La participación en la definición de los candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente se caracteriza por el escepticismo de algunos cuadros frente a las tareas políticas y de masas del momento coyuntural. La pasividad de algunos debe tener una explicación lógica, por cuanto no es casual, que esta pérdida de fe en la capacidad de las organizaciones políticas para superar sus problemas internos y colocarse al frente de importantes conflictos al lado de los sectores populares, ocurre cuando las exigencias políticas crecen y cuando la organización gana espacio político y sus planteamientos son coincidentes con núcleos de base no desestimables.

En la generalidad de los casos, los posibles aspirantes a candidatos en sus localidades, no son dirigentes del pueblo y mucho menos representantes activos de las aspiraciones de la población. Pues, éstos se construyen en una relación política exterior al movimiento de masas, en lugar de desarrollarse estrechamente vinculada al pueblo y sus luchas. Si de establecer causas habría que precisar que el abandono de la visión estratégica que les dio origen y justificó su existencia, es la causa fundamental de ese deterioro.

Este es un asunto que se remonta al inicio mismo del proyecto político bolivariano y por supuesto encubado en estos últimos dieciocho años, cuando se caracteriza de una manera contraria a los grupos locales, a las individualidades e intelectuales, a los cuadros y militantes de esta línea de reflexión de la Izquierda Crítica, lo cual obliga a un cambio de práctica que se corresponde con nuevas proposiciones, con nuevos objetivos.

Esta participación en la definición de los candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente está condicionada a los debates y decisiones en asambleas populares de ciudadanos. Por esta razón, es necesario que se respete y estimule el crecimiento autónomo de los colectivos, indicando así el pleno desarrollo del Poder Popular, dueño de su destino como sujeto de su historia al hablar de su protagonismo real, conscientes de estar produciendo una práctica teórica que será dependiente, como dice Castells, para una práctica política, sin la cual aquella se quedara sólo en eso, y no se hará nunca realidad efectiva:

1. La convivencia social y la vivencia individual para la vida plena
1.1. La solución del espacio de los que no lo tienen y generar orden en el espacio urbano
1.2. El urbanismo, las formalizaciones socio-espaciales y la ciudad

2. El Poder Popular como sujeto histórico
2.1. Los poderes creadores del pueblo
2.2. Las formas de participación
2.3. La unidad del poder popular y la solidaridad
2.4. La construcción económica y la propiedad
2.5. La transición al Poder Popular
2.6. La vivienda, la salud, la educación, la seguridad social y personal
2.7. La prefiguración de la nueva sociedad

3. La plataforma jurídica
3.1. La Ley Orgánica de los Consejos Comunales
3.2. La Ley Orgánica del Poder Popular
3.3. La Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno

4. Los ámbitos Político Territoriales
4.1. Las Ciudades Comunales
4.2. Los Distritos Motores del Desarrollo
4.3. Los Territorios Federales

5. Las nuevas prácticas organizativas
5.1. En lo político-territorial
5.2. En lo político-administrativo
5.3. En la cogestión laboral
5.4. El Plan de la Patria:
5.4.1. La vinculación con la naturaleza
5.4.2. La transformación de los valores
5.4.3. La Democracia verdadera
5.4.4. La producción con equidad

6. El espacio socio-político
6.1. La cultura con su base ideológica
6.2. El modo de producción e intercambio
6.3. Las formas de gobierno

Avanzar en estas seis propuestas es anticipar el desarrollo del Estado Comunal, lo cual implique la existencia de un nuevo orden social, una Democracia Directa, nuevas relaciones económicas y la perspectiva de una vida en libertad, en una patria soberana e independiente. Por esta razón, es importante impulsar una gran jornada nacional por la unidad del pueblo, la realización de la consulta popular y la defensa de los derechos populares.

Entonces, vamos a recorrer todos los rincones del pais contribuyendo a la organización, educación y movilización del pueblo, como un medio de promover todas las potencialidades y energías de los explotados e impedir cualquier conjura contra la patria de Bolívar Y de Chávez. Toda esta situación crea grandes perspectivas para el avance del proceso revolucionario venezolano y para garantizar esto es necesario resolver varios problemas:

a. La unidad popular, más allá de la unidad de los partidos de izquierda. Es decir, se trata de lograr la unidad de todo el pueblo descontento.

b. Consolidar una fuerza revolucionaria en el seno del pueblo para garantizar que las corrientes populares más avanzadas tomen la iniciativa y marquen el rumbo y el contenido de la unidad popular.

c. Un proyecto constitucional de transformación en todos los órdenes como resultado de la consulta con el pueblo y, por lo tanto, asumido por el, expresando a su vez la potencialidad de transformación del Socialismo del siglo XXI.

d. Un plan de acción y movilización popular para ir colocando a la oposición y a las clases dominantes a la defensiva en el plano de las acciones políticas y de masas.

¡En el nombre de Bolívar, de Cristo y de Chávez,  la lucha sigue! ... "En el 2019 además de cumplirse 20 años de la Constitución, tenemos una cita, porque ese año se cumplen 200 años del Congreso de Angostura, 200 años de la Constitución Bolivariana que fundó Colombia".


NOTA: Las propuestas están desarrolladas en el libro del mismo autor arq. Servando Marin-Lista titulado: “La Ciudad Comunal”. La lucha de clases por el espacio. Arquitectura de Multitudes.