Dentro de los propósitos de refundación del Estado burgués, la asamblea nacional constituyente que se instala hoy, tiene tareas urgentes que cumplir. La primera de ellas, es implementar medidas inexorables para eliminar la liberación de precios, y establecer los mecanismos para que tal disposición se cumpla; develando la estructura de costo de todos los alimentos, y de todos los productos que constituyen una necesidad de vida para todos los venezolanos. Dentro de estas primeras medidas, debe garantizar la ANC, la eliminación de la página dólar Todey, y cualquier otro mecanismo que subvierta una nuevas reglas del juego estable entre los precios y los salarios que recibe el proletariado venezolano, empobrecido por estos robos, que se asumen como legales, pero que en realidad son delitos en contra de los derechos humanos.
El ataque imperialista se centra en despojar al pueblo trabajador venezolana de su calidad de vida, a la cual las políticas públicas impulsadas por la revolución bolivariana contribuyeron eficazmente a su elevación. Todas la perversas acciones para humillar, estupidizar y desmoralizar al pueblo trabajador venezolano han sido coordinadas por el imperialismo yankee-israelí, y constituyen una agresión sin precedentes en la historia republicana de Venezuela. La guerra económica no existe porque nosotros no hemos respondido a este ataque sostenido y despiadado en la cual hemos perdido nuestros ahorros, nuestras prestaciones sociales, y hasta las posibilidades de comprar con nuestro sueldo un aire acondicionado.
La congelación de los precios, sería la congelación de los robos al pueblo trabajador. Se impone una revisión profunda de la verdadera estructura de costos de cada producto para establecer un férreo control de precios que garantice la estabilidad precio salario, y establezca los mecanismos para la participación protagónica de los consumidores para hacer posible su cumplimiento. Sino no se hace esa revisión y ese control, o ese propósito de soberanía e independencia, es impedido por el enemigo imperialista, entonces no puede hablarse de paz en Venezuela.
Dentro del conjunto de medidas de emergencia que debería tomar la ANC, están la estatización del comercio exterior para evitar la agresión a la economía venezolana, en la cual sólo produce PDVSA: El rentismo petrolero pertenece al pueblo trabajador venezolano, y no a la burguesía parasita venezolana que ha desactivado toda la estructura de producción para dedicarse la importación mentirosa y fraudulenta.
Muy importante, la ANC debe dictar medidas para neutralizar el fraude de la banca privada, que ha contribuido a la devaluación progresiva de nuestro signo monetario, y que últimamente esconde el efectivo para poner a sufrir al pueblo trabajador que queda a merced de los puntos de avance que le cobran hasta el 25% para entregarle el papel moneda que necesita para comprar la comida, en los negocios que no cuentan con puntos de venta.
Esas medidas deben garantizar la neutralización de los corruptos y, su consecuente castigo. De esta manera pudiéramos decir que hemos comenzado a participar como contendientes en la guerra económica, y no como simples víctimas, que hasta ahora hemos sido.
Que la ANC allane el camino para la participación protagónica del pueblo trabajador venezolana en el proceso de refundación del Estado Burgués, y por consiguiente tal acción comienza con la reforma o la redacción de una carta magna para someterla a la aprobación de toda la sociedad.
En Bolívar, en Chávez, en todos los mártires de la independencia, y de la construcción y defensa de la soberanía, nos encontramos todos.