En los 18 años de Revolución Bolivariana cada cierto tiempo se desatan los demonios incubados por el odio irracional contra todo lo que no sea de la derecha. He allí el peligro del terrorismo urbano que una vez más asola sobre todo municipios controlados por la oposición venezolana y que pretende extrapolarse a todo el territorio de la Patria.
En las manifestaciones violentas dirigidas por la derecha criolla, aupadas por el imperio norteamericano, la oligarquía nacional, la jerarquía eclesiástica y, peor aún, apoyadas por cierta "izquierda" reconcomiada, se ha tenido como objetivo fundamental destruir la obra del Comandante Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana.
Hemos presenciado en estos meses de "aquelarre" oposicionista como se han asediado e incendiado los centros de salud creados por la revolución para proteger la salud de los venezolanos más necesitados y que antes no tenían (CDIs, SRIs, CATs), hospitales materno-infantiles.
Han incendiado universidades como la UNEFA que ha democratizado el cupo universitario, además de asediar a otras universidades creadas en revolución y que se han desplegado en todo el territorio nacional.
Han atacado, incendiado edificaciones de la Gran Misión Vivienda Venezuela que ha logrado el milagro de construir y entregar más de millón seiscientas mil viviendas para la familia venezolana que, de no ser por la revolución jamás habrían podido ni soñar con tenerlas. En algunas de estas edificaciones donde hay preescolares han estado a punto de morir decenas de niños y niñas cuya única culpa es estudiar en estas instituciones.
Han atacado urbanismos construidos por la Gran Misión Vivienda Venezuela por considerar que quienes residen en ellas son "unos enchufados" del gobierno, cuestión altamente peligrosa por ser parte del formato fascista que se pretende imponer en Venezuela.
Han quemado y destruido cientos de unidades de transporte accesible y de calidad para el pueblo como los autobuses de la Misión Transporte.
Pero también han atacado los sistemas de transporte masivo como el Metro en Caracas, así como el transporte hacia los barrios caraqueños como los Metrocable, sólo por lograr trasladar al pueblo pobre as sus hogares en los cerros caraqueños.
Han atacado, destruido e incendiado decenas de locales de abastecimiento de alimentos como los MERCAL y PDVAL en varias partes del país, pues en ellos se almacenas los alimentos y productos que el pueblo requiere en estos tiempos de acaparamiento, escasez y desabastecimiento contra el pueblo venezolano.
Han asediado sedes del Consejo Nacional Electoral, de la Defensoría del Pueblo y del Tribunal Supremo de Justicia por considerar que estas instituciones no se han plegado a los designios de la derecha venezolana y han resistido las arremetidas comunicacionales de los medios tradicionales y de las redes sociales.
Han atacado y destruido sedes del PSUV en varios municipios del territorio nacional para tratar de arrinconar al partido del Comandante Chávez, el más grande del país gústele o no a la oposición y a cierta "izquierda" veleidosa.
Han convertido a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en objetivo de ataques continuados para tratar de que esta reacciones y genere un "baño de sangre" entre los venezolanos para hacer de algunos vándalos terroristas víctimas propiciatorias que luego justifiquen una intervención extranjera al estilo Irak, Libia o Siria.
Pero lo peor de todo esto, es convertir a los chavistas (en persona) en objetivos para que los terroristas tengan la autorización de insultarlos, de quemarlos, de asesinarlos, de perseguirlos, de torturarlos. Todo ello incitado sobre todo por las redes sociales donde impunemente pululan todo tipo de mensajes, imágenes y videos (al estilo "hollywoodense) donde primero se estigmatiza al chavismo para luego justificar cualquier tipo de tropelías contra el mismo.
Todo esto debe tener una crítica contundente, un cuestionamiento inapelable, sin dobleces de parte de quienes creen en la paz y en que en medio de las diferencias podemos superar la conflictividad social que necesariamente generan procesos de transformación profunda. Lo contrario es propiciar el fascismo criollo que con tanta crueldad ha generado hasta millones de víctimas en otras partes del mundo. https://www.aporrea.org/actualidad/a248371.html.
El pueblo venezolano es "sabio y paciente" como dijo el Padre Cantor Alí Primera, pero está cansado de esta situación y a punto de estallar. Debemos encontrar, por tanto, las claves para evitar el estallido que puede llevar a la Patria venezolana a una conflagración de pueblo contra pueblo.