I
Dos candidatos fuertes tiene la votación
legitimados por el poder electoral
uno es militar de formación
el otro viene de la lucha sindical
los demás son de baja calibración
pero, en la poltrona, vaya, que se anhelan sentar.
II
Todos salen como púgiles en medio de la ovación
disputándose quién va a legislar
y los sufragantes harán su elección
sin poderse equivocar
por el aspirante de su predilección
el voto han de consumar.
III
En cualquier plaza, en cualquier rincón
las campañas, la gente irá a acompañar
cada uno en las manos con un cartelón
los asistentes se pondrán a gritar
cambiando de color como el camaleón
la metamorfosis del oportunista se hace notar.
IV
Zamureando cargos cuando llegue la ocasión
de oportunista a camburista empiézase a transformar
moviéndose con indigencia de convicción
habilidoso, la miel del poder ansía probar
"¡quítate la máscara!" dice la canción
y al candidato no podrás engañar.
V
Sumándose méritos en la televisión
los aspirantes empezarán a vociferar
de ser ganador en la contención
cada uno sus planes empieza a manifestar
el postulante agradece la participación
los aplausos en las tarimas empiezan a resonar.
.
VI
Dimes y diretes hay sin contemplación
cada uno se empieza a criticar
las personas en el medio, como "Y" en conjunción
poniendo el ojo por quién van a sufragar
la diástole y la sístoles de su corazón
le indicará el nombre de su ejemplar.
VII
Con lo que se promete sin vacilación
en el pueblo, las esperanzas van a despertar
en casi toda la población
la Fe empieza a aumentar
todos pensamos en esta bondadosa Nación
independientemente, del criterio particular.