El lunes 8 de enero el Presidente Maduro, acompañado del Ministro de Salud, realizó una cadena presidencial dedicada a presentar sus logros y líneas fundamentales de acción en salud. Casualmente, el día previo había publicado en Aporrea el artículo ¿Cómo está la salud en Venezuela? https://www.aporrea.org/actualidad/a257515.html donde planteo una visión bastante diferente a la presentada en el discurso oficial. En la cadena, vimos a un presidente orgulloso del sistema de salud que tenemos, sonreído, haciendo chistes, pero evidentemente muy mal informado. El discurso oficial no se parece nada a la realidad. Es como si existiera una disociación, entre lo que dice el presidente, y lo que vivimos la mayoría de los venezolanos. Es terrible, porque, o el nivel de desinformación de las altas autoridades es máximo, o se está conscientemente manipulando y ocultando la realidad. Por ello, siento la necesidad, por un lado de ratificar todos y cada uno de los planteamientos realizados en el artículo citado, pero además comentar algunas de las afirmaciones presidenciales.
En primer lugar, reafirmo que la tarea fundamental de un sistema de salud es garantizar el derecho a la salud de la población, con integralidad, ello implica combinar la promoción de la salud y la acción sobre sus determinantes sociales, la anticipación y prevención de la enfermedad, la atención oportuna y de calidad a los enfermos, y la rehabilitación y limitación del daño producido por la enfermedad. Desde esa perspectiva, en Venezuela las cosas van muy mal: mueren y enferman muchas personas por enfermedades fácilmente prevenibles. Hay hambre y desnutrición. La atención a la enfermedad está en crisis y los hospitales colapsados. La Red de Barrio Adentro se ha deteriorado y la atención es deficiente. Mucha de la tecnología necesaria para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad no está disponible. No se consiguen los medicamentos y hay gente que muere por eso. Hay un déficit enorme de profesionales y técnicos sobre todo a nivel de especialidades. El Estado Venezolano financia al sector privado de la salud vía seguros de HCM. No hay real participación popular. El sistema de salud está extremadamente fragmentado. No hay Ley de Salud, ni una política nacional de salud. Hay mucha corrupción e ineficiencia. Y el gobierno pretende tapar esa realidad ocultando las estadísticas sanitarias. Esa es la realidad. ¿No lo sabe el gobierno? Entonces que salga de su aislamiento y escuche al pueblo para que conozca la realidad…
A continuación, no se pretende hacer un análisis profundo del discurso presidencial, pero si comentar algunos hechos:
En el discurso presidencial se destacan cuatro grandes líneas de acción: Barrio Adentro 100%, el Plan Quirúrgico nacional, el 0 800 salud, y el parto humanizado. Un comentario breve sobre ellas.
BARRIO ADENTRO 100% La idea de un médico y equipo de salud por un determinado número de habitantes y familias es importante. Que cada persona esté dispensarizada y conozca el servicio de salud en el que debe atenderse y esté familiarizado con su equipo de salud, es fundamental en un sistema de salud que aspira ser integral y universal. Barrio Adentro 100 % es un propósito loable y necesario de alcanzar. Ese es uno de los objetivos del modelo de atención integral. Pero estamos lejos de alcanzarlo. Hace unos meses se hizo mucha propaganda diciendo que se había conseguido cobertura total. ESO NO ES CIERTO. Hoy, el funcionamiento de Barrio Adentro deja mucho que desear. Se ha convertido en un sistema paralelo que fragmenta más la salud. Está plagado de deficiencias operativas, no hay medicamentos, está colapsado, se reparten números que resultan insuficientes, hay fallas de personal… para un Barrio Adentro 100 % es indispensable hacer un diagnóstico de sus deficiencias, y un relanzamiento que las resuelva, entre otras cosas acabando con su paralelismo y dando su dirección real a un equipo venezolano. Valoramos el apoyo cubano, pero quienes deben dirigir son los venezolanos. Una de las tareas fundamentales en ese relanzamiento de Barrio Adentro es retomar el trabajo diario en la comunidad, que el equipo de salud salga del consultorio y conozca a detalle las características de la población a su cargo. ESO NO SE ESTA HACIENDO. Y no lo resuelven jornadas especiales como la planteada el sábado 13.
0 800 SALUD se inició como un buen servicio de información, ahora se ha convertido en un mecanismo de distribución. Para información funciona, para distribución no. El medicamento es un producto que puede producir efectos adversos, su prescripción requiere la intermediación del médico y farmacéutico, su ausencia puede ser una omisión grave, la entrega de medicamentos a domicilio tiene un efecto político y propagandístico, pero técnicamente no es indicado. El medicamento hace falta cuando se requiere, no cuando el gobierno puede distribuirlo. Si una persona tiene una infección, o es diabético, o hipertenso, necesita el medicamento de inmediato! no puede esperar a que esté disponible, esa espera puede significar la muerte. Además, el solicitar el carnet de la patria para proveer un servicio es absolutamente anti constitucional, crea ciudadanos de primera y de segunda…
PLAN QUIRURGICO, una campaña de ese tipo tiene sentido cuando hay una deuda quirúrgica muy grande, y en Venezuela la hay, pero sería necesario conocer las estadísticas más detalladas de las intervenciones realizadas, la información no oficial es que la gran mayoría de esas intervenciones son "cirugías menores" que no resuelven la deuda quirúrgica. A los pacientes que requieren ser operados no hay que buscarlos en sus casas con campañas especiales, están en los hospitales, o en largas listas de espera, y además si Barrio Adentro 100 % fuese una realidad debían ser conocidos en el marco de su trabajo cotidiano. La impresión que tenemos es que ese Plan Quirúrgico sirve más de fachada y de propaganda, que para resolver los reales problemas de la población.
