“Las fuerzas inerciales que están por todos lados estropeando cualquier transformación siguen saliéndose con la suya (incluso en nombre de la revolución)”. Rigoberto Lanz.
Cécil Gerardo Pérez
En la última sesión del Consejo Nacional de Universidades se presentó una vez más el clásico enfrentamiento entre los dos modelos educativos, políticos y económicos de esta Venezuela en transición, que otros llaman en revolución. Se presentó el punto de oír las intervenciones de dos representantes de la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional Constituyente. Allí los rectores de la AVERUO, si, esos mismos que han mantenido secuestradas sus universidades sin clases durante meses y meses, haciendo perder clases a sus estudiantes y limitada la academia, se negaban a aprobar estas intervenciones. Hablaron a rabiar contra lo que ellos denominaban “la fraudulenta, nula, autoritaria, ilegal” y otras denominaciones negativas sobre la ANC. No pudieron impedirlo. Luego de oídas las intervenciones de los dos miembros de la Comisión de Educación de la ANC, se acordó por mayoría de sus integrantes aprobar un documento donde este cuerpo colegiado (al igual que lo ha hecho el Poder Ejecutivo, Judicial, Electoral y Ciudadano) se subordinar a la plenipotenciaria ANC. Los rectores de la AVERUO estuvieron a punto de un “soponcio”. Se dicen demócratas, pero no soportan una derrota en el marco de las instituciones y de las leyes que creó la misma IV República en su período puntofijista.
LO QUE REALMENTE OCURRE EN LA UCLA: Por otra parte, el Consejo Nacional de Universidades acordó conformar una comisión plural con el propósito de evaluar la situación real de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado”, vista la ausencia absoluta del rector, así como la ausencia de la Vicerrectora académica y presentar ante el cuerpo un informe para que se tome la decisión más pertinente que permita retomar las actividades normales de la universidad. Esta comisión quedó integrada de la siguiente manera: dos representantes de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios, dos representantes de la Asociación de Rectores Bolivarianos, un representante de las universidades llamadas autónomas o no experimentales, un representante del MPPEUCT y la consultora jurídica del CNU. En tal sentido, la AVERU declinó nombrar a sus representantes ante esta comisión, a pesar de la insistencia del ministro Hugbel Roa para que lo hicieran.
Es importante manejar la siguiente información de la situación real de la UCLA: Las autoridades universitarias están en situación de transitoriedad, puesto que convocaron un proceso electoral ilegal en 2010, que fue suspendido por la Sala Electoral del TSJ, dejando a las autoridades, pero en calidad de transitorias, ya que el TSJ decidió (textual): Se ORDENA a las actuales autoridades de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, permanecer en sus cargos, de manera transitoria, hasta que se convoque a un nuevo proceso electoral”.
El rector de la UCLA fallece el 24 de agosto de 2017, por lo que su cargo queda en ausencia absoluta. Le corresponde designarlo al CNU y no al Consejo Universitario quien en una sesión írrita aprobó la designación de la Vice académica en un mar de irregularidades, ya que se encuentra fuera del país, con un permiso que se le concedió desde el mes de junio, debiendo regresar en septiembre, quedando la universidad en una situación grave de debilidad institucional ya que en la práctica no tenemos legalmente rector ni vicerrectora académica. De tal manera que desde el punto de vista jurídico-legal no hay quien firme los títulos de los profesionales a graduarse y no hay cuentadante de los recursos económicos que maneja la universidad.
La otra situación desconcertante es lo que ocurre con la Vicerrectora Académica, a quien el Consejo Universitario “designó” como rectora encargada y quedando con los dos cargos (rectora y vicerrectora académica). Ahora, dicha profesora se encuentra fuera del país desde el mes de julio, lo único que se sabe formalmente es de una solicitud que hizo ante el Consejo Universitario de un nuevo permiso por un mes más, el cual ¡¡sorprendentemente!! le otorgó. A pesar de ello, la universidad retornó a las actividades académicas y administrativas y entendemos que las dos autoridades del Consejo Universitario, decanos, directores de programa, jefes de departamentos, así como el cuerpo obrero, administrativo y docente, están cumpliendo sus deberes para que nuestros estudiantes no sigan perdiendo clases, ya que venimos de la pérdida de un semestre. La UCLA, lo hemos reiterado en diversos escenarios tiene las fortalezas necesarias para superar estos momentos difíciles y auguramos que así sea.
Con el diálogo y la aplicación de las leyes se resolverá esta situación. Este jueves 28 de septiembre hubo una reunión entre el representante del MPPEUCT y miembro de la comisión designada por el CNU, con el Viceadministrativo y el Secretario General para informarles de los propósitos de la comisión y las autoridades de la UCLA están gestionando así también una entrevista con el ministro, de tal manera que los rumores de intervenciones no son más que excusas politiqueras para, como dicen en lo popular “pescar en rio revuelto”. Esperemos entonces que la UCLA se enrumbe por destinos fructíferos para beneficio de su comunidad, del estado y de la Patria venezolana.
LA PLENIPOTENCIARIA ANC Y LAS UNIVERSIDADES: Hay un elemento importante y es que la plenipotenciaria Asamblea nacional Constituyente debe ir asumiendo la redacción de la nueva Ley de Educación Universitaria para que el sector universitario asuma las nuevas realidades que implican (entre otros) los temas relativos a la composición de fuerzas en el CNU, las elecciones universitarias con el voto pleno de toda la comunidad universitaria, tal como lo pauta la Ley Orgánica de Educación, la autonomía responsable y que las universidades (bolivarianas, experimentales, no experimentales, o de gestión privadas) cumplan realmente sus objetivos y se transformen al servicio de la Patria y no al servicio de apetencias personales, grupos, clanes familiares o partidos políticos que desconocen la soberanía y el imperio de las leyes.