"La indagación del pasado. ‘Ustedes los historiadores son quienes más han modificado la historia’, se nos dice con frecuencia a quienes nos dedicamos profesionalmente a esta ciencia. Tal afirmación nos llena de orgullo: ¡qué honor haber modificado la historia, haber intervenido en forma notable en los destinos de la humanidad! Pero, ¿no habrá más bien una burla? Si la historia es ‘el fascinante viaje del hombre a su pasado’, si el historiador, salvo cuando estudia el corto período de sus propios días, no es contemporáneo de los hechos que describe, ¿cómo puede modificar la historia? Es vez de elogiarnos, ¿no nos estarán tachando de falsificadores? Este problema no es tal. Del mismo modo que la economía estudia la economía, así la historia examina la historia de la sociedad humana. El término es ambivalente, pero el contexto permite distinguir siempre, con facilidad, si se refiere al pasado del hombre o al estudio de este pasado. Para mayor claridad convendría llamar a tal estudio "Ciencia de la historia", pero está tan aceptado el uso de la palabra historia para designar ambos aspectos, que nos podemos conformar con el señalamiento hecho" (Juan Brom. "Para comprender la historia". Editorial Nuestro Tiempo, S. A. México, D. F. México. 1976. P. 15).
Nos comentan José Luís, "El Negro", y Rubén, dos compañeros de trabajo que también fuimos, tiempo ha, compañeros de estudio, activistas y militantes de la vieja izquierda universitaria venezolana de finales del siglo XX y también "chavistas" emotivos de los primeros tiempos, pero hoy extremadamente decepcionados de la "Revolución Bolivariana", que la cosa está fea en Venezuela y que en 2018 será peor…
Uno de ellos, Rubén, me pregunta que cual es la institución del actual gobierno que está funcionando bien y su respuesta se da él mismo y dice que ninguna, ¿ninguna? Le replico; continúa su queja sí: liberación de precios se ha impuesto como en los peores tiempos del Neoliberalismo en Venezuela, años de 1980 y 1990, además Maduro y el Gobierno acordó precios con los grandes empresarios y éstos le han "concedido" dos años más en el poder mientras pasa esta tormenta. Y todos ellos, gente del gobierno, empresarios y la oposición, según su versión, se hacen cada vez más ricos a costilla del hambre, enfermedad y desolación del pueblo; pero en cambio ustedes "los científicos sociales" se la pasan es perdiendo el tiempo en discusiones etéreas en congresos de historia, cuando lo urgente es discutir la situación actual, ya que todos nos estamos muriendo por falta de antibióticos y demás remedios para enfermedades catastróficas. Ergo, ¿se impone el canal humanitario?
La conversa con esos amigos, la verdad fue de terror, lo que me hace pensar en una pregunta previa de un amigo echa en tono "socrático", a saber: "Qué curioso pero, en medio del contexto actual, tan marcado por los conflictos económicos (hiperinflación en todos los órdenes de la vida, escasez de alimentos y sobre todo medicinas, sueldos y salarios que no alcanzan), conflictos político-sociales (venimos de una violencia guarimbera fea, que si no fuera por la Constituyente ya nos hubiéramos matado casi todos en este ex país, que diría Agustín Blanco Muñoz, aquel carajo de la UCV que se volvió loco de 2001 en adelante y de la ultra izquierda pasó ahora la extrema derecha y a la crítica de la crítica, según dicen, también se ven caras de esperanza, sobre todo entre la gente más sufrida, ¿qué curioso, verdad?.
Sigue el amigos diciendo que unque Venezuela, pues, sigue sin que haya consensos mínimos sobre los objetivos a desarrollar en el país por las "élites" dirigentes y culposas, si bien dicen que se van a reunir en República Dominicana, en los días que vienen todos esos caimanes del mismo pozo; pero la vaina que te iba a contar es que en este mes he participado en dos congresos de historia, de puro embelequero que soy: el primero en San Felipe, estado Yaracuy, el 1, 2 y 3 de noviembre y hace tres días atrás aquí en Barquisimeto, jueves 22 y viernes 23 en las bellas instalaciones del Instituto Universitario Jesús Obrero de Fe y Alegría. Dime tú, ¿otro congreso de historia en Barquisimeto, para qué?
Le digo que no sé, que no soy historiador sino más bien un profesor de Filosofía de la Educación y otras áreas vinculadas a esa disciplina desde hace al menos 15 años y antes docente de aula rural de Educación Primaria, que el doctorado de la UFT fue en Ciencias de la Educación, de tal suerte que soy una especie de curioso de las ciencias humanas y sociales; pero el amigo me conmina y dice, déjate de pajarilla y responde sin ambages. Le digo que estoy releyendo a Juan Brom en el título citado en el epígrafe de estas líneas, aludiendo a que las orientaciones de ambos congresos no son los mismos y si oíste, y que no oíste, a los chamos que vinieron de la Escuela de Historia de la UCV, podrías haber advertido que las concepciones de la ciencia de la historia no son iguales, desde la historia conceptual a la nueva historia; de donde se tiene que la orientación del congreso de historia en Yaracuy fue el de la historia insurgente, un concepto que quiere posicionar los militantes de la Escuela de Historia de Caracas fundada por Federico Brito Figueroa y este otro congreso viene a ser alternativo, y hace parte de la actividad ya tradicional de una asociación científica y cultural que tiene esa iniciativas desde al menos 1985, con el apoyo de lagunas instituciones universitarias de la localidad.
Quedamos en que volveríamos sobre este tema, porque él lo que quería era expresar sus dudas acerca de la validez de los asuntos allí tratados en esos eventos tan dispares y a los que asistió libremente y como azorado, tomando notas para una crónica que le encargaron en España; concluimos en que para diagnosticar el movimiento de la cosa actual en la sociedad venezolana siempre resultan útiles o al menos divertido la comparación de los procesos actuales con los de similar factura en el pasado, porque lo que algún teórico (Paul Ricoeur, creo) llama fusión de horizontes de futuro, además de que en Venezuela al menos desde los inicios de su modernidad tardía la ciudadanía requiere no perder el sentido que tiene lo que don Mario Briceño Iragorry diera en llamar "el hilo de oro de la tradición", ya que aquí es de risa que muchos gobernantes crean que él a partir de un triunfo electoral en una alcaldía, por ejemplo, cree estar inaugurando una nueva tradición, pero la historia revela que somos pocos originales.
Luego, la historia también nos indica cómo en Venezuela se ha seguido un modelo económico y político (rentismo petrolero, democracia representativa) que en los días que corren ha hecho crisis y el comportamiento errático de las élites indican que todos somos una parranda de ingenuos que creen con los adecos y copeyanos se vive mejor, como si los ciclos históricos se repitieran y sus líderes sean una especie de restauradores del viejo régimen democrático de 1958-1999; luego, si no se conoce esa historia se creerá que lo de hoy es inédito. ¿Conclusión? No siempre el pasado fue mejor, por lo que si la historia no sirve para nada, al menos es divertida y los congresos de historia lo son, porque uno comparte con otros "colegas", echa cuentos y hasta puede apreciar otras perspectivas o enfoques para valorar hechos pasados remotos o contemporáneos, ello aunque al llegar a la casa nuevamente advirtamos hay que ir a comprar una harina precocidad a 32 mil bolívares, un medio kilo de pasta también a 30 mil y un litro de aceite a 72 mil, consecuencia de la especulación porque los productos de los fulanos precios acordados no se ven por ninguna parte. ¿Es Maduro y su combo una punta de neoliberales que negocian para mantenerse en el poder? La historia dirá…