo a sus propias ideas reformistas. Pero se asustaron que el pueblo chavista le gritara un NO rotundo al gobierno, sobre todo si lo hubieran presentado en aquel momento, en el año de la muerte del comandante, como un plan original, sustituto al programa de Chávez.
La trampa se debía justificar con Chávez, porque estaba elaborada para acabar con él, con su espíritu y sus planes socialistas, no del joven, del ingenuo que le dieron un golpe en su cara, sino de un Chávez más adulto, desengañado, más culto y más "mosca".
La falsificación del Plana está en el acto de "montaje", porque este acto calumnia al socialismo con prácticas capitalistas (liberalismo disimulado con "estímulos" fiscales y legales; financiamientos directos al capitalismo, en detrimento de las empresas socialistas creadas por Chávez, etc.)
Así mismo se "interpretó" todo lo relativo a la explotación de los recursos naturales y las reservas mineras, expuesto en el Objetivo Estratégico número cinco. En este caso, la contradicción entre los principios conservacionistas y socialistas a los cuales apela Chávez para racionalizar la actividad minera, y de protección de la soberanía nacional, y el nuevo esquema de explotación planteado por los falsificadores del plan, de explotación "a gran escala" de nuestras reservas por inversiones extranjeras es franca, no cabe disculpa alguna. Esta contradicción es más pero mucho más clara; es un descaro, una burla entreguista hecha de frente.
Esta burla llega al punto de revertir decisiones del propio presidente Chávez, que afectaron a la empresa Gold Reserve, acusada de maula y de prácticas de la minería inadecuadas, devastadoras de los recursos naturales vitales, que ahora se la indemniza con 750 millones de dólares, y se le entrega, de nuevo la mina, el yacimiento de oro (históricamente) más productivo del país, a saber, el de Las Cristinas, con la cabeza gacha. A demás de firmar contratos para la explotación de diamantes con la empresa Barrick Gold, con antecedentes nefastos en sus prácticas de explotación, de la naturaleza y de los seres humanos. Así lo ha hecho esta empresa en Argentina, en África y en Centroamérica ¿Por qué no lo iba hacer en Venezuela?
Es por eso que nosotros nos preguntamos, ¿si esos cambios al Plan, que el actual presidente del Banco Central, el señor Ricardo Sanguino llamó en su momento "Una actualización", fueron hechos con buena voluntad, en ánimo honesto, de reforzar a la revolución socialista, por qué no los publicaron aparte, como un plan alternativo al de Chávez, propio, el cual ellos creyeron en su momento que se debía "aplicar", a fin de "actualizar" al de Chávez, y por qué no lo explicaron bien y de frente?
De seguro no hubiera tenido éxito. Desde la muerte de Chávez el equipo de gobierno de Maduro y él mismo, en este asunto han actuado de forma deshonesta, escondiendo sus verdaderas intenciones detrás de la imagen y figura de Chávez.
Y es que nadie puede aceptar que todo este desastre político y económico lo estemos viviendo de gratis, sin una pisca de avance hacia el socialismo, sin ninguna amenaza real al capitalismo. Al contrario, apoyándolo fuertemente, casi que exclusivamente, en detrimento de las inversiones y apoyos a las empresas socialistas, al Metro de caracas, el Cardiológico de adultos, por citar dos obras importantes abandonadas por falta de inversiones: mientras con nuestros dólares los ricos se sienten ahora más ricos y apoyados.
No es justo que sin avanzar hacia el socialismo, que sin un pueblo en pie de lucha entusiasmado por la revolución, estemos siendo castigados por el capitalismo ahora de forma tan brutal, pasando trabajo y atados de manos por el mismo gobierno, mientras los capitalistas no abofetean. Cuando deberían ser estos últimos los amenazados por la revolución, los que deberían estar presos, confiscados, expropiados o expulsados del país.
No es justo que la revolución de Chávez ahora se resuma en un carnet y en una caja de comida; no sentimos avergonzados ante el pueblo chavista engañado. Estamos llevando al país de Chávez al matadero, como borregos, para que la reacción capitalista nos despelleje y nos pique en pedacitos, sin coraje, sin honestidad, desesperados por sostener una mentira de revolución, domeñados por la burocracia y la comodidad.
