Si todo sale como quieren los sepultureros, pronto tendremos constituyente y se habrá consumado un nuevo golpe contra Chávez. Abundan los comentarios sobre la constituyente, nosotros queremos explorar un poco el día después, cuando tengamos una constitución antichávez. Veamos.
La constitución usurpadora saldrá a la medida de los sepultureros, es mentira que eso difuso, impreciso, que llaman pueblo se manifestará allí. Siempre la masa se manifiesta políticamente sólo a través de su organización. Los motines, las jacquerie, lo espontáneo son meras convulsiones, pero esto se debe discutir en otra ocasión. Sabemos que las listas de candidatos, la aprobación del cne, todo, es confeccionado a la medida del gobierno, y la norma del gobierno es la de los intereses de los acreedores internacionales, de las compañías que tienen agarrada a PDVSA por los bonos, de las trasnacionales de la Faja, del Arco Minero, de los capitalistas de los motores, de los fondos buitres. Los constituyentistas serán meros sastres que harán el traje con las medidas de la dirección capitalista del gobierno. Desde ya los voceros dictan las medidas: que si sacar a la Fiscal, medidas represivas contra los "traidores", deben dar un baño de legalidad a la venta de la riqueza del país; los sastres ya tienen mucha tela cortada, mucha aguja enhebrada.
Ahora bien, la gobernabilidad, y esto es lo más importante, saldrá duramente golpeada de esa gavilla, de esa caricatura de constituyente, que comienza mal, sin apoyo, sólo con triquiñuelas de televisión, reuniones bufas, sin oposición, sin referéndum previo y seguramente sin referéndum aprobatorio, con un cne desprestigiado. Se ve claro que todo es una patraña para ocultar que el gobierno perdió apoyo, le temen a las elecciones, necesita vender las joyas de la abuela.
El gobierno, llevado por el desespero, cometió un error elemental, violó un principio político básico: no se puede convocar una acción que estremezca a toda la sociedad si se está en condiciones de debilidad. Lo anterior lo sabía Maquiavelo y lo sabe hasta un alcalde de un pueblecito en la frontera. A nadie se le ocurre crear un vacío institucional sin tener un liderazgo fuerte, el vacío se presta para el caos. ¡Todo el poder a 500 deslegitimados! Peor no podía ser el invento, mejores condiciones para el despeñadero no podrían darse. En el mejor de los casos, estos hechiceros de pacotilla cambiarán a un Presidente electo por millones, por un provisorio electo por 500.
La salida era renunciar rápido a la constituyente mientras se podía, dejarse de inventos, retomar el camino de Chávez, recuperar la pasión, las metas estratégicas, romper con el reformismo, con los capitalistas, llamar a la unidad de los históricos. Partir de una profunda autocrítica, recomponer la imagen del gobierno hoy vapuleada por tanta mentira.
No es así, no fue así, y el gobierno sigue navegando hacia el choque con la realidad, a su paso va dejando repugnancia, rechazo, no suma, cada día pierde soporte. Llegará a los tiempos difíciles de después de la constituyente, si es que allá llegamos, con más debilidad, con más rechazo, con menos capacidad de gobernar.
Vienen días difíciles y el gobierno sigue con la actitud de "Dios proveerá."