PARTO HUMANIZADO: loable propósito. El parto se ha mercantilizado y deshumanizado. A ello se deben las altísimas cifras de mortalidad materna que tenemos. Humanizar el parto es una prioridad. Pero eso no se consigue solamente captando embarazadas y formando promotoras populares. Debemos saber que el ruletero, el maltrato y la mala praxis en los centros públicos son un problema mayúsculo. El porcentaje de cesáreas en algunos hospitales públicos es superior al 50 % y en el sector privado muchísimo mayor. Una buena consulta pre natal es fundamental y no se está haciendo. Inicialmente Barrio Adentro no contempló ni la consulta prenatal ni el parto ambulatorio. Eso se ha tratado de corregir sin suficiente éxito. Por otro lado, se ha establecido como norma que la consulta pre natal requiere de una ecosonografía, que los consultorios populares y buena parte de los CDI no están en capacidad de realizar, y terminan refiriéndose al sector privado.
Algunos comentarios puntuales:
1. Pareciera que por fin hay un Ministro con sólido apoyo del presidente. Muchos de los ministros anteriores hubiesen querido tener ese nivel de respaldo. Hay una gran inversión. En los últimos meses se ha aprobado muchísimo dinero para salud. Básicamente para labores de infraestructura. Contratos, cemento y cabilla. Negocios. Por cierto, es insólita la remodelación que se hizo en el despacho del ministro. Sin duda cuantiosa inversión para lujo y ostentación, injustificable cuando la salud está tan deteriorada.
2. Planteó el presidente una gran jornada de calle para el sábado 13, que pareciera pretende sustituir lo que ha desaparecido casi totalmente de Barrio Adentro que es la visita domiciliaria y el contacto diario con la comunidad. No es con populismo y con campañas que se consiguen resultados en salud, es con acción diaria y oportuna.
Habría muchas más cosas que señalar, pero razones de espacio no lo permiten, hay que abrir una discusión nacional sobre estos temas. Sin embargo no quiero terminar este artículo sin una aclaratoria política.
Me han hecho comentarios sobre la incomodidad de mis planteamientos y la posibilidad de que en un año electoral hagan daño al gobierno. Me permito aclarar: Lo que hace mal al gobierno, es lo mal que están las cosas. Soy un hombre de izquierda, militante revolucionario muchísimo tiempo antes de los gobiernos de Chávez y Maduro. Reivindico al socialismo como el modelo dirigido a satisfacer los problemas de la humanidad. Testigo de ello pueden ser María León, Ali Rodríguez, o Isaías, quienes me conocen bien. Nunca voy a estar con la oposición de derecha. Me emocioné mucho con los discursos y logros iníciales del proceso revolucionario, fui parte de la constituyente del 99, pero ando muy frustrado por lo mal que van las cosas en el país. Soy de los que creen que estamos en guerra contra el imperio, y que buena parte de nuestras calamidades tienen que ver con esa guerra. Pero no soy ciego, veo que estamos perdiendo la guerra, no tenemos un estado mayor eficiente, las cosas van mal, la economía no funciona, la salud esta terriblemente deteriorada, y buena parte de los problemas tienen que ver con la pésima gestión gubernamental. Hay que hablar claro. No podemos ocultar esa realidad y menos permitir que con populismo y demagogia se pretenda hacer ver que las cosas van bien.
No podemos caer en el chantaje de que esta discusión puede hacer mal al gobierno. Reconozco que estoy en el filo de la navaja, entre Escila y Caribdis como diría la mitología griega, o entre la espada y la pared como diría el saber popular. Por un lado confrontando a un imperio que trata de desestabilizar y hacer fracasar al gobierno venezolano, pero por otro lado sobreviviendo con un gobierno ineficiente, con mucha corrupción, que no ha logrado desarrollar políticas para resolver los problemas y necesidades del pueblo. Esa es la triste realidad. No quiero volver al pasado, pero es terrible que se asocie "socialismo" con fracaso e improvisación, con carencias, escasez, colas, desabastecimiento, inflación. El socialismo como propuesta política nos indica el camino hacia la solución de los problemas vitales de la gente y la máxima estabilidad y felicidad posibles… esa no es la situación de Venezuela.
La próxima semana, como había prometido escribiré un artículo para lanzar algunas ideas a la discusión, propuestas sobre cosas que se pueden hacer para enfrentar la crisis del sector salud. Pero voy a adelantar algo, lo primero es reconocer la realidad y hablar claro. No seguir ocultando el deterioro existente. Hay que exigir transparencia, es indispensable que se publiquen los Anuarios y Boletines epidemiológicos. Que la información sobre las jornadas quirúrgicas y la distribución de medicamentos se conozca detalladamente. Que funcione la página web del Ministerio. Esa información es necesaria para poder hacer la discusión y análisis que la actual situación demanda.