La calle es un escenario natural de sobrevivencia, sobre todo para quienes viven en la indigencia. En cuanto al escenario de la querella política; siempre ha sido y no va a dejar de serlo. Es más, en estos tiempos de revolución de la comunicación; ni siquiera las nuevas tecnologías han logrado trasladar el escenario de la disputa real de la calle al mundo virtual, pues siempre ha sido, es y seguirá siendo la calle el punto final de la movilización y disputa política.
Basta por ejemplo comprender que las convocatorias a movilizaciones que se lanzan en las redes, necesitan, como el pez al agua; un lugar de encuentro para desde ahí dirigir sus demandas -legítimas o artificiales, no importa- y movilizaciones contra el poder para que sea atendidas.
Es en ese sentido que no es ninguna novedad que Mesa en su artículo de éste domingo 7 de enero, señale en su artículo “Las clases medias en las calles” que las clases medias evidentemente estén en las calles, como si estuviera descubriendo la pólvora, pues en términos generales las clases medias siempre han estado en las calles, para sobrevivir o demandar. Las rurales, por ejemplo se encentran en el área rural, que es su escenario natural donde desarrollan su principal actividad de producción, y si de acciones reivindicativas se trata bloquean las carreteras.
Vale decir que si Mesa intenta inducir al imaginario de que las clases medias están en las calles, en estado de apronte por una disponibilidad se terminar con un orden, que hace que Mesa pierda de vista, que ésa es la esencia de la política, o sea la disponibilidad de disputar el poder permanentemente. Por eso mismo el vicepresidente Álvaro García de manera metafórica mencionó en días pasados: “No hemos venido a caminar encima de las flores, vinimos a la guerra”.
En cambio en el caso de Carlos Mesa, su ambigüedad y falta de coraje lo llevó a actuar como un político, ciertamente de origen de clase media; pero pusilánimemente cobarde y hecho a medias. Vale decir, tenía terror a tomar decisiones por mutuo propio cuando gobernó; todo lo contrario al caso del presidente Evo Morales. No en vano Mesa armaba todo un melodrama cada fin de semana amenazando con renunciar, por el simple hecho de que el pueblo le exigía que cumpliera con la Nacionalización y la convocatoria a la Constituyente. Esa fue la razón por la que Mesa terminó renunciando, pues es un político a medias.
No en vano en Apocalipsis 3:16, señala la biblia: “Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”
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