Mi esposa Constitución
Los Versos del Peregrino
Mi mujer tiene un gran nombre
y este es muy peculiar,
se llama Constitución,
y su afán es laborar.
Lava, plancha, es cocinera,
pila masa y hace pan,
y si la cosa está dura,
también se pone a sembrar.
La conocí jovencita
nadie la quería mirar,
yo me enamoré de ella,
y ella véngase pá' acá.
Muchos decían que era fea,
otros, ¡no sirve pá' ná!
pero yo que soy corrío
dije; esta es mi manda más.
Después que pasó un tiempito,
ya no la podía soltar,
porque mi Constitución,
era buena de verdad.
Tenía de todo esa dama,
era máquina de hilar,
nada faltaba en la casa
solo sarna pá' rascar.
Ponía las cosas en orden,
todo marchaba ideal,
le gustaba lo correcto,
nada que fuera ilegal,
y si alguien se salía,
de su norma o lo legal,
los mandaba derechitos
de castigo pá' l corral.
Pero siempre hay una vaina,
que nadie podrá negar,
los delicuentes y traidores
esos no pueden faltar.
Son a los que no les gusta,
andar bien al caminar,
y por eso se molestan
con las leyes del hogar.
Mis hermanos que vivian
sin el alquiler pagar,
al principio la adoraban
como al dios del matorral.
Hasta que Constitución
al verlos solo vaguear
les zampó tres peinillazos
y los puso a trabajar.
¡Que se vaya! dijo uno,
deja a esa mujer marchar,
¡matemosla! dijo el otro,
y la vamos a enterrar.
Esa mujer manda mucho,
y nos quiere doblegar,
que hagamos cosas correctas,
no lo vamos a aceptar.
Y así pasaron los días
con esa guerra infernal,
mis hermanos se oponían
a dama tan especial,
que antes la reconocían
como la mejor del lar,
y ahora que no les sirve
la quieren es liquidar.
Pero les digo una vaina,
no la podrán violentar,
En mi casa mando yo
y ella es correcta al andar.
Los que quieran que se vaya,
aléjense del lugar,
porque a mi Constitución,
nadie me la va a quitar.
Yo no digo que planteen
corregir si hay algún mal
¿Pero matarla por el hecho
de un capricho personal ?
Esa sí no me la calo,
esta dama es ejemplar,
que nadie niega que tenga
algo que deba enmendar.
Porque aquí nada es perfecto,
yo la podría reformar,
quitarle un poquito de algo
y agregarle alguito más.
Pero matarla completa
y enterrarla por demás,
no mis hermanos queridos,
¿Qué diría el que ya no está?
Ya se marcha el peregrino
pensando en tanta trastea,
de quienes cuando les sirves
de algo a su voluntad,
eres bueno en el momento,
pero si lo apretas más,
pasas a ser un estorbo
y ya te quieren raspa.
Y si mi historia se acerca
a una triste realidad,
no se preocupe pariente,
es pura casualidad.
Los versos del peregrino,
siempre van de aquí pá' allá,
y ojalá los interprete
el mismito manda más.
Constitución se utiliza como nombre propio en nuestro país, pero también es el nombre de nuestra bella Carta Magna: "la niña de mis ojos", como diría Hugo Chávez. QUÉ CASUALIDAD.
Josel_ibrahin19